El síndrome de Atlas: cargo sobre mí el peso del mundo

El síndrome de Atlas aparece con frecuencia en adultos que de niños se vieron en la obligación de asumir el rol de cuidadores.
El síndrome de Atlas: cargo sobre mí el peso del mundo
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 abril, 2022

¿Sientes a menudo que tienes sobre tus hombros el peso de toda tarea y responsabilidad? ¿Te pesa el trabajo, la vida, la familia y hasta los propios pensamientos, pero aun así te empeñas en que todo esté bajo tu control? Este estado mental define lo que se conoce como síndrome de Atlas, una realidad que aparece con más frecuencia de la que pensamos.

Son muchas las personas que caminan por el mundo con la obligación moral de “poder con todo”. Son conscientes de que están al límite de sus fuerzas, saben que sería adecuado delegar y más necesario aún descansar. Sin embargo, es así como entienden la vida y así como han sido siempre: responsabilizándose de tareas y adquiriendo compromisos que exceden a sus recursos personales, pero que a pesar de ello necesitan llevar a cabo.

Este tipo de dinámicas suele darse en quien ya desde niño tuvo que asumir tareas que no eran acordes a su edad. Cuidar de los hermanos menores o responsabilizarse incluso de padres o abuelos es algo que modifica en cierto modo la personalidad y la visión que se tiene de uno mismo. Profundizamos en ello.

Lo más contradictorio de las personas con síndrome de Atlas es que se sienten agotadas de tener que responsabilizarse de todo, sin embargo, es así como entienden la vida y refuerzan su autoestima.

mujer que sufre el complejo de Atlas

¿En qué consiste el síndrome de Atlas?

En la mitología griega, Atlas era el joven titán al que Zeus condenó a tener que cargar el peso del arco de los cielos sobre sus hombros. Lo hizo como castigo después de que este liderara, junto al resto de titanes, una guerra contra los dioses olímpicos. Aquella rebelión salió mal y Atlas fue castigado con esa pena en las proximidades de su propio reino, el jardín de las Hespérides. Un emplazamiento que muchos sitúan en el estrecho de Gibraltar.

Bien, como sucede cuando se intentan describir realidades psicológicas, es común acudir a las leyendas o las figuras clásicas de los cuentos. En este caso, el síndrome de Atlas no refleja tampoco ninguna entidad clínica que aparezca en los manuales de diagnóstico. No obstante, sí ejemplifica una realidad muy puntual que describe a todas esas personas que “cargan” sobre ellas mismas un exceso de responsabilidades.

La infancia perdida y los niños ejerciendo de adultos

La revista de psicología británica le dedicó un artículo de investigación a este tema en el 2011. Los psicólogos L. Z. Vogel y Savva Stavrola profundizaron en el síndrome de Atlas para descubrir que aparece, básicamente, en personas que no tuvieron una auténtica infancia. Fueron niños que, por diversas razones, se vieron obligados a desempeñar el papel de adultos al tener que cuidar a hermanos menores, padres o abuelos.

Estas vivencias tempranas generaron en ellos una elevada ansiedad. En buena parte de los casos, no podían llegar a todas las necesidades y demandas de su entorno, se veían superados y esto minó su autoestima y autoconcepto.

Asumir responsabilidades para reforzar la imagen personal

Cuidar de otros, procurar el bienestar de los demás, trabajar para cubrir necesidades ajenas… Quien se involucra desde edades tempranas en estos fines termina entendiendo la vida de dicha manera. El síndrome de Atlas define a esas personas que entienden su existencia asumiendo un exceso de responsabilidades. Hacerlo es un modo de reforzar su autoestima, de mantener su identidad.

  • Son personalidades que descuidan sus necesidades para priorizar la de los demás.
  • No conectan con sus realidades psicológicas y emocionales, las dejan a un lado porque lo único que importa es trabajar, rendir, llegar a todos —menos a sí mismos—.
  • Son poco asertivos. Son incapaces de poner límites y de decir “no” cuando se les pide algo.
  • Como señalan en el estudio anteriormente señalado de los psicólogos L. Z. Vogel y Savva Stavrol (2011) Las personalidades Atlas presentan una sensibilidad y preocupación excesiva por el bienestar físico y emocional de los demás. 

El síndrome de Atlas y la salud mental

Quien vive durante décadas desplazando sus necesidades y volviendo el rostro a sus realidades psicológicas no llega a buen puerto. El síndrome de Atlas correlaciona con trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor. También son comunes los trastornos de pánico y la ansiedad que somatiza en dolores de estómago, cefaleas, vómitos, etc.

Por otro lado, es importante destacar un aspecto. Esta realidad es muy común en los hombres, la construcción social de la masculinidad y la idea de que “deben poder con todo” son una motivación adicional para asumir situaciones de elevado desgaste mental. El índice de suicidios entre los hombres es más alto que en las mujeres y detrás de este dato tan duro, se esconde a menudo este problema.

Esa necesidad persistente por tenerlo todo bajo control y procurar el bienestar de todos menos de uno mismo, termina pasando factura física y mental a la persona con síndrome de Atlas. En estos casos, pueden llegarse a límites especialmente serios.

hombre que sufre el complejo de Atlas

¿Cómo actuar cuando pienso que todo es responsabilidad mía?

No es fácil aprender a dejar peso, a delegar y a centrarse en las propias necesidades cuando llevamos toda la vida focalizados en los demás. La idea de vincular la autoestima a la imagen personal y a cuán productivos seamos no es saludable. Como tampoco lo es alzarnos como únicos proveedores de bienestar, recursos y felicidad de los nuestros.

El mito de que debemos “poder con todo” es un mal eslogan que nos han vendido y que hemos asumido sin pensar. Una presión física y mental que se traduce en ir perdiendo la vida poco a poco y día a día. No es saludable, ni lógico ni aceptable. Por ello, es necesario reformular muchos de los esquemas mentales que hemos validado sin cuestionarnos.

Algo así pasa obligatoriamente por tener que acudir a terapia psicológica, porque en muchos casos tras el síndrome de Atlas hay depresiones descuidadas, condiciones mentales no atendidas. No lo dejemos para mañana. Nadie puede ni debe responsabilizarse de los demás si primero no lo hace de sí mismo.


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  • Maier R. Self-Responsibility: Transformations. American Behavioral Scientist. 2019;63(1):27-42. doi:10.1177/0002764218816802 Vogel, L.Z. and Savva, S. (1993), Atlas personality. British Journal of Medical Psychology, 66: 323-330. https://doi.org/10.1111/j.2044-8341.1993.tb01758.x

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