Sistema nervioso simpático y parasimpático: diferencias y características

El sistema nervioso es una red de neuronas clave para nuestra supervivencia y adaptación a cualquier medio. En este artículo explicaremos las diferencias entre el sistema nervioso simpático y parasimpático.
Sistema nervioso simpático y parasimpático: diferencias y características
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 23 octubre, 2023

Los sistemas nerviosos simpático y parasimpático favorecen la interacción del organismo con el mundo a través de las neuronas.

El sistema nervioso en su totalidad es una red compleja de estructuras y procesos cuya principal misión es controlar y regular el funcionamiento de nuestros órganos y sistemas, y coordinar sus respectivas relaciones. Asimismo, es el encargado de mediar las relaciones del organismo con el medio externo, procesando las señales eléctricas y químicas que recibe de los órganos de los sentidos.

En un nivel “simple” de funcionamiento, el sistema nervioso se encarga de regular el medio interno de todo organismo, controlando sus respuestas autónomas y endocrinas. Mientras, en un nivel más complejo, se encarga de comunicar al organismo con el medio externo en el que se desenvuelve, mediante las funciones sensoriales y motoras (Merino y Noriega, 2011).

El sistema nervioso, entonces, está organizado para reconocer las perturbaciones, alteraciones o cambios que ocurren en el medio interno y externo al organismo. También está equipado para predecir, evaluar e interpretar información y responder, en consecuencia, a través de cambios en los músculos o glándulas.

Este sistema se divide en dos grandes subsistemas:

  • Sistema nervioso central (SNC) compuesto por el encéfalo y la médula espinal.
  • Sistema nervioso periférico (SNP), que es la parte nerviosa que se sitúa por fuera del encéfalo y la columna vertebral, y se compone de dos partes: el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo (también llamado neurovegetativo).
Sistema nervioso iluminado

El sistema nervioso autónomo: simpático y parasimpático

El sistema nervioso autónomo (SNA) opera sin control consciente y voluntario. La regulación de la presión arterial, las respuestas gastrointestinales a los alimentos, la contracción de la vejiga urinaria, el enfoque de los ojos y la termorregulación son solo algunas de las muchas funciones homeostáticas reguladas por este sistema (McCorry, 2007).

El SNA desempeña una función importante en la interacción del organismo con el ambiente, regulando los procesos orgánicos con el fin de ajustar su funcionamiento frente a las demandas del medioambiente. Debido a que vivimos en ambientes que continuamente están cambiando de un estado a otro, es necesario contar con este tipo de sistemas que permitan mantener un estado de equilibrio interno u homeostasis (Del Abril, et al., 2009).

Sistema nervioso simpático

El sistema nervioso simpático (SNS) es una parte del sistema nervioso autónomo que prepara al cuerpo para la acción en momentos estresantes, subiendo la tasa metabólica e involucrando a gran parte de los recursos corporales para hacerle frente a la situación (Feldman, 2014).

Este sistema es el que desencadena las respuestas de “lucha o escape” ante situaciones amenazantes que ameritan una respuesta inmediata. Algunas de los principales efectos que provoca su activación son los siguientes:

  • Aumenta el ritmo cardíaco.
  • Incrementa la presión arterial contrayendo los vasos sanguíneos.
  • Aumenta la glucosa en sangre.
  • Disminuye los movimientos peristálticos.
  • Dilata las pupilas para mejorar la visión.
  • Relaja los bronquios para aumentar el flujo de aire a los pulmones.
  • Disminuye la secreción de saliva.
  • Contracción de los músculos pilomotores (piel de gallina).
  • Aumenta la sudoración.
  • Provoca la secreción de adrenalina.
  • Aumento del metabolismo


Sistema nervioso parasimpático

El sistema nervioso parasimpático (SNP) es opuesto al SNS. Ambos se excluyen, pero propician el equilibrio en el organismo. Un estado de excitación o activación constante como los que provocan el SNS no sería adaptativo para ningún organismo, por ende, es necesario que otro sistema lo contrarreste cuando sea pertinente.

De lo anterior se deduce que el SNP es esa parte del sistema nervioso autónomo que calma el cuerpo después de una situación estresante en la que participó el sistema nervioso simpático; es el medio para conservar los recursos energéticos (Feldman, 2014). Algunas de los principales efectos que provoca su activación son:

  • Disminuye el ritmo cardíaco.
  • Disminuye la presión arterial.
  • Aumenta los movimientos peristálticos.
  • Contrae las pupilas.
  • Constriñe los bronquios.
  • Aumenta la salivación.
  • Relaja los músculos pilomotores.
  • Disminuye la sudoración.
  • Hinchazón del clítoris y erección del pene.
  • Permite la liberación de enzimas digestivas e insulina.


Diferencias entre el sistema nervioso simpático y parasimpático

El abordaje anterior nos ha permitido observar algunas diferencias entre el sistema nervioso simpático y parasimpático. A continuación, analizaremos algunos puntos diferenciales más:

  • El sistema parasimpático estimula actividades que tienen lugar en condiciones normales para asegurar el bienestar a largo plazo (por ejemplo, la digestión), mientras que la activación del simpático sirve para enfrentarnos a emergencias a corto plazo (Redolar et al., 2010).
  • Los nervios simpáticos estimulan, organizan y movilizan los recursos energéticos ante situaciones de emergencia; mientras que los nervios parasimpáticos actúan conservando la energía (Pinel, 2007).
  • Los cambios simpáticos indican activación psicológica, mientras que los cambios parasimpáticos indican descanso psicológico (Pinel, 2007).
  • El sistema nervioso simpático se origina en las regiones torácica y lumbar de la columna (T1-L2), mientras que el parasimpático se origina en el tronco del encéfalo (nervios craneales III, VII, IX y X) y región sacra de la médula espinal (S2-S4).
  • Otra diferencia entre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático es que los primeros están distanciados de los órganos diana, formando la cadena paravertebral; mientras que los segundos están a corta distancia de los órganos diana o en ellos y no forman ninguna cadena.
  • Los axones postganglionares del SNS son relativamente largos y mielinizados, mientras que para el SNP son cortos y no mielinizados.
  • El neurotransmisor liberado por las neuronas postganglionares sobre los órganos diana del SNS es la adrenalina, mientras que para el SNP es la acetilcolina.
  • El sistema nervioso simpático inhibe la actividad del estómago, mientras que el parasimpático la estimula.
  • El sistema nervioso parasimpático contrae la vejiga; el simpático la relaja.
  • El SNP es un sistema de conservación y recuperación de energía, y su influjo predomina en condiciones de reposo. Por su parte, el simpático está relacionado con procesos que requieren gasto energético.
  • El parasimpático activa el sistema inmunológico, mientras que el simpático lo suprime.
  • El simpático disminuye la secreción de enzimas como la de insulina, mientras que el parasimpático la aumenta.
Neurona del sistema nervioso

El sistema nervioso simpático y parasimpático son antagónicos. Además, gracias a su convivencia somos capaces de contar con un organismo equilibrado y capaz de adaptarse a circunstancias muy distintas. De esta manera, nuestro sistema nervioso es capaz de poner a nuestro cuerpo en estados muy distintos: dejar que nos relajemos un rato leyendo o cruzar rápidamente un paso de cebra porque un coche viene muy rápido. Lo maravilloso de la existencia de los dos sistemas es el producto de ambos.

Estos sistemas funcionan de manera involuntaria, es decir, el organismo no tiene influencia voluntaria sobre su activación. Para terminar, ambos sistemas son totalmente necesarios para la supervivencia y la adaptación a las diversas circunstancias a las que nos enfrentamos en nuestra cotidianidad.


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