Los beneficios del perdón

Perdonar es un alivio para quien ha errado, pero también para quien deja ir su rencor.
Los beneficios del perdón
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 25 julio, 2022

Perdonar es bueno para la salud mental. Pero también lo es para la salud física.

A veces, las personas de nuestro alrededor hacen cosas que nos hieren o con las que nos sentimos traicionados o incluso agredidos. En otras ocasiones, somos nosotros mismos los que hacemos algo con lo que más tarde no estábamos tan de acuerdo. No es siempre fácil perdonar, pero hacerlo es muy sano. Aunque solo fuera por nuestro propio interés, deberíamos aprender a hacerlo.

A veces, el perdón puede ser confundido como una forma de condonación, en la que se asimila lo que ha pasado sin tomar represalias. Pero el perdón es mucho más que eso. Perdonar implica desprenderse de lo que ha pasado.

El acto de perdonar, es mucho más fácil decirlo que hacerlo y, por lo general, supone un gran reto. En cualquier caso, perdonar tiene muchos beneficios para la salud de nuestro cuerpo.

El perdón es bueno para el corazón

Literalmente, el perdón le sienta bien a la salud de nuestro corazón. En este sentido, un estudio de la revista Journal of Behavioral Medicine encontró que el perdón se asocia con una menor frecuencia cardíaca y una menor tensión arterial. Este mismo estudio descubrió que perdonar ayuda también a aliviar el estrés.

Otros de los beneficios más conocