5 consejos para aumentar la intimidad emocional en tus relaciones

La intimidad emocional es aquel vínculo que está presente en las parejas, amistades y familias. Es un sentimiento de dos vías en el que uno se siente cómodo con el otro. Conoce de qué maneras nutrir ese lazo.
5 consejos para aumentar la intimidad emocional en tus relaciones
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 01 agosto, 2015

La intimidad emocional es un sentimiento de cercanía a otra persona, un sentido real de dos vías basado en la empatía. Cuando mantenemos una relación emocionalmente íntima podemos compartir sentimientos personales sin sentirnos juzgados, no aceptados o incómodos por no hacer o pensar lo que se supone correcto.

Este tipo de intimidad es propio de la verdadera amistad, y debería estar presente en toda relación personal que aspire a ser auténtica, combinada con el resto de características de cada relación en concreto.  

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La intimidad emocional puede existir entre amigos, en las relaciones familiares y las relaciones románticas. Algunas personas incluso sienten intimidad emocional con su mascota.

La sensación de intimidad compartida es importante tanto para la salud física como mental.

La intimidad emocional nos da seguridad,

refuerza nuestra autoestima y

nos ayuda a confiar en los demás

Aumentar la intimidad emocional en 5 pasos

La intimidad emocional es  importante en las relaciones, pero a veces resulta difícil sentirse cercano o intimar con aquellos con los que se supone que deberíamos tener esta intimidad. Los siguientes consejos te ayudarán a conectar más profundamente con las personas importantes que hay en tu vida.

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1 – Descubre por qué mantienes alejada a la gente de ti

¿Sabes por qué mantienes a la gente alejada de ti en el plano emocional? Hay alguna razón por la cual mantienes a la gente alejada y por la que no tienes intimidad. Puede ser algo que haya provocado que desconfíes de la gente o una decepción del pasado. Tal vez sea que creciste en un ambiente donde la intimidad brillaba por su ausencia o que hayas desarrollado una personalidad cínica hacia los demás.

Sea cual sea el motivo, tendrás que descubrirlo para poder continuar. Pueden existir razones reales para no querer tener intimidad emocional con alguien. En ese caso, no continúes. Pero puede haber otros motivos ocultos que nada tienen que ver y que pueden estar obstaculizando tus relaciones personales.

2 – Poco a poco, aumenta el contacto físico

La intimidad emocional tiene un importante componente físico en cualquier tipo de relación. Observa tus relaciones y las relaciones de la gente a tu alrededor. Las personas con una fuerte intimidad emocional se tocan. Sin embargo, cuando este tipo de intimidad no existe, apenas hay contacto físico.

Para ir aumentando poco a poco la intimidad emocional es necesario empezar a tocarse, a recuperar la confianza. Y ese contacto tiene que ser sincero, no obligado. Hay que hacerlo poco a poco, porque cuando la intimidad se ha perdido o se le ha puesto un muro cuesta mucho superarlo.

3 – Entender la diferencia entre la intimidad física y emocional

La prolífica escritora de novela romántica Barbara Cartland escribió una vez: “Entre los hombres, el sexo a veces resulta en la intimidad, en las mujeres, la intimidad a veces se traduce en el sexo”. ¿Qué hay de verdad en esto?

Tal vez, sea el hecho de que, por lo general, los hombres pueden desconectar sus sentimientos y sentir que el sexo es solo sexo, mientras que las mujeres pueden sentir que el sexo es un puente hacia una mayor intimidad.

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Por supuesto esto no es una regla general absoluta, pero nos sirve para ver de qué manera la intimidad física y sexual puede entenderse desde dos puntos de vista. En cualquier caso, es un error suponer que la intimidad física conducirá inevitablemente a la intimidad emocional, especialmente si no va acompañada de la construcción de relaciones fuera el aspecto físico.

En las relaciones no románticas, podemos aplicar lo mismo. Que haya contacto entre las personas no implica nada, si este contacto se realiza por pura obligación o costumbre. En cualquier caso, en la intimidad emocional no se trata de estar físicamente cerca.

La forma en que te relacionas con los demás también determina los niveles de intimidad.

4 – Compartir con los demás, poco a poco

Otro aspecto que es necesario trabajar poco a poco con los demás, se refiere a compartir con ellos nuestros sentimientos, ideas, deseos ilusiones o frustraciones. Es así como las personas empiezan a conocerse de verdad, abriéndose poco a poco.

Por el contrario, si lanzas de golpe todo tu discursos personal, es fácil que la otra persona se cierre y se aparte, especialmente si te centras en lo negativo.

Una buena manera de empezar es compartir lo que se piensa sobre algo en concreto en el momento oportuno.

Adquiere el hábito de decirle a la gente cómo te sientes sobre las cosas, lo que piensas, lo que esperas… poco a poco y en el momento justo.

5 – No fuerces las cosas

Dijimos al principio que la intimidad emocional es un camino de doble vía. Si tratas de forzar la situación, puedes encontrarte con una situación complicada. La intimidad emocional hay que dejarla que evolucione de manera natural.

También hay que saber retirarse a tiempo o disminuir la velocidad cuando haga falta. No le exijas demasiado al otro si no quieres echar todo a perder.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.