¿Cuándo una relación no es para ti?

Las relaciones, por un lado las necesitamos y nos gustan. Por el otro, en ocasiones, nos atrapan en un círculo vicioso. Entonces, ¿cómo saber cuándo no nos convienen?
¿Cuándo una relación no es para ti?
Bernardo Peña Herrera

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña Herrera.

Última actualización: 01 septiembre, 2022

Si estamos enfrascados en una mala relación, siempre habrá señales que nos lo indiquen. No obstante, en algunos casos, ésta no son tan evidentes para nosotros, pues inconscientemente nos negamos a aceptarlas. Este hecho es tan común que es probable que nos haya pasado a todos, por lo menos en una ocasión.

Tal vez nos cueste aceptar que nos hemos equivocado, nos aterre la idea de cambiar de vida o, incluso, estemos con esa persona por pena. En cualquier caso, es seguro que esperamos más de la vida, pero no de lo que tenemos ahora. La pregunta clave es, ¿tendrá solución?, ¿queremos realmente solucionarlo?

Es normal tener problemas de pareja, puesto que no siempre todo es perfecto. Pero hemos de saber cuándo las discusiones o problemas están dentro de los parámetros de lo normal y cuando cruzan la línea roja. Aquella línea que delimita una pareja normal de una pareja toxica.

Profundicemos en ello.

Cómo saber cuando algo no está bien en la pareja

Hay tantos signos que cuando te detienes a analizarlos te das cuenta de todo. Como cuando sabes muy en el fondo que algo no está bien o no está funcionando del todo la relación. Entre ellos destacan:

1. En tus planes a futuro no figura esa persona

Cuando piensas en tu futuro y no te lo imaginas con esa persona es un gran indicio de que realmente esta persona no es la más indicada para ti. Aunque te digas lo contrario, debes darte cuenta como son las cosas en realidad. El problema es que a veces mantenemos unas expectativas poco realistas que nos alejan de la realidad de lo que está sucediendo realmente.

Otra cuestión importante es no compartir proyectos, objetivos, metas y valores en común. Si no compartes nada de tu pareja, más allá de la intimidad, esa relación no tendrá mucho futuro, a no ser que uno de los dos cambie radicalmente. Aunque esto es una utopía…

2. No puedes ser tu mismo/a

Otro factor importante es que esa persona te limita en tu desarrollo, tus metas y ambiciones. Por ejemplo, no te permite hacer cosas que quieres, te aísla de tus amigos y familia, te pone trabajas para estudiar o trabajar, etc.

Aunque, en algunos casos, la falta de autenticidad no siempre viene de la coacción de la pareja, sino de una privación de nosotros mismos. En estas circunstancias, es común que temamos mostrarnos cómo realmente somos por miedo al rechazo, relacionándose así con una baja autoestima e inseguridades propias.

2. Dificultad para resolver los conflictos de pareja

Si las discusiones van de la mano de la inmadurez y de la poca habilidad para resolver los conflictos, entonces la relación no va por buen camino.

Algunas manifestaciones de la incapacidad para resolver conflictos son: la comunicación agresiva, los insultos, las falta de respeto, o la ley del silencio (ignorar al otro), cuando existe alguna problemática.

3. Hay una crítica constante

Si  uno de los dos, o ambos, corrige constantemente al otro, también es señal de que la relación va directo al fracaso. Esto implica sacar a la luz los defectos del otro de forma frecuente, haciendo que el otro se sienta menospreciado e infravalorado.

En este caso, se tendrían que cuestionar por qué actúan así. Lo más probable es que el que critica esté disconforme con su pareja y quiera estar con otra persona que no es él o ella.

4. No tienen relaciones sexuales

La frecuencia con la que cada pareja tiene sexo es algo que suele adaptarse a las preferencias de cada una. Sin embargo, una señal de que la relación no va por buen camino es que las relaciones sexuales han desaparecido por completo cuando, en un principio, sí tenían este tipo de intimidad.

En este aspecto influyen diversos factores, como la falta de tiempo o el estrés del diario. Pero si no hay una mínima intención de solventar este asunto, es probable que la relación no funcione.

5. Cualquier cosa se vuelve un conflicto

Las discusiones de parejas son normales. De hecho, son saludables, siempre y cuando se comuniquen con asertividad y solventen con respeto.

No obstante, si su lucha es constante y cada acción o decisión se convierte en una batalla campal, entonces es muy probable que algo malo esté pasando. En estos casos, ninguno de los dos quiere ceder y lo único que importa es tener la razón a toda costa, así estén discutiendo por una tontería. 

¿Merece la pena trabajar para mejorar la relación?

Está claro que en todas las relaciones hay aspectos buenos y malos. No obstante, si lo malo supera en mucho a lo bueno, es momento de detenerse y reflexionar en profundidad. ¿De verdad merece la pena? ¿Qué ganas manteniendo la relación? ¿Comodidad? ?Evitar la incertidumbre? Finalmente, ¿qué ganarías terminando la relación?

En muchos casos, está claro que merecerá la pena trabajar por mejorar las cosas, sobre todo si compartís importantes puntos en común, valores, etc. Todas las relaciones atraviesan por buenas y malas rachas. Si lo tuyo es simplemente una mala racha, todavía puedes trabajar por mejorar la relación.

Pero, ¿qué sucede si realmente la relación no funciona? Más allá de decirte lo que debes o no debes hacer, lo importante es que te analices qué es lo mejor para ti. Sabemos que estos cuestionamientos no son fáciles de responder, pero nadie más que nosotros sabe cuál es la respuesta.

Por su parte, la terapia de pareja puede ser una buena herramienta que los ayude a solventar aquellas problemáticas que por sí solo no han podido superar. Muchas veces es necesario la ayuda de un especialista que nos acompañe en el proceso.

Eso sí, ten en cuenta que la terapia de pareja no garantiza que la relación continúe; ya que no es el objetivo de la misma. Es decir, si es el caso, ésta puede ayudarlos a darse cuenta que estar juntos no es lo más conveniente para ambos. Sin embargo, no debemos asumir esto como algo negativo, pues se trata de una alternativa que probablemente les ayude a ambos a seguir creciendo, pero por separado.

Para concluir, recalcamos la pertinencia de tomar en cuenta las señales anteriormente mencionadas y pensar siempre en el bienestar propio, no solo a corto plazo sino también a largo. Ahora la decisión de romper puede causar mucho dolor, pero los beneficios en un futuro pueden ser mucho mayores.


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  • Cuervo J. Parejas viables que perduran en el tiempo Diversitas: Perspectivas en Psicología. 2013; 9(2): 257-270.

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