Cómo adquirir fortaleza emocional

La fortaleza emocional nos ayuda a afrontar las adversidades con calma. Pero, para desarrollarla, hemos de trabajar nuestros pensamientos.
Cómo adquirir fortaleza emocional
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 07 noviembre, 2019

Irremediablemente la vida nos traerá conflictos, decepciones y derrotas que habremos de enfrentar. En esos momentos la fortaleza emocional constituye el mejor aliado para navegar las turbulentas aguas sin terminar hundidos. Solo quien posea los recursos psicológicos necesarios logrará salir airoso y fortalecido de las adversidades.

Si bien una gran parte de esta fortaleza está condicionada por nuestra herencia y nuestros aprendizajes tempranos, no estamos maniatados. Todos tenemos la capacidad de desarrollar nuestras habilidades y potenciar nuestra fortaleza interior. Que lo que siempre fuiste no te impida ser lo que deseas.

Fortaleza emocional

La fortaleza emocional podría definirse como el conjunto de recursos psicológicos que nos ayuda a afrontar situaciones adversas sin terminar desorientados y paralizados. Consiste en tener la capacidad de mantener la calma, mirar la situación con perspectiva y tomar acción para adaptarnos al cambio.

Quienes carecen de fortaleza emocional suelen tambalearse ante los más pequeños vaivenes de la vida. Se perciben a si mismos como seres débiles y faltos de herramientas. Se instalan en la negatividad, la indefensión y el victimismo y se ven incapaces de manejar su propio timón ante olas de tal calibre.

Por el contrario, quienes encuentran su fuerza interior aceptan la dificultad como parte del trayecto. Saben reconocer sus recursos y no dudan en ponerlos en práctica. Son capaces de fortificar un lugar seguro en su interior que les proporcione la calma para abordar las condiciones externas.

Mujer pensativa por tener poca fortaleza emocional

¿Cómo adquirir fortaleza emocional?

Puede que hasta el momento hayas sido el tipo de persona que ante las adversidades se vuelve más y más pequeña. Tal vez consideres que no estás hecho de la pasta necesaria para afrontar los problemas con confianza y salir de ellos reforzado. Déjame decirte que ninguna persona está condenada a permanecer igual de por vida.

Está en tus manos modificar viejos patrones y desarrollar todo tu potencial. Eres dueño de tu vida, de tus reacciones y tus pensamientos. Si decides trabajar en ti mismo lograrás adquirir la fortaleza emocional que hasta hoy parecía esquivarte. A continuación presentamos algunas claves para lograrlo.

El origen está en el pensamiento

Cada estado emocional es el resultado directo de un proceso de pensamiento. Si careces de fortaleza emocional es muy probable que acostumbres a tener pensamientos negativos, derrotistas y desalentadores. Ante un mismo problema tenemos la decisión de enfocarlo de maneras diferentes.

Podemos repetirnos mentalmente que es una situación dramática, que no tenemos la posibilidad de hacer nada al respecto, que es lo peor que podía pasarnos, que no lograremos salir adelante. De esta forma nos invadirán sentimientos de angustia, miedo y desesperanza. Quedaremos paralizados y desconcertados y actuaremos de forma impulsiva y descontrolada.

Por otro lado, podemos optar por respirar profundo y mirar la situación con perspectiva. Podemos recordarnos, mediante nuestros pensamientos, que somos plenamente capaces de hacer frente a lo que ocurre. Que todo tiene solución y todo es pasajero. Así experimentaremos sentimientos de confianza, seguridad y optimismo, y seremos capaces de tomar las decisiones acertadas para adaptarnos al cambio que está aconteciendo.

Sé tu propio entrenador personal

Algo imprescindible para desarrollar la fortaleza emocional es trabajar la autoestima. Has de sentirte seguro, valioso y capaz para afrontar las adversidades. Si estás acostumbrado a culpabilizarte, resaltar tus defectos y desconfiar de tus propios recursos, debes cambiar esto de inmediato.

Adopta un diálogo interno positivo, en el que te trates con compasión, amor e indulgencia. No te exijas la perfección, no te recrimines mentalmente, conviértete en tu mayor fan. Comienza a hablarte de tus virtudes, tus fortalezas y tus capacidades. Dedícate frases de motivación y no de desesperanza.

Sé constante

Cambiar nuestros patrones de pensamiento requiere paciencia y constancia. Cuando nos encontramos en situaciones difíciles deseamos poseer la habilidad de afrontarlos con calma y seguridad. Pero el trabajo ha de comenzar mucho antes y mantenerse en el tiempo. Aprovecha cada oportunidad para detectar tus pensamientos negativos y derrotistas y sustituirlos por otros que te recuerden tu valor. 

El cerebro es un órgano de costumbres, cuanto más ejercitas un tipo de pensamiento más sencillo resulta repetirlo en el futuro. Finalmente, llega el momento en que estas cogniciones se vuelven automáticas y acuden, sin pensarlo, a tu rescate cuando te encuentras en problemas. En ese momento sabrás que has alcanzado la fortaleza emocional.


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