11 sencillos pasos para conseguir la paz interior
Conseguir la paz interior parece algo utópico en estos tiempos. Entre tanta responsabilidad laboral, familiar y personal ¿cómo mantener la calma? Nos faltan horas en el día para llegar a cumplir todas nuestras obligaciones, para alcanzar el estatus y el éxito que socialmente se nos exigen.
Pero, ¿qué pasaría si, por un momento, reordenásemos nuestras prioridades? Si comenzásemos a darle valor a lo que verdaderamente lo tiene: la salud, la tranquilidad, la compañía de nuestros seres queridos y la felicidad de los pequeños momentos. Y es que como su propio nombre indica la paz interior no es algo que viene de fuera, de nuestras circunstancias, si no de la actitud que personalmente elegimos adoptar.
Las gafas que decidimos ponernos para caminar por la vida definen el modo en que la vemos. Por ello, si eres una de las muchas personas que sufre de estrés y ansiedad y deseas cambiar esta realidad, comienza por cambiarte a ti mismo.
7 pasos para conseguir la paz interior
Si quieres alcanzar la paz interior, te aconsejamos:
1. Ocuparse o preocuparse
Uno de los cambios más importantes que debes realizar es el de desterrar la preocupación de tu vida. Preocuparse, aunque a veces resulte inevitable, realmente es inútil. De nada sirve darle vueltas a un asunto una y otra vez, ejecutando el mismo recorrido mental que nos lleva a un callejón sin salida y aumenta nuestra ansiedad.
Cambia el foco, en lugar de preocuparte, ocúpate. Cuando se te presente una situación adversa analízala detenidamente una sola vez, y decide si tiene solución, si puedes hacer algo al respecto o no. Si la tiene, adelante, actúa. Esa es tu labor, accionar para modificar aquello que te desagrada.
Y si no la tiene, actúa también. Pero esta vez actúa para controlar tu mente. No te permitas entrar en un bucle infinito de preocupación y rumiación respecto al tema. Enfócate en aceptar la realidad que ha llegado, fluir con ella, extraer un aprendizaje y seguir adelante.
2. Respiración
Existe una correlación directa entre nuestro estado físico y nuestro estado mental. Por ello, cuando la ansiedad te desborde, siéntate y respira. Realiza respiraciones lentas, profundas y diafragmáticas y de inmediato comenzarás a sentir la relajación en tu cuerpo. Acto seguido comprobarás como la tensión mental disminuye de forma pareja.
Pero no es suficiente con utilizar este recurso como medida de emergencia. Si realmente deseas conseguir la paz interior, haz de la respiración un hábito. Dedica, al menos, dos periodos de 10 minutos cada día para respirar de la forma adecuada. Y, en poco tiempo, notarás que tus niveles generales de ansiedad se reducen significativamente.
3. Pensamiento positivo para conseguir la paz interior
Como antes hemos comentado, es imprescindible seleccionar cuidadosamente con qué gafas deseas mirar el mundo. Si miras a través de los cristales de la queja, del victimismo y de la indefensión, solo sentirás frustración e impotencia. Hemos acostumbrado a nuestra mente a buscar, hallar y detectar todo lo negativo que nos rodea: problemas, dificultades, limitaciones… ¿Cómo ser feliz, cómo estar en paz si te sientes rodeado de adversidades?
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Sin embargo, del mismo modo puedes entrenar a tu cerebro para identificar cada oportunidad, recurso y aspecto positivo de la vida. Comienza por hacerlo de forma deliberada, esfuérzate en reconocer y agradecer cada día todo lo bueno que tienes. Y, con el tiempo, esta función se automatizará y sentirás, de pronto, que eres afortunado.
4. Ejercicio y movimiento
Puede resultar contraintuitivo pensar que para alcanzar un estado de calma y relajación haya que ponerse en movimiento. Pero realmente es así. Realizar ejercicio de forma regular no solo tiene beneficios para la salud física, también mejora nuestra salud mental. Nos ayuda a despejar la mente, a desconectar de las preocupaciones y ganar confianza y autoestima.
5. Sueño de calidad
Por último cuida que tu descanso sea suficiente en cantidad y calidad. Una de las manifestaciones más comunes de la ansiedad es el insomnio, pero la falta de sueño solo empeora y agrava la situación. Por ello, ponte el firme propósito de dejar las preocupaciones a un lado a la hora de dormir.
Dedica la última hora antes de acostarte a efectuar alguna actividad relajante y placentera que aleje tu mente de los asuntos que te preocupan. Hoy no puedes hacer nada, mañana te ocuparás de ellos, ahora prioriza tu sueño.
6. Vive el presente
Vivir el presente implica atender únicamente lo que está sucediendo en el aquí y el ahora. En otras palabras, significa estar en consonancia con lo que está aconteciendo en este preciso momento; y estar consciente de que todo lo que está fuera de él sencillamente no existe sino en nuestra mente e imaginación.
Si logras entrenarte para vivir el presente, ni los fantasmas del pasado ni los miedos del futuro atormentarán tu paz interior. Una forma de hacerlo es a través de la meditación o el mindfulness. Así que ¡no dudes en intentarlo!
7. Deja de competir
Competir contra los demás y contra tu propia persona no lleva más que al estrés si se convierte en un modo de vida. No se debe confundir el crecimiento personal con la autocompetición, pues esta última lleva a falta de autoestima y la frustración constante.
8. Aprender a perdonar
Ojo, perdonar, en el sentido sano de la palabra, no significa aceptar que el daño que te hicieron está bien. Significa liberarte de ello, dejar ir a las personas que intoxican tu vida. Es posible que nunca olvides las cicatrices que te dejaron, pero pueden dejar de picar a cada momento.
Perdonar es dejar de vivir en el odio, y el odio te hace esclavo de aquellos que te dañaron.
9. Responsabilízate de tus actos
Ser responsable de tus decisiones, asumir tus errores y solventar las consecuencias (o asumirlas) es parte del crecimiento personal que lleva a la paz interior. Es duro pasar por el proceso, pero te ayudará a perdonarte y a sentir que tienes un papel activo en tu vida.
10. Come bien
La dieta y el estrés están estrechamente relacionados, aunque no sea algo que se siente de manera directa y explícita en el cuerpo. Nadie dice que nunca puedas darte un capricho (de hecho, son necesarios para ser feliz), pero haz de tu dieta algo variado y libre del exceso de ultraprocesados.
11. Sé tu mismo
Sabemos que esta frase raya en lo cliché y está un poco desgastada. No obstante, aprender a ser uno mismo es todo un reto y representa uno de los pilares que garantizan el bienestar. Muchas personas sienten miedo de manifestar sus opiniones, deseos, gustos… y desean encajar a costa de una máscara. A la larga, esto perturba la paz interior y lleva a la inconformidad.
Por tanto, lo ideal es que aprendas a conectar contigo mismo y vivas sin que te importe lo que dirán los demás. Así lograrás alcanzar esa paz interior que tanto anhelas.
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- Márquez, S. (1995). Beneficios psicológicos de la actividad física. Revista de psicología general y aplicada: Revista de la Federación Española de Asociaciones de Psicología, 48(1), 185-206.
- Pérez, J. F. (2010). Ansiedad y respiración diafragmática. Enfermería integral: Revista científica del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia, (89), 16-18.