Tu último día
Todos en algún momento hemos llegado a un punto en el que sentimos la necesidad inmediata de realizar un gran cambio, ya sea laboral, social, espiritual o personal. Todos tenemos siempre ese “algo” que necesitamos cambiar. ¿Qué harías si fuese tu último día? ¿Te gustaría no haberlo cambiado?
“Cada día me miro en el espejo y me pregunto: si hoy fuese el último día de mi vida, ¿Querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es NO durante varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo”. Steve Jobs.
Lo que sucede muchas veces es que no sabemos cómo realizar ese gran cambio o no tenemos el valor para realizarlo. Hay muchas personas que esperan a que llegue el momento en el que se presente “la oportunidad perfecta”. O que les toquen en la puerta de su casa y alguien le brinde el cambio que necesitan. Eso no pasará, porque el cambio debe partir de uno.
En muchas ocasiones, o nos inhibimos o no sabemos aprovechar las oportunidades. Las oportunidades para cambiar llegan una y otra vez y nosotros simplemente no sabemos identificarlas. En otras ocasiones, las identificamos y por miedo a lo desconocido, dejamos que se alejen para esperar siempre esa oportunidad fácil o ese “momento perfecto” para hacer nuestro gran cambio.
Tu último día igual: Esta acción puede cambiarlo todo
Nunca va a llegar ese estado ideal en el que sea totalmente propicio hacer un gran cambio. Siempre va a haber riesgos y cosas de las que nos cueste desprendernos. Así que, si estás esperando ese momento perfecto para pasar a la acción, nunca va a suceder. Lo que tienes que hacer es crear el momento perfecto, la oportunidad ideal y la situación que esperabas.
Cuando tomes el valor de hacer un cambio en tu vida que quizás te intimide al principio o te saque de tu zona de confort. Pero vas a descubrir algunos talentos y habilidades que tienes y que no sabías que tenías. Vas a descubrir que tener todo lo que deseabas era cuestión de decidirte y que todos tus sueños pueden convertirse en realidad si los deseas tanto como para ir tras ellos.
No le pidas a nadie que te de la oportunidad que quieres, no le ruegues a la vida que haga un cambio extraordinario en tu vida, tu simplemente eres grandioso y puedes atraer cambios grandiosos.
Si no eres lo que quieres ser, si no tienes lo que te gustaría tener, si no estás donde crees que deberías estar, no tiene nada que ver con mala suerte o el karma. Tiene que ver con el hecho de que no estás haciendo un sacrificio y no estás haciendo algo diferente para cambiarlo.
¿Cuánto deseas cambiar?
Hay muchas personas en el mundo que se conforman, dejan de soñar, dejan de creer, dejan de querer otras cosas y no avanzan más. Personas atrapadas en trabajos que no les gustan, gente que se levanta muy temprano todos los días para seguir una rutina que los está enfermando. Personas que siguen relacionándose con gente que no quieren. ¿Por qué?
Quizás llegaste a un punto en el que nadie más cree que serás diferente o cambiarás tu situación, y este es un sentimiento muy frustrante. Se siente mucha soledad y abatimiento, particularmente cuando este sentimiento viene de familiares o amigos.
Más triste aun es que la mayoría de las personas se llevan su grandeza, sus ideas, sus sueños y sus metas al cementerio. Y es que, en el cementerio, vamos a encontrar las ideas que nunca se nos mostraron, cambios y visiones que nunca se hicieron realidad, aspiraciones y sueños que nunca fueron perseguidos.
Se requiere voluntad, pero la recompensa es enorme
Es muy sencillo fracasar en la vida, no se requiere esfuerzo para ser un perdedor, no se requiere ninguna motivación o aspiración para mantenerse en ese nivel tan bajo. No obstante, se requiere de todo lo que tienes para cultivar tu voluntad para cambiar tu vida.
“A veces nuestro destino no está en las estrellas, sino en nosotros mismos”. –William Shakespeare
En definitiva, algunos cambios requieren solo una decisión honesta, otras veces son muchas cosas pequeñas hechas bien. No huyas más de tu situación, no pongas más “peros” en tu vida, tómalo todo y conviértelo en la oportunidad perfecta. Nunca sabrás si es tu último día.
De hecho, despertar por la mañana no está garantizado para ninguno de nosotros. De modo que hoy es el gran día que esperabas, y únicamente si te arriesgas a cambiar sabrás lo lejos que puedes llegar. La pregunta es ¿Vas a hacer que tus acciones concuerden con lo que quieres para tu vida?
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