3 frases de Orson Welles

¿Qué pudo haber hecho Orson Welles de haber tenido libertad creativa para dar rienda suelta a su genio? Ya nunca lo sabremos, pero siempre nos quedarán sus míticas frases, ecos de un alma torturada llena de talento.
3 frases de Orson Welles
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 10 octubre, 2022

Antes de realizar una de las mejores películas de la historia del cine, Welles ya había deslumbrado con un célebre programa de radio capaz de asustar a todos los habitantes de los Estados Unidos, que creyeron que su país estaba siendo invadido por los marcianos.

Con solo 25 años, Welles realizó Ciudadano Kane. Corría el año 1941 cuando se estrenó esta obra tan incomprendida en su día como venerada con el paso de los años. Un film que reflejaba todo el talento de un verdadero genio de la naturaleza para dirigir cine.

Sin embargo, como el propio Welles dijo en una ocasión, tuvo que destinar el 98 % de su vida a pelear con personas de negocios que tenían el dinero. Su verdadero talento, su pasión, que era dirigir cine, se vio eclipsada por cierta incomprensión en la época.

Pocos confiaron en él porque su obra no era entendida por el público mainstream, y, como tal, recibió poco éxito en la taquilla, lo que lo llevó a morir sin demasiado dinero en el bolsillo y muchas ideas que no pudo proyectar en la gran pantalla.

Welles fue una fuerza de la naturaleza. Una mente torturada e incomprendida que tal vez se adelantó a su tiempo, o quizás nunca existirá un tiempo para alguien como él.

Las mejores frases de Orson Welles

Las frases de Orson Welles reflejan su peculiar y poderosa personalidad. Fiel seguidor y lector de William Shakespeare, Welles no solo tenía talento, también era capaz de descubrirlo, adaptarlo y potenciarlo. De hecho, sus versiones de Macbeth (1947) y de Otelo (1952) fueron sorprendentes. Conozcámoslo un poco mejor.

La soledad

“Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Únicamente a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión momentánea de que no estamos solos”.

Un claro ejemplo de lo expuesto hasta ahora. Para Welles, la soledad es la realidad palpable de todo ser humano. La amistad y el amor nos sacan de esa soledad, pero son algo momentáneo.

Tal vez sea una visión muy negativa y oscura del mundo. Sin embargo, a tenor de lo que sabemos de la vida de Welles, la incomprensión que sufrió y los múltiples rechazos, parece lógico pensar que su mente llegase a una conclusión de este tipo.

Contradicciones humanas

“Odio la televisión del mismo modo que detesto los cacahuetes. Pero no puedo dejar de comer cacahuetes”.

Muchos en su día creyeron que la televisión acabaría con los cines. Con el paso de los años se ha descubierto que ambas opciones eran, no solo compatibles, también complementarias.

Aun así, muchas gentes de cine siguen sin ver bien del todo las películas en televisión. Consideran importante la experiencia de ir a la sala, la oscuridad, la gran pantalla… Así lo han manifestado directores como Martin Scorsese o David Lynch.

Welles muestra en esta frase su sentimiento de amor-odio hacia la televisión. Es un medio que no quiere, pues prefiere el cine, aunque por más que se resista, no tiene la capacidad para dejar de ver televisión. Una más de las muchas contradicciones que marcaron su vida.

Estrella de Orson Welles en Hollywood
Crédito editorial: Hayk_Shalunts / Shutterstock.com

El arte y la censura

“El enemigo del arte es la ausencia de limitaciones”.

El célebre director español, Luis García Berlanga, comentó en más de una vez cómo la censura de la dictadura en España le obligó a agudizar el ingenio para superar la evaluación de los inspectores. Se trataba de superar este obstáculo sin renunciar a realizar críticas al régimen establecido y sus consecuencias. En muchos casos, más que decir, se trataba de insinuar.

Welles tenía una forma de ver el arte similar a la de Berlanga. Ambos consideraban que las situaciones comprometidas agudizaban el ingenio. Así pues, mientras que el director español se veía obligado a buscar vías de expresión que permitiesen decir ciertas cosas sin que se notase a primera vista, el director estadounidense tuvo que hacer algo similar, pero en su caso, luchando contra productores, falta de financiación, medios limitados, etc.

Bien es cierto que, en sus orígenes, Welles contó con presupuestos altos para rodar. Sin embargo, sus constantes fracasos de taquilla le obligaron a buscar nuevos métodos narrativos para dar forma a sus mensajes sin contar con los medios deseados o requeridos. Así puede que fuera la forma en la que Orson Welles llegó a la conclusión de que el arte con limitaciones acaba por dar grandes obras. Creaciones que, sin esas limitaciones, tampoco contarían con ese ingenio, y en el fondo, con ese valor.

Leyendo estas frases de Orson Welles podemos comprender mejor a una mente genial, pero también torturada. Un hombre que se enfrentó a los poderosos, pero que no siempre salió bien parado. No obstante, dejó una maravillosa herencia que hoy podemos seguir disfrutando.


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  • Arrieta Salas, Carlos (2015). EL CIUDADANO KANE: REFLEXIONES DESDE UNA PERSPECTIVA PSICOSOCIAL. Revista Káñina, XXXIX (1), 243-260. [Fecha de Consulta 14 de Diciembre de 2021]. ISSN: 0378-0473. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44247252018
  • Rosenbaum, J., Bogdanovich, P. (1992). Ciudadano Welles: Conversaciones con Peter Bogdanovich. Madrid: Capitán Swing Books.

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