Ahí te quedas: pensamientos y creencias inútiles
He decidido hacer una lista titulada “Ahí te quedas”. Sé que las listas de las buenas intenciones que hacemos cada vez que empieza un nuevo año con propósitos como dejar de fumar, apuntarse a un gimnasio, aprender un idioma… al final se quedan a medio camino entre lo que prometemos y lo que hacemos.
Quizás no hemos dejado de fumar pero hemos aminorado el número de cigarrillos que nos fumábamos al día o sí, aunque terminamos dándonos la vuelta cuando vamos en dirección al gimnasio con la intención de apuntarnos; o finalmente, decidimos que algo de deporte hay que hacer y nos aventuramos a caminar más, aminorar los dulces o subir algunas escaleras y no coger tanto el ascensor.
Así es que al igual que está la lista de deseos he decidido hacer una nueva lista titulada “Ahí te quedas” con todos los pensamientos o acciones negativas que me están amargando tontamente la vida; aunque al final no los cumpla todos.
Me basta con la sola intención de escribirla y cumplir al menos algún que otro deseo, o incluso con poner mi lista encima de mi escritorio y leerla de vez en cuando…
¡ahí va mi lista!:
1.Dejar de hablar con las personas que sólo me aportan cosas negativas y que hacía por compromiso . Sin problemas, sin disgustos, sin malas caras… alejándome “cantando bajito”. Pienso rodearme de las personas con las que realmente me siento a gusto, que me hacen sentir bien con sus palabras, con sus gestos y con su forma de valorarme y también de regañarme, pero con cariño y sensatez.
2.Dejar de darle vueltas y vueltas a pensamientos negativos del tipo “hay que ver lo que me ha hecho esta persona“, “no me esperaba esto“; he pensado, que como todos nos equivocamos, no pasa nada, pensaré:”se equivocó y lo perdono en mi interior y también me perdono por los errores que haya podido cometer yo” y pasaré página.
¡Se acabó de entrar en la espiral machacona y repetitiva de pensamientos negativos que sólo me hacen daño a mi!
3.Dejar de estar continuamente pendiente del que dirán o pensarán los demás. Que digan lo que quieran, haga lo que haga no le voy a gustar a todo el mundo, es imposible; así es que voy a actuar según mis valores y mis creencias sin hacerle daño a nadie; además, a partir de ahora voy a trabajar mi autoestima mucho mejor.
4.Dejar de desconfiar tanto de todo el mundo, aunque me haya llevado mil desilusiones. Quiero seguir creyendo en el ser humano. Hay personas que se pasan un poco, pero también hay buena gente. La mayoría de las veces, las personas actúan de la mejor forma que saben, según sus experiencias y circunstancias.
5. Dejar de quejarme por todo. Que si tengo trabajo, estoy estresado y estoy agobiado… que si tengo pareja y no estoy feliz y si no la tengo, también… ¡Basta ya!
Voy a ordenar mis pensamientos y a estar contento con lo que tengo, y si algo no me gusta, en lugar de quejarme tanto voy a intentar cambiarlo o aceptarlo. Si estoy estresado en el trabajo pues me planteo si sería bueno buscar otro; y mientras pienso en una válvula de escape cuando me sienta estresado, como por ejemplo bailar a solas en casa.
Y si no tengo pareja, pues oye lo primero es ser feliz con uno mismo y si la tengo y no me hace feliz pues tendré que tomar una decisión firme, la dejaré para no volver a lo mismo, al ratoncillo que siempre da las mismas vueltas en la misma rueda; pero lo que tengo medio claro, medio claro porque aún lo tengo que trabajar, es que quejarme y no buscar soluciones no me ayuda más que a martirizar mi mente y no sentirme feliz.
Firmado: Un estudiante muy aplicado de Inteligencia Emocional.