¿Qué es el síndrome de Madame Bovary?

Las personas con el síndrome de Madame Bovary no saben estar solas, temen ser abandonadas y viven aferradas a un amor ideal casi imposible. Si quieres saber más sobre este síndrome, ¡sigue leyendo!
¿Qué es el síndrome de Madame Bovary?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 agosto, 2023

El Síndrome de Madame Bovary o Bovarismo es un trastorno de comportamiento que surge a raíz de la aparición de las novelas románticas del siglo XIX. Desde entonces, la idealización del amor ha conducido a miles de personas (fundamentalmente mujeres) a una continua frustración y decepción. La búsqueda de ese “amor ideal” siempre termina chocando con la percepción realista de una relación de pareja.

Hablamos de una psicopatología que fue descrita por primera vez en 1892, por el filósofo Jules de Gaultier. En su ensayo, basado en la obra Madame Bovary, se refiere a la figura de su protagonista, Emma, como el perfecto estereotipo de persona que sufre lo que él llamó “una insatisfacción crónica afectiva”.

¿Quién fue Madame Bovary?

Emma Bovary es un personaje literario, creado por el escritor francés Gustave Flaubert en 1857. La obra cuenta su matrimonio con Charles Bovary, un médico de provincias que la adora, pero al que ella no corresponde. Esto es, en parte, causa de su afición a las novelas románticas de la época, que devora ferozmente desde que era una adolescente.

La búsqueda constante de las relaciones apasionadas y obsesivas que descubre en sus libros provocan en ella un estado de insatisfacción emocional terrible y constante. Tras sufrir una depresión, Charles decide mudarse a una pequeña ciudad, donde conocerán a una serie de variopintos personajes.

Emma se dejará seducir por dos de ellos, primero por un joven estudiante y luego por un Casanova llamado Rodolphe. Su relación con ambos es posesiva, celosa y muy dependiente. Ante el abandono de sendos amantes, termina por suicidarse ingiriendo arsénico en polvo.

Madame Bovary, al igual que otros personajes literarios como Ana Karenina, renuncian a sus familias y a sus roles como esposas por perseguir el amor. Esto, por un lado, puede parecer muy reivindicativo, pero, por otro, es una gran crítica al amor idealizado. Emma está tan obsesionada por satisfacer sus anhelos que no le importa endeudar a su familia, descuidar a su hija o hacer daño a la gente que la rodea.

“Cuidado con la tristeza, es un vicio”

-Gustave Flaubert-

Madame Bovary con uno de sus amantes

¿Cuáles son las características del Síndrome de Madame Bovary?

Entre los principales características de este síndrome encontramos la insatisfacción, así como el mantenimiento de unas expectativas y perspectivas rígidas y poco realistas. También hay una marcada disonancia cognitiva y una visión sesgada sobre el mundo y las relaciones amorosas. Veamos otras características relevantes.

1. Adicción al romance

Las personas que sufren el Síndrome de Madame Bovary no saben estar solas. Viven con la idea de que llegará un ser amado ideal que cambiará sus vidas y les despojará de la rutina y los problemas. Cuando dejan una relación no tardan en empezar otra. Su única meta es encontrar a una persona como la que describen los libros, series o películas románticas.

Cada vez que se encaprichan de alguien nuevo tienden a obsesionarse con él. Lo idealizan de tal forma que es imposible hacerles cambiar de idea, incluso si la persona en cuestión no les corresponde o no les conviene.

2. Relaciones imposibles

Debido a su incapacidad para mantener una relación real, suelen recurrir a los amores imposibles. Puede darse el caso de que ya tengan pareja y, aun así, sigan persiguiendo la ilusión del amor ideal con otra persona.

Esto las lleva a la infidelidad, puesto que al no saber estar solas, raramente terminarán un romance si no tienen un “as” -otro- en la manga. Las relaciones complicadas o con personas atormentadas les atraen por considerarlas románticas y apasionadas.

