¿Sabes qué es una serendipia?
Seguro que más de una vez ha llegado algo a tu vida que no esperabas, pero que ha supuesto un gran descubrimiento para ti. Esto es una serendipia: un hallazgo fortuito.
Muchos de los grandes inventos o revelaciones históricas han sido fruto de este fenómeno tan llamativo y peculiar, sobre todo en el campo de las ciencias. ¿Quieres saber más sobre este misterioso concepto y conocer algunos de sus ejemplos? ¡Continúa leyendo!
El significado de la palabra serendipia
Tal y como se describe en Dialogues in Clinical Neuroscience, Serendip es el antiguo nombre árabe para el país ahora conocido como Sri Lanka. El origen de la palabra serendipia se encuentra en un cuento de hadas persa titulado Los tres príncipes de Serendip, en el cual se relataban las aventuras de tres príncipes dotados de un extraño don que les permitía realizar descubrimientos por accidente.
En el siglo XVI el cuento se tradujo del persa al italiano, y luego del italiano al francés. Horace Walpole (1717-1797) lo encontró en una colección de cuentos orientales en este último idioma. Es en ese momento donde propuso el término serendipity en una carta a Horace Mann fechada el 28 de junio de 1754. Pero con el paso de los años quedó en el olvido.
La revista Scientific American lo recuperó en 1955 y lo utilizó para referirse a grandes hallazgos casuales, cobrando vida de nuevo. Más tarde, el autor del libro Serendipity: Accidental discoveries in science, Royston M. Roberts, la definió como «el descubrimiento que se realiza gracias a una combinación de accidente y sagacidad».
Sin embargo, la palabra no ha sido recogida en la lengua española hasta la 23ª edición del Diccionario de la Real Academia Española, definiéndola como « hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual» . Como vemos, este término tiene un gran recorrido histórico.
Su diferencia con la palabra eureka
No debemos confundir una serendipia con el fenómeno eureka, ya que este último se refiere al descubrimiento de algo que se busca con afán. Es el encuentro con algo perseguido. Mientras, el primero hace referencia a algo que se halla sin pretender encontrar.
La expresión «¡Eureka!» es una forma de celebrar un descubrimiento que se buscó con mucho empeño.
Las serendipias en la historia
¿Sabías que muchos descubrimientos de la ciencia, gastronomía e incluso de la psicología son serendipias? Hoy son productos que todos conocemos. Pero en su primera aparición, solo había personas observando de forma atenta lo que sucedía a su alrededor.
¡Echa un vistazo a los siguientes ejemplos!
La penicilina
En 1928 Alexander Fleming descubrió la penicilina por un contratiempo en su laboratorio mientras investigaba la gripe.
Muchos de sus cultivos se habían contaminado y, al enseñarle una de sus placas de trabajo a un amigo, notó que algo había matado la bacteria Staphylococcus. ¡Gracias a la curiosidad del científico frente a su experimento fallido nacieron los medicamentos que hoy conocemos como antibióticos!
Las post-it
Aunque no tienen la relevancia de la penicilina, no podemos negar la utilidad de las notas adhesivas que surgieron cuando su inventor, Spencer Silver, deseaba conseguir un pegamento fuerte para su industria aeroespacial.
En 1968, más allá de conseguirlo, lo que creó fue un pegamento débil que no dejaba residuos y que pronto supuso una buena alternativa a las chinchetas.
Super glue (pegamento instantáneo)
Su descubrimiento se debe a la investigación realizada por Harry Coover. Su origen inicia en 1942, cuando se buscaban materiales para hacer miras transparentes de pistolas. En ese momento se descubrió por accidente el cianoacrilato, un tipo de adhesivo muy pegajoso para usarlo en el proyecto.
Más tarde, en 1951, Harry Coover lo recuperó en su investigación sobre polímeros resistentes al calor. De nuevo, se percató que reunía propiedades increíblemente pegajosas y se adhería a todo lo que tocaba. Coover entendió que su verdadera utilidad era como pegamento. Y es así como en 1958 se comercializa el producto como Eastman 910 y luego como Super Glue.
La viagra
¿Quién iba a pensar que la viagra había surgido mientras alguien examinaba una medicina contra la angina de pecho? Pues así fue, el producto se lanzó a su comercialización para tratar la disfunción eréctil al observar que en los ensayos clínicos solo tenían un ligero efecto en la angina.
La Coca-Cola
La Coca-Cola es una bebida que toma protagonismo en los cumpleaños y otros eventos sociales. Puede gustarte o no, pero su popularidad es innegable. El punto es que el refresco más famoso del mundo no se creó con ese fin.
Su verdadera historia nos remonta al año 1886, cuando el farmacéutico John Pemberton intentaba dar con un producto medicinal a base de jarabe. Mezcló, de forma accidental, su preparación con agua carbonada y obtuvo el sabor que hoy todos conocemos.
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Podemos decir que estos hallazgos fueron fruto de un accidente, una casualidad o una coincidencia. Sin duda, son maneras muy románticas de hallar algo.
Y no solo los científicos o cocineros son testigos de las serendipias; nosotros también podemos presenciarlas en nuestra vida cotidiana. Pero hay que tener los ojos bien abiertos. Aparecen cuando guiamos nuestros pasos hacia uno u otro destino o cuando estamos preparados para encontrar algo en él de lo que aún no somos conscientes y que será positivo.
La fortuna juega a favor de una mente preparada -Louis Pasteur-
Un término que seduce
La palabra serendipia nos atrae porque su significado nos atrapa con ese toque de misterio y sorpresa. Está cargada de energía positiva y surge sigilosa en nuestras vidas para mostrarnos algo que no veíamos, pero que agradecemos por el bienestar y la fascinación que nos transmite.
Sin duda son regalos que llegan en el momento oportuno para no dejarnos indiferentes. Por ello, ¿qué tal si no desaprovechamos los pequeños detalles de nuestro alrededor? En cualquier momento podemos llevarnos una grata sorpresa.
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