Relación entre los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia

Relación entre los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 septiembre, 2020

“La ignorancia da la felicidad”. Ese refrán tan popular tiene, según nos demuestran varios estudios, evidencia parcial que lo respalda. Así, según un trabajo de la Universidad de Lakehead en Canadá, existe una relación muy llamativa entre los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia, un vínculo casi directo entre esas mentes brillantes y analíticas con la preocupación excesiva y la ansiedad social.

No hace mucho hablábamos en nuestro espacio de la aparente correlación entre la creatividad y el trastorno bipolar. Bien, conviene matizar antes de nada que lo que puedan decirnos estos estudios no significa ni mucho menos que detrás de toda persona con un cociente intelectual excepcional o un potencial creativo destacable, exista un trastorno psicológico. Ni mucho menos.

Existe una relación entre los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia, una evidencia que tendría su origen en la sustancia blanca cerebral.

La ciencia, y en particular los departamentos de psicología de gran parte de las universidades de todo el mundo intentan de forma periódica ofrecer información de interés, datos con una evidencia significativa que puedan ayudarnos más tarde en la práctica clínica. Así, un hecho más que evidente es el siguiente: hay muchas personas con altas capacidades que muestran comportamientos y estados que no armonizan demasiado con ese cerebro más que privilegiado. No son felices, se sienten frustradas y no toman siempre las mejores decisiones.

Son muchos los psiquiatras y neuropsicólogos de todo el mundo que se encuentran a menudo con un mismo problema: pacientes con un elevado CI que presentan ansiedad crónica y generalizada. ¿A qué se debe por tanto este hecho?

Mujer con mano en la boca simbolizando la relación entre los trastornos de ansiedad y alta inteligencia

Relación entre los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia

Quien trabaje en el ámbito de la enseñanza lo verá muy a menudo. Hay estudiantes brillantes que se caracterizan por un equilibrio y una tranquilidad más que destacable. Otros, en cambio, se frustran con rapidez ante cualquier cambio, anticipan en negativo y caen en estado de estrés muy desgastante, hasta el punto de reducir su rendimiento académico.

Tscahi Ein-Dor y Orgad Tal, dos psicólogos de la Universidad de de Lakehead en Canadá, realizaron diversos experimentos en varios centros de secundaria y facultades con el objetivo de estudiar estos comportamientos que al fin y al cabo terminan obstaculizando el éxito personal y profesional de un buen número estudiantes. Así, y tras incluir en esos estudios la prueba de la resonancia magnética, fue precisamente esto último lo que evidenció algo tan llamativo como inesperado.

La sustancia blanca y la alta inteligencia

Los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia se podrían explicar por una pequeña anomalía cerebral en la sustancia blanca. Recordemos que esta estructura, formada en su mayoría por axones mielinizados, está relacionada con la transmisión de la información, determina nuestra inteligencia y la agilidad de los procesos cognitivos. A su vez, también se involucra con el tema emocional.

Una parte de los científicos opinan que a medida que se desarrollaba la inteligencia en el ser humano también lo hizo la ansiedad. ¿La razón? Por un fin muy concreto: anticipar los peligros, para que esa capacidad de análisis y procesamiento de la información nos sirviera para mejorar nuestra supervivencia al anticipar riesgos y amenazas. Obviamente, en el momento en que la ansiedad alcanza cuotas demasiado elevadas, la inteligencia pierde su potencial porque la persona se siente, literalmente, paralizada.

Características de las personas con alta inteligencia y trastornos de ansiedad

Esa pequeña anomalía o variación en la sustancia blanca cerebral no determinaría al 100% que esa persona con altas capacidades, desarrolle en algún momento un trastorno de ansiedad. Hay un riesgo mayor, una susceptibilidad más evidente a no poder controlar las emociones y las situaciones de estrés. Todos esos procesos,  se evidenciarían, por término medio, en las siguientes características:

figura simbolizando la relación entre los trastornos de ansiedad y alta inteligencia
  • Inteligencia centinela: capacidad para anticipar amenazas o peligros que los demás no perciben (algo que en ciertos contextos puede ser beneficioso).
  • Hipersensibilidad. Los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia se perciben sobre todo en esa baja tolerancia a los contextos con mucha gente, con gran número de estímulos que terminan por producir agotamiento mental.
  • Contagio emocional. Otra característica habitual de las personas muy inteligentes es que además, evidencian una baja “ecpatía” es decir, son muy sensibles a las emociones de los demás, pero no saben filtrarlas, manejarlas, separarlas de su realidad. Ello les aboca a sufrir continuos “contagios emocionales”, con el cansancio y bloqueo que ello conlleva.
  • Derrochadores subconscientes. Este curioso término que nos puede parecer algo extraño, pone en evidencia un hecho que nos sonará bastante. Las personas con un elevado CI piensan demasiado. Derrochan un exceso de energía mental y emocional en cuestiones intrascendentes que en gran parte de los casos, no les lleva a ningún sitio.
  • El mundo está lleno de posibilidades y no pueden ignorar ninguna. Los trastornos de ansiedad y la alta inteligencia se evidencia también en esa incapacidad para establecer límites, para dejar a un lado unas opciones y elegir otras. El mundo, para ellos, está lleno de infinitas opciones, variables y condiciones y son incapaces de descartar alguna.
hombre entrando en laberinto simbolizando la relación entre los trastornos de ansiedad y alta inteligencia

Llegados a este punto, la pregunta es casi inevitable. ¿Cómo lidiar con ello? ¿Cómo manejar un cerebro hiperactivo incapaz de poner filtros a una realidad demasiado compleja, llena de datos, emociones y estímulos? Podríamos decir que lo más recomendable sería acabar con esa ansiedad, reducirla, hacerla lo más pequeña posible.

Bien, por curioso que nos parezca, la respuesta no es esa. La clave está en usar la ansiedad a nuestro favor, manejarla con efectividad sabiendo usar todo su potencial. Porque, si evolutivamente la alta inteligencia y la ansiedad van de la mano por un fin, orientémonos por tanto de cara a ese mismo fin. Aprendamos a usar esa activación para intuir lo que otros no ven, para anticipar riesgos, eventos y probabilidades. Pero hagámoslo con equilibrio, sabiendo poner filtros, caminos ordenados donde pueda fluir ordenadamente toda esa energía mental.

Todo esfuerzo valdrá la pena.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.