¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son tan necesarias como útiles para vivir en sociedad de forma sana. Aprende aquí más sobre ellas.
¿Qué son las habilidades sociales?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 30 agosto, 2023

La comunicación con los demás es fundamental para nuestra supervivencia, crecimiento y armonía. Así, disponer de una serie de habilidades sociales es esencial y de gran valía en el mundo de las organizaciones de la actualidad.

Según David Deming, profesor de la Universidad de Harvard , hemos llegado a un punto en nuestra sociedad donde para tener un trabajo o aspirar a un puesto de relevancia se necesitan algo más que capacidades técnicas: se requieren habilidades sociales.

Prepárate para entender cómo estas habilidades modelan nuestras formas de interactuar con el entorno que nos rodea, mientras aprendes a potenciarlas para destacar en este mundo tan competente y dinámico.

«Lo que realmente importa para el éxito, carácter, felicidad y logros vitales es un conjunto definido de habilidades sociales, no solo habilidades cognitivas que son medidas por tests convencionales de cociente intelectual».

~ Daniel Goleman ~

Definición de las habilidades sociales

Ahora bien, ¿qué son exactamente las habilidades sociales? Hay quien las define como esos rasgos de comportamiento y comunicación que nos hacen tener éxito en la vida. Sin embargo, más que de éxito, deberíamos hablar de bienestar, de saber convivir en armonía, compartiendo experiencias, comunicándonos con efectividad y conformando esa cohesión social donde se llegan a acuerdos.

Según la International Journal of Environmental Research and Public Health, las habilidades sociales son un conjunto de conductas que nos permiten interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva y satisfactoria.

Un aspecto interesante sobre ellas es que se pueden aprender, potenciar e ir desarrollándolas día a día con la práctica. Para ello, debemos tener en cuenta que la cultura y las variables sociodemográficas son imprescindibles. Dependiendo del lugar en el que nos encontremos, los hábitos y formas de relacionarse cambian.

Por eso, no solo es importante tener un buen repertorio de habilidades sociales, sino que hay que saber cuándo y dónde poner esas habilidades en práctica. Esto último se conoce como competencia social.

Así, poseer estas habilidades evita la ansiedad en situaciones sociales desafiantes y favorecen la comunicación emocional, la resolución de problemas y las relaciones interpersonales.

Sin embargo, la falta de alguna de ellas puede llevar a un afrontamiento pasivo, la evitación de las situaciones o ceder a las exigencias de los demás. También, existe el riesgo de caer en la agresividad, en la imposición de opiniones y en la vulneración de los derechos de quienes nos rodean.



Tipos de habilidades sociales

Existe un gran número de habilidades sociales, pero a nivel general podemos distinguir dos tipos: las habilidades sociales básicas y las habilidades sociales complejas. Veámoslas con detalle.

Habilidades básicas

Son aquellas que forman la base o el pilar de toda relación interpersonal. Destacamos las más importantes:

  • Escuchar: oír no es lo mismo que escuchar. Solo cuando somos capaces de atender de forma activa, cercana y empática a quien tenemos en frente, damos forma a ese primer escalón de nuestras interacciones sociales.
  • Iniciar una conversación: por curioso que nos resulte, saber generar una correcta apertura en una conversación dice mucho de nosotros. Requiere soltura, dotes de cortesía, cercanía, positividad y habilidades comunicativas donde no parecer amenazante o inseguro, sino todo lo contrario.
  • Formular una pregunta: saber preguntar es saber reclamar y hacer uso también de una adecuada asertividad. Esta competencia social es de las primeras cosas que se enseñan a los niños en las aulas y las que más pueden ayudarnos en nuestro día a día, en casi cualquier contexto.
  • Dar las gracias: saber reconocer al otro es una dinámica básica en cualquier relación personal o profesional. Es civismo y es respeto.
  • Presentarse y presentar a otras personas: lo hacemos en nuestros contextos de amistad y de familia, pero también en el ámbito laboral o académico. Saber introducirnos o introducir a otros es una habilidad básica muy importante.
  • Concertar citas: la capacidad de situar un evento en el futuro con otras personas es una habilidad muy útil a la hora de manejar la vida cotidiana en relación con los demás. Desde pedir hora en el médico, hasta quedar con un cliente para cerrar una venta, son acciones necesarias y útiles.

Habilidades complejas

Hay que tener en cuenta que es necesario aprender las primeras para desarrollar el segundo tipo de habilidades sociales. Cada situación demandará unas u otras, dependiendo de las características y dificultad de las mismas.

