«Work-life balance»: la importancia del equilibrio entre el trabajo y la vida personal
Los tiempos que corren traen nuevos vientos en lo laboral, como las técnicas de mejora de productividad, dinámicas de team building o los nuevos programas de prevención de acoso en el trabajo. Entre ellos destaca el work-life balance o, dicho de otro modo, el equilibrio entre el tiempo libre y el de trabajo.
Y es que uno de los aspectos destructivos de esta nueva era es la difuminación de los límites entre el trabajo y la vida cotidiana. Factores, como las redes sociales, los horarios flexibles y el aumento de personas que se acogen a un régimen autónomo, hacen que terminar de trabajar sea prácticamente una utopía.
En este artículo, encontrarás una revisión de este concepto y su aplicación en el área laboral. No te lo pierdas, pues la información al respecto te dará poder para equilibrar mejor tu vida.
¿Qué es el work-life balance?
Work-life balance es un concepto en inglés que se refiere al equilibrio entre el tiempo y los recursos dedicados al trabajo remunerado y el tiempo y los recursos dedicados al resto de las ocupaciones vitales. Tanto el trabajo como el tiempo libre son necesarios para garantizar el bienestar físico y psicológico.
Una persona con un buen work-life balance trabaja las horas estipuladas, en un horario que permite conciliar su vida personal con la laboral y dispone del tiempo adecuado para tener ocio con sus círculos sociales. Esto incluye, por supuesto, tener un ambiente sano en el trabajo y una remuneración suficiente para cubrir las necesidades vitales de cada individuo.
Además, es necesario invertir dinero y tiempo en crear buenas condiciones para los trabajadores. Algunas empresas disfrazan la conciliación con métodos cuestionables. Seguro que te suena lo siguiente: registrar horas extra como si fueran de descanso o hacer pasar por ocio actividades de team building.
¿Por qué es importante el work-life balance?
Como se mencionó en líneas anteriores, una buena gestión de los tiempos y recursos dedicados al trabajo y a la vida cotidiana es sinónimo de bienestar y productividad. Para que veas esto de una forma menos abstracta, aquí tienes los puntos más significativos a tener en cuenta en el work-life balance:
- Si no se establecen límites al tiempo de trabajo, este se convierte en la única actividad importante. Es decir, si no se acota un horario de trabajo y unas funciones claras, es fácil que la sensación de tener algo pendiente que hacer se extienda hasta cubrir todo el día.
- Prevenir el síndrome de burnout y los trastornos depresivos y de ansiedad es fundamental para mantener una población sana y productiva. Si las personas no tienen la oportunidad de cuidar todos los aspectos de su vida, tarde o temprano dejarán de producir, quieran o no.
- La vida es más que trabajar y atender responsabilidades. No basta con dejar el tiempo justo para que las personas puedan cumplir con sus responsabilidades domésticas. El tiempo de descanso y de ocio también son necesarios para mantener la mente y el cuerpo en buen estado.
Piensa, por ejemplo, en un trabajador autónomo. Puesto que sus ganancias dependen directamente de cuánto trabaje, es muy fácil que extienda su horario laboral a todo su periodo de vigilia, prácticamente. No saber autoimponerse un horario (o la precariedad del trabajo) acabará por generar hastío, ansiedad y estrés crónico.
La salud física también sufre mucho cuando no se respeta este equilibro. Las lesiones por mantener posturas fijas durante mucho tiempo, por realizar esfuerzos físicos excesivos o por realizar la misma tarea una y otra vez durante horas son una epidemia en el mundo laboral. Eso, por no contar con los gastos que supone para el sistema sanitario atender todos estos trastornos.
¿Cómo se consigue el equilibrio?
Tanto empresa como trabajador tienen responsabilidades en cuanto a conseguir un buen work-life balance. Las ideas que enumeramos a continuación pueden ayudarte a entender mejor cómo deben colaborar empresa y trabajador para que los dos se beneficien de la relación:
- Establecer horarios perfectamente delimitados: tanto por parte de la empresa como de un trabajador de cuenta propia para sí mismo, tener horarios fijos es sinónimo de salud. Los límites ambiguos en el horario favorecen la explotación, ya que crean la sensación de que se podría estar trabajando continuamente.
- Proteger la propia salud: es fácil caer en el error de que se pueden forzar el cuerpo y la mente para seguir produciendo. A corto plazo, hay soluciones que permiten hacerlo (psicofármacos, antiinflamatorios, servicios de fisioterapia, etcétera). No obstante, se produce un desgaste progresivo y sutil que deteriora la salud y, por tanto, la productividad.
- El work-life balance no es únicamente conciliación familiar: no solo las personas con hijos tienen necesidades vitales. Nadie debería tener que justificar sus descansos con responsabilidades.
Al final, crear un buen work-life balance requiere de que las empresas se comprometan y pongan de su parte para conseguirlo, pero también del control consciente del individuo a la hora de gestionarse. Es fácil caer en comportamientos y dinámicas que sabotean el bienestar y los derechos propios.
Los nuevos tiempos del teletrabajo
Para terminar, se debe hacer una mención especial al teletrabajo. Como modalidad emergente, aún quedan muchos aspectos por regular. Las exigencias aumentan porque la persona no tiene que desplazarse, no se compensan los gastos en las facturas por trabajar en casa, los horarios, en muchos casos, se difuminan.
Situaciones como estas abren la puerta a temas como el que nos ocupa, ya que se trata de un campo poco explorado donde romper con lo establecido es más fácil que en el trabajo tradicional. En cualquier caso, lo que está claro es que conciliar todos los aspectos vitales trae beneficios y ventajas para todos.
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