Síndrome del agotamiento femenino: ¿en qué consiste?

El síndrome del agotamiento femenino aparece sobre todo en mujeres que combinan su trabajo fuera del hogar con el trabajo dentro del hogar, la educación y el cuidado de los hijos, el exceso de responsabilidades, etc. ¿Quieres conocer más sobre él y sobre cómo prevenirlo?
Síndrome del agotamiento femenino: ¿en qué consiste?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 01 febrero, 2022

El síndrome del agotamiento femenino, o síndrome de la mujer agotada, engloba una serie de síntomas, entre los que destacan el cansancio vital. Este cansancio vital provocaría un agotamiento físico y mental y un mal humor crónico.

Pero, ¿de qué hablamos exactamente? Se trata de un síndrome acentuado en la actualidad por una serie de factores, como las dificultades y el agotamiento extra que han obligado a muchas mujeres a compaginar las tareas familiares con su jornada laboral. ¿Qué más sabemos de este síndrome? ¿Por qué surge y cómo se manifiesta?

¿Qué es el síndrome del agotamiento femenino?

Es importante, antes de nada, aclarar que el síndrome del agotamiento femenino no es ninguna enfermedad. De hecho, en España no existe este diagnóstico oficial, pero en Inglaterra, por ejemplo, el Servicio Nacional de Salud ya usa el término TATT para describirlo (que significa ‘Tired all the time, ‘cansadas todo el tiempo’).

Así, se trata de un conjunto de signos y síntomas que suelen aparecer conjuntamente. Generalmente, este síndrome no está causado por algo en el cuerpo de la mujer, sino más bien, por los factores externos al mismo. Entre ellos, un modelo cultural que hace que muchas mujeres se agoten por tener que dedicar gran parte de su tiempo de ocio a otras tareas, como las tareas del hogar.

De esta forma, en cierto modo, el síndrome del agotamiento femenino surge en gran parte por la forma en la que la mujer se relaciona con su entorno, con sus responsabilidades y con su rol social “asignado” (además de con las personas que habitan en dicho entorno).

Síntomas del síndrome del agotamiento femenino

En cada mujer la manifestación de este síndrome varía, aunque sí podemos hablar de algunos síntomas más esenciales o generales: el cansancio y el agotamiento (físico y mental), la irritabilidad y un estado de ánimo bajo.

Mujer triste y agobiada

La sobrecarga del día a día

Un estudio llevado a cabo por el Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universidad de Valencia sugiere que las mujeres con menores, que además teletrabajan, soportaron la mayor parte del estrés del confinamiento.

Según los autores del estudio, serían ellas las que tendrían que poner en marcha más estrategias para coordinar y dedicar tiempo a los ámbitos de su vida. Y ello supone, en muchas ocasiones, renunciar a tiempo de calidad para ellas mismas, para su propio disfrute o para disfrutar del tiempo de ocio.

Son mujeres que intentar ganarle tiempo al tiempo madrugando y conectándose a sus correos profesionales de forma continuada, todo ello mientras educan, cuidan y se hacen cargo de las tareas domésticas. Esta presión hace que aparezca el síndrome del agotamiento femenino.

Causas: ¿por qué se produce?

Como hemos visto, una de las principales causas de este síndrome es el modelo cultural -machista- en el que estamos inmersos, que defiende la segregación de los roles de género y que le asigna a la mujer el rol de madre, de ama de casa, de cuidadora, y tantos otros roles “esperables” que sobrecargan a la mujer y que no recaen sobre el hombre.

Esta carga cultural facilita la aparición del síndrome. En este sentido, y para ser más concretos, las tareas del hogar por ejemplo son actividades asignadas socialmente a la mujer. Es decir, forman parte de su rol de género (no olvidemos que el género es una construcción psicosocial), de lo que se espera de ellas solo por el mero hecho de ser mujer. Así, el exceso de responsabilidades asignadas a la mujer sería el origen de este síndrome.

La importancia del autocuidado para su prevención

Ante un síndrome de estas características, es importante realizar pequeñas conductas enfocadas a su prevención. El autocuidado es la principal, a través de conductas como:

  • Realizar cada día los descansos necesarios.
  • Comer adecuadamente.
  • Delegar las tareas y responsabilidades.
  • Realizar una buena gestión del tiempo.
  • Distribuirse las tareas del hogar con el compañero de vida si se tiene.
  • Pedir ayuda (tanto a nivel familiar, como ayuda a profesionales).
  • Buscar tiempo para una misma.
  • Priorizarse.
Hoja con forma de corazón

Consecuencias del síndrome del agotamiento femenino

Sabemos que el estrés crónico tiene efectos en nuestro organismo, y este síndrome no es una excepción. Así, el síndrome de agotamiento femenino puede ocasionar problemas en el futuro (sobre todo si se mantiene en el tiempo), como: enfermedades de la piel, problemas de tensión muscular o debilidad del sistema inmunológico.

De ahí que sea tan importante que pongamos en marcha algunas de las medidas que hemos expuesto en el punto anterior. Además, destacar que estas medidas valen tanto para el síndrome de agotamiento femenino como masculino.


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