3. Insatisfacción constante

Al tiempo de comenzar una relación, empiezan a descubrir que su pareja es un ser humano y que, por ende, tiene defectos. La idealización desaparece, y con este desvanecimiento llega la frustración de nuevo. Ya no consideran que esa persona es la adecuada y empiezan a mostrar síntomas de desinterés.

Nunca llegan a sentirse satisfechos con nadie, porque no entienden el amor más allá de la primera etapa del enamoramiento. Su visión de las relaciones es sesgada y basada en historias o en personajes que nunca han experimentado la tranquilidad, los problemas o la monotonía.

4. Mímesis con la persona amada

Debido a la obsesión con la pareja, empiezan a copiar sus gustos, aficiones e incluso forma de pensar. La mímesis se produce por la exagerada admiración que siente por el otro, aunque también por miedo. El Síndrome de Madame Bovary provoca un intenso temor a que la otra persona les abandone. Esto puede hacer que ante una ruptura reaccionen bastante mal.

Escena de la película Madame Bovary

¿A quién afecta el Bovarismo?

Aunque hace un par de siglos era una psicopatología más recurrente en mujeres, actualmente se ha equilibrado más la incidencia. Esto se debe a que antiguamente los hombres eran los que trabajaban, mientras las mujeres permanecían en casa, ocupando su tiempo libre en actividades como la lectura. Esta les hacía evadirse de la realidad, transportándolas a lugares donde no existían los problemas cotidianos.

Las personas que lo padecen suelen haber tenido problemas de abandono o carencias afectivas durante la infancia. Esto las lleva a una necesidad exacerbada de conseguir la atención de su pareja, en un intento de no volver a experimentar esos sentimientos.

El síndrome de Madame Bovary tiene como principal síntoma el estado melancólico. Las personas que sufren este mal pueden ser tratadas con la ayuda de especialistas, que serán los encargados de evaluar el caso y establecer el protocolo de intervención más adecuado. Este síndrome también puede estar relacionado con otros trastornos más graves, como el trastorno obsesivo o el límite, que hacen todavía más necesaria la intervención por lo peligroso de su curso.

Consecuencias psicológicas y relacionales

Una de las principales consecuencias de este síndrome es la constantemente insatisfacción e infelicidad de la persona. Es habitual que aparezcan síntomas ansiosos y depresivos, con tendencia a la melancolía y la distimia. En ocasiones, puede conducir a conductas agresivas y autodestructivas.

Las relaciones sociales y de pareja de estas personas son insatisfactorias y están dominadas por la posesividad, los celos y las recriminaciones. En las relaciones íntimas tienden a depender del otro, de tal manera que muchos de sus propios intereses quedan de lado por temor a ser abandonados.

Causas y tratamiento

Sus causas no son conocidas aún. Sin embargo, se cree que el origen de la insatisfacción crónica que se halla en la falta de adecuación entre las expectativas de la persona y la realidad. Estas expectativas pueden deberse a una visión utópica de las relaciones románticas. También, se ha observado que las personas con este síndrome tienden a haber padecido situaciones de abandono o privación en la infancia.
El tratamiento del Síndrome de Madame Bovary requiere de una intervención sobre las creencias centrales, los sesgos cognitivos y la autoestima. Es necesario hacer reflexionar a la persona sobre su manera de pensar, sentir y relacionarse y sobre cómo esta forma de relacionarse ha afectado su vida y la de quienes le rodean.

Para concluir, las personas con este síndrome se ven desbordadas por idílicas fantasías amorosas que nunca llegan a cumplirse en la realidad. El amor real que les toca vivir nunca satisface sus expectativas, ni la imagen idealizada que tienen de él.

Bibliografía recomendada

Gaultier, J, (1892), Le Bovarysme, la psychologie dans l’œuvre de Flaubert, París, Francia.


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  • Ramachandran, V. S., & Jalal, B. (2017). The evolutionary psychology of envy and jealousy. Frontiers in psychology8, 1619.

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