23 características para reconocer a una MALA persona

El egoísmo, narcisismo y deseos de venganza revelan comportamientos de las personas malas. ¿Qué otras cualidades tienen y cómo protegerse de ellas? ¡Sigue leyendo!
23 características para reconocer a una MALA persona
Macarena Liliana Nuñez

Escrito y verificado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Última actualización: 29 diciembre, 2023

Para identificar a una mala persona es necesario trazar una línea clara entre el término del «mal» y los comportamientos maliciosos que algunos individuos manifiestan. El primer concepto que surge en la mente se forma a través de nuestros valores y cómo aprendemos de nuestras experiencias en diferentes situaciones y momentos.

En contraste, el comportamiento malévolo se fundamenta en una disminución de la empatía, es decir, su base es una minimización de la capacidad de comprender y sentir lo que otros sienten. En este contexto, es esencial desentrañar las raíces del comportamiento maligno que, a menudo, se asocia a individuos etiquetados como «malos».

Te invitamos a explorar a fondo el origen de la maldad y las características relacionadas con estas personas. Durante la lectura, también abordaremos cómo protegernos en los planos emocional y físico de aquellos que tienen intenciones crueles.

El demonio del mal es uno de los instintos primeros del corazón humano

~ Edgar Allan Poe ~

¿Qué es ser una mala persona?

Ser una mala persona es un concepto subjetivo y ético que implica actuar de manera perjudicial, dañina o inmoral hacia los demás o la sociedad en general. Los que son considerados «malos» suelen ser quienes evidencian comportamientos intencionados que causan sufrimiento, dolor o perjuicio a otros, sin remordimientos o consideración por el bienestar ajeno.

La noción de este concepto varía según la perspectiva de cada individuo y su sistema de valores. Lo que alguien considera como malévolo o inmoral, otro podría no verlo de la misma manera.

Además, las acciones no siempre reflejan el carácter en su totalidad, ya que las personas pueden cometer errores o actuar de modo negativo en ciertas circunstancias, sin que esto defina por completo quiénes son.

Es importante comprender las motivaciones y circunstancias detrás del comportamiento de una persona antes de etiquetarla como mala. También, se enfatiza la posibilidad de que alguien cambie y aprenda de sus acciones pasadas. Por lo tanto, la definición de lo que constituye ser una «mala persona» es relativa y sujeta a interpretación.



Características asociadas a las malas personas

Puede ser complicado discernir si alguien es una «mala persona», ya que a veces se muestra una fachada amigable, pero detrás de esa apariencia se esconden intenciones que distan mucho de ser amables.

Sin embargo, existen señales y rasgos comunes que ayudan a identificar a alguien con comportamiento malévolo. A continuación, te los presentamos.

1. Son maestros de la manipulación

Dominan el arte de manipular e influir en otros para obtener apoyo y respaldo a sus acciones y mentiras. Las personas maliciosas buscan de forma constante controlar a otros y no tienen reparos en herir a quienes se interponen en su camino.

Un indicio de manipulación es cuando alguien se muestra como víctima, incluso si no lo es.

2. Oportunistas

Sé cauteloso/a si alguien solo se acerca cuando requiere algo. Quizás mostraron amabilidad en el pasado, pero su actitud cambia de manera drástica cuando tienen una necesidad que satisfacer.

3. Presentan un egoísmo extremo

Las personas malévolas tienen una tendencia innegable a centrarse de modo exclusivo en sus propios intereses. Su astucia les permite elogiar a otros, pero esto no es más que un disfraz para ocultar sus verdaderas y egoístas intenciones.

4. Celosos y posesivos

En el ámbito amoroso, estas personas ponen sus intereses por encima de los demás, aunque, en ocasiones, mantienen relaciones cordiales. Sienten una intensa envidia cuando perciben que alguien más recibe atención o cariño y pueden enfadarse si te relacionas con otros individuos.

La envidia es un sentimiento frecuente en aquellos con malas intenciones y suele manifestarse tanto en relaciones personales como en entornos profesionales.

5. Actitud negativa

Las personas malas adoptan una perspectiva pesimista y negativa hacia la vida y quienes les rodean. Esta actitud se manifiesta a través de su escepticismo constante y desconfianza. Su visión nociva del mundo afecta su comportamiento y las interacciones con los demás.

