Te regalaré unas alas para volar al lugar que desees

Te regalaré unas alas para volar al lugar que desees
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 20 diciembre, 2017

Si alguna vez has amado a alguien, sabrás que hay veces en que llega el momento de dejar ir, de dar alas y dejar a esa persona que vuele a donde desee. O quizás has vivido ocasiones en las que debes dejar volar a la persona que está a tu lado para que sea ella misma, para que se descubra y explore el mundo que gira alrededor.

Pero son situaciones en las que debemos sentirnos orgullosos de nosotros mismos por dejar ir a una persona que realmente amamos o por dejarla ser ella misma sin condiciones, porque amar no es poseer, es mucho más, es respetar, es ayudar, es ser cómplice, es desear lo mejor para la otra persona, aunque queramos retenerla a nuestro lado.

“Pies ¿para qué os quiero si tengo alas para volar?”

-Frida Kahlo-

Aprender a dejar ir

Lo que más se interpone entre nosotros y el hecho de dejar a la persona que queremos es nuestro propio ego. Pensamos en nosotros, en cómo nos sentiremos cuando esa persona se haya marchado, no en cómo se sentirá esa persona si no vuela donde quiera.

Dejar ir es algo que deberemos aprender una y otra vez. Porque a lo largo de nuestra vida habrá muchos momentos en los que deberemos dejar ir, aunque nos duela el corazón, aunque nuestros latidos rueguen que no lo hagamos. No importa, es a nuestra alma a quien debemos preguntar ¿qué es mejor para la otra persona?, ¿dejarla ir o retenerla por una razón completamente egoísta?

Aprender a dejar ir a una persona tiene mucho que ver con nuestra autoestima. Si sabemos disfrutar de nuestra soledad, tenemos nuestros propios espacios, aficiones y amigos y, sobre todo, si amamos de verdad a otra persona, no solo la dejaremos ir sino que le ayudaremos a construir sus alas.

 

Niña con alas que quiere volar

Cómo liberarse del ego para dejar ir

Nuestro ego a veces nos domina, no nos permite pensar nada más que en nosotros mismos. Pero es hora de cambiar y de pensar en otros, de dejar a cada uno que vuele y fabricarle las alas si es necesario. A continuación, te proponemos 3 consejos para lograr liberarte del ego:

No busques tener razón

Hay muchas personas que no escuchan cuando las hablas, que solo se centran en tener la razón sin necesidad de considerar la opinión de los demás e incluso a veces, sin dejar que hablen.

Pero tú debes diferenciarte, no te empeñes en tener razón, hay muchas situaciones que se pueden ver desde perspectivas muy distintas y en las que todos pueden tener razón. Sé tolerante y actúa con empatía, simplemente escucha.

“El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.”

-Charles Dickens-

Libérate de desear siempre más

Nuestro ego siempre nos reclama más, más atención, más dinero, más amor, más tiempo, más cosas materiales, pero nuestra labor es frenar ese ansia de posesión y hacernos una siempre pregunta: ¿qué es lo que realmente necesito?

Porque hay muchas cosas que si lo pensamos detenidamente no las necesitamos y hay veces que eso nos ocurre con las personas, tratamos de retenerlas cuando realmente deberíamos dejarlas volar y que construyan su camino.

No te identifiques con tus logros

En ocasiones, nos obsesionamos con tener éxito, sin preguntarnos qué es el éxito. Nuestros logros no somos nosotros mismos, son cosas diferentes. No te apegues a tus logros, sigue tu camino. El éxito no es el dinero ni el poder, sino el estar rodeado de las personas que nos quieren y disfrutar de esos momentos de intimidad.

Si amas a una persona comprenderás que tenerla a tu lado no es un logro, porque una persona no es una posesión. Se trata de entender que tu logro es que esa persona sea feliz y quizás esa felicidad a tu lado no la alcance.

Pareja volando con paraguas

Da alas a quien amas

Si una persona a la que amas tiene un sueño, dale alas para que haga realidad ese sueño, aunque vivir ese sueño signifique que tiene que alejarse de ti. No se trata de ti, sino de la felicidad de otra persona.

Es complicado y con toda probabilidad sufriremos, pero con el tiempo nos daremos cuenta de que hemos crecido y de que hemos aprendido a ver a través de los ojos de la persona a la que amamos y de demostrarle nuestro profundo amor dándole alas para volar.

“¿Qué mundos tengo dentro del alma que hace tiempo vengo pidiendo medios para volar?”

-Alfonsina Storni-


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.