  • Empatía e inteligencia emocional: estas competencias son esenciales en cualquier dinámica y circunstancia. Nutren de forma excepcional nuestras relaciones y que, sin duda, debemos saber practicar con efectividad.
  • Asertividad: en un mundo complejo como son las relaciones sociales, saber defendernos con respeto, hablar de nuestras necesidades, comunicar, escuchar y cuidar también los derechos ajenos, es una habilidad de gran valía.
  • Capacidad para definir un problema, negociar y evaluar soluciones: esta dimensión es algo que todos deberíamos practicar a diario y potenciar al máximo. De este modo, podríamos llegar a acuerdos con mayor facilidad, negociar y establecer metas donde ambas partes ganen.
  • Pedir ayuda: tomar consciencia de que no lo sabemos todo, de que necesitamos consejo, apoyo u otras dimensiones es un acto de madurez. Saber pedirla con efectividad es ejemplo de un buen dominio de las habilidades sociales.
  • Convencer a los demás: saber convencer, no es manipular. Es saber argumentar, conectar y llegar a un entendimiento donde hacer ver al otro que determinada conducta o acto le puede ser más beneficioso. Crear impacto y hacerlo con respeto es un arte que vale la pena aprender.
  • Autoafirmación: estar seguro de las propias decisiones y creencias, así como poder defenderlas y reclamar los propios derechos, son habilidades muy necesarias para la supervivencia en sociedad.

El desarrollo de las habilidades sociales

Las habilidades sociales de una persona están influenciadas por su entorno y experiencias en la infancia. Durante esta etapa, las interacciones con la familia y las figuras significativas de apego desempeñan un papel fundamental en la formación de las habilidades sociales.

A lo largo de la infancia y adolescencia, las personas aprenden cómo interactuar con los demás, cómo expresar sus emociones de manera adecuada, cómo resolver conflictos y cómo establecer relaciones empáticas y respetuosas.

De esta forma, si desde pequeños aprendimos a sentir vergüenza, en lugar de una seguridad; enojo, en vez de comprensión o a ser egoísta, en vez de empático; es muy probable que en la adultez no contemos con las destrezas sociales necesarias para relacionarnos de forma asertiva.

Por lo tanto, la crianza y el ambiente familiar son claves en el desarrollo de estas habilidades. De acuerdo con un trabajo divulgado en Psicoespacios, las características de la afectividad, la comunicación familiar y estilos de educación parental inciden en la formación de distintas habilidades psicosociales en los niños. Como todo comportamiento, este puede aprenderse y potenciarse.

Actividades para trabajar las habilidades sociales

Existen algunas técnicas efectivas que nos pueden ayudar a trabajar las habilidades sociales. A continuación, te presentamos tres:

  1. Reconocimiento emocional: este ejercicio consiste en reunir una serie de imágenes en donde aparezcan una o varias personas, y luego tratar de reconocer las emociones que estas están mostrando. La persona puede tratar de definir en qué consiste esa emoción y nombrar sus manifestaciones más comunes.
  2. Reacción emocional ante situaciones: consiste en identificar cuál es la reacción correcta ante determinadas situaciones. Para ello, podemos hacer una lista de circunstancias cotidianas para luego identificar cuál es la respuesta emocional más idónea. Otra herramienta que se puede emplear es la técnica del banco de niebla.
  3. ¿Qué expresión tiene?: consiste en reunir una serie de imágenes en donde aparezcan una o varias personas y se refleje una situación más o menos obvia. Por ejemplo, un grupo en una reunión de trabajo, estudiando o en una fiesta. Luego, se procede a ocultar la cara de una de ellas y proponer tres opciones de expresiones donde solo una será la correcta. En este caso, la persona deberá elegir la expresión que oculta la foto.


Importancia de un buen manejo de las habilidades sociales

Son numerosos los beneficios que obtenemos con su puesta en práctica, como conseguir que no nos impidan lograr nuestros objetivos, saber expresarnos y tener en cuenta los intereses, necesidades y sentimientos ajenos. También nos ayudará a comunicarnos de manera efectiva con los demás y facilitar una buena autoestima.

Por lo que podemos observar, las habilidades sociales se encuentran presentes en nuestra vida diaria y su buen manejo nos hace más competentes para la sociedad de hoy en día. Así que aprender y desarrollar estas habilidades en uno mismo es fundamental. ¡Recuerda que nunca es tarde para empezar!


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