Aquí y ahora
Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.
(Proverbio árabe)
“Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
-Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas.
El anciano le contestó: cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
Yo no lo creo así, le replicó el anciano. Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.”
Vivir el presente
A menudo, necesitamos calmar nuestra mente e interrumpir la agitación o al menos, ese continuo dialogo interno al que estamos acostumbrados, para poder llegar a un estado de serenidad.
Todos conocemos ese soliloquio mental caracterizado por la sucesión de pensamientos de forma ininterrumpida, que actúa preocupándose excesivamente por el pasado y por el futuro, dejando a un lado aquello que sucede en el momento presente. Pensamientos y pensamientos que dan vueltas sobre sí mismos formando una mente caviladora que la mayoría de las veces no ayuda a resolver los problemas sino que los acentúa.
Una de las consecuencias del predominio de nuestra mente caviladora es que al evadirnos de manera constante del presente, nos impide la vivencia de la realidad que acontece a cada instante, siendo incapaces de disfrutar de lo que hacemos, más concretamente, de aquello que nos ofrece la vida.
Lo que pasó, ya paso y no lo podemos cambiar y el futuro, aunque sea bueno planificarlo sin ansiedad y con mesura, tampoco podemos controlarlo. El hoy es lo único con lo que en realidad contamos. Este instante que está sucediendo ahora, en este momento, mientras estás leyendo estas líneas. Por ello, hay que aprovecharlo e intentar sacar todo su jugo. Disfrutemos de los buenos momentos y aprendamos de aquellos que no son tan de nuestro agrado.
Busquemos la magia de cada día, el pequeño tesoro de cada instante, y aprendamos a vivir intensamente.