6. Generan malestar en tu presencia

Si alguien te provoca sensaciones de incomodidad, inseguridad o desasosiego cada vez que estás cerca de ellos, es fundamental mantener una actitud crítica en tu evaluación. La incomodidad que experimentas quizás es un indicativo de algo perjudicial, ya sea para la propia persona en cuestión o para alguien a quien aprecias.

7. Comportamientos hirientes

Estas personas tienen una inclinación constante a lastimar a los demás, ya sea a través de palabras hirientes o acciones que humillan. A veces, pueden afectar sin darse cuenta, mediante comentarios sarcásticos, pretendiendo después que se trata de bromas.

A pesar de su intento por disfrazar su comportamiento como humor, causan heridas y una sensación de menosprecio, lo que mina las relaciones y crea un ambiente poco saludable. Sus actitudes, a menudo, se centran en infligir daño emocional o psicológico.

8. Ausencia de remordimiento

Las malas personas carecen de empatía y no muestran preocupación por las consecuencias de sus acciones. En muchos casos, intentarán hacerte sentir culpable por los efectos de sus propios actos, ya que no experimentan el remordimiento que caracteriza a la mayoría de las personas.

9. Constante mal humor y negatividad

Aquellos que se mantienen con constante negatividad y muestran irritabilidad podrían ocultar una maldad subyacente. Suelen liberar su enojo en otros y anhelar lo que no pueden conseguir.

10. Agresividad

La agresividad es una característica común en las personas maliciosas y se evidencia de forma explícita, a través de gritos, amenazas o violencia. También de manera más sutil, con acciones que dañan a su entorno. Estas manifestaciones agresivas serían un indicio de su inclinación hacia el comportamiento malévolo.

11. Reputación cuestionable

Cuando escuchas comentarios negativos sobre alguien antes de conocerlo, es probable que esas críticas estén fundamentadas en hechos reales. Las malas personas, con frecuencia, adquieren una reputación de ser dañinas debido a su historial de chismes o intimidación.

12. Se burlan del infortunio ajeno

Estas personas tienden a encontrar diversión en el infortunio de los demás y experimentan un placer sádico al presenciar el sufrimiento ajeno.

Este comportamiento pone de manifiesto su falta de empatía y simpatía hacia los problemas y dificultades que afectan a más personas.

13. Mienten de manera frecuente

La mentira es una herramienta común en manos de las personas maliciosas. Manipulan la verdad y recurren a la falsedad con el propósito de alcanzar sus objetivos.

A menudo, estos individuos te distraerán con engaños que parecen convincentes a simple vista. Sus mentiras son bastante dañinas, ya que socavan la confianza y causan confusión.

14. Critican a los demás sin darse cuenta

En ocasiones, alguien malo emite críticas sin darse cuenta, lo que pone de manifiesto su actitud negativa. Sus comentarios resultan hirientes y despectivos, incluso si pretenden que sean simples observaciones casuales.

Esta falta de empatía y respeto por los sentimientos de los demás genera un ambiente tóxico.

15. Dramatismo excesivo

Aquellos que exageran de modo constante, recurriendo a la mentira, deben ser vistos con escepticismo. Su tendencia a dramatizar las situaciones y eventos puede dificultar la distinción entre la realidad y la exageración.

16. Exceso de confianza

Las malas personas alardean y hablan sin consideración por cómo sus palabras afectan. Su confianza excesiva hará que sientas incomodidad y menosprecio. Y al hablar de manera despectiva o arrogante genera malestar en quienes les rodean.

Su forma de comunicarse mella las relaciones y crea un ambiente tenso.

17. Desvalorizan el tiempo ajeno

Con frecuencia, llegan tarde y mienten sobre sus retrasos. La falta de respeto por el tiempo de los demás revela su poca consideración y empatía. Es posible que esto cause resentimiento y cree tensiones.

18. Juzgan con rapidez

Hablan con dureza y emiten juicios sin pensar en las consecuencias. Dicho juicio rápido quizás haga que otros se sientan evaluados siempre, lo que dificulta la construcción de vínculos saludables.

19. Indiferencia a la opinión de otros

No les importa lo que piensen los demás o las reglas que rompan. Su falta de consideración es evidente en su desdén por las opiniones ajenas y las normas sociales. Esta actitud deriva en conflicto y alienación en las relaciones.

20. Inconsistencia

Cambian de opinión con frecuencia, lo que complica confiar en ellos. Las personas inconsistentes, a veces, hacen que otros se sientan inseguros.

21. Irresponsabilidad

Evitan asumir la culpa y niegan sus acciones perjudiciales, incluso si lastiman. Su falta de responsabilidad puede llevar a problemas en el lugar de trabajo y crear un ambiente desagradable.

Las malas personas tienden a ser informales y descuidadas en su comportamiento, afectando a quienes les rodean tanto en su contexto personal como laboral.

22. Actitud victimista

El constante victimismo es una forma de manipulación que les permite evitar la responsabilidad de sus acciones.

23. Chantaje emocional

El chantaje es una táctica común que emplean para eludir consecuencias no deseadas u obtener lo que desean. Fingen malestar físico o emocional, influenciando a otros y manipulando situaciones a su favor. Tal manipulación resulta muy dañina y tóxica.



¿Cómo protegerse de una mala persona?

Reconocer a las personas que pueden dañarte es el primer paso para mantenerte a salvo. Una vez que las identifiques, puedes seguir estos consejos prácticos para protegerte de ellas en lo emocional y psicológico:

  • Confía en tus instintos
  • Establece límites claros
  • Fortalece tu autoestima
  • Mantén distancia emocional
  • Procura apoyo de tu entorno
  • Cultiva relaciones saludables
  • Busca ayuda profesional si es necesario
  • Desarrolla habilidades de comunicación

También, protegerse físicamente de personas malévolas es importante. Para ello, toma medidas de seguridad y precaución, como las que listamos enseguida:

  • No reveles tu rutina
  • Camina con confianza
  • Ten un plan de escape
  • Evita situaciones riesgosas
  • Solicita ayuda si es necesario
  • Utiliza sistemas de seguridad
  • Establece límites físicos claros
  • Mantén tu información personal privada
  • Presta atención a tu entorno y a las personas que te rodean

La prevención y la precaución son clave para protegerse de personas malévolas. Si alguna vez te sientes en peligro, busca ayuda de inmediato y no dudes en llamar a la policía o a las autoridades correspondientes.

Origen de la maldad en una persona

Desde la psicología, se considera que las personas que actúan de manera maliciosa, a menudo, pasaron por experiencias difíciles o traumáticas en su vida, que influyen en cómo ven el mundo y cómo se comportan. El egoísmo, el narcisismo y la sed de venganza serían respuestas a estas heridas emocionales profundas.

Ahora, con un enfoque desde la neurobiología, el origen del mal está vinculado a dificultades en la empatía, en concebir el sufrimiento que nuestras acciones infligen a otros, lo cual conduciría a actos reprobables en lo moral.

Un análisis en el Knowledge International Journal explora la capacidad humana para actos crueles y cómo reconsiderar la maldad en términos de empatía. Esta capacidad es crucial para comportamientos prosociales y puede verse afectada en diversos trastornos psiquiátricos y neurológicos.

Además, se han identificado cambios en los circuitos cerebrales que moldean nuestro comportamiento social. El libro El Origen del Mal y la Red Social del Cerebro (2023) describe alteraciones en áreas como las neuronas espejo, la corteza cingulada anterior, la ínsula, la corteza prefrontal y la amígdala.

Hasta el momento, la mayoría de las investigaciones en este campo se centran en personas con trastornos del espectro autista, trastorno límite de la personalidad y psicosis. Por lo que queda mucho por explorar.

Maldad y «mala persona»

La maldad no es una característica innata, sino una manifestación de la complejidad del cerebro humano y sus interacciones con el entorno. La psicología se enfoca en entender cómo se desarrolla y por qué algunas personas que son etiquetadas como «malas» presentan comportamientos maliciosos.

A menudo, estas dificultades están relacionados con problemas psicológicos relacionados con la empatía o bien con heridas de la infancia. La prevención y el tratamiento son esenciales para abordar el comportamiento perjudicial en quienes muestran malas intenciones.

En este contexto, encontrarte cerca de alguien malo destaca la importancia de contar con un sólido círculo de apoyo emocional, lo cual resulta fundamental para protegernos de las adversidades y desafíos que surjan en la vida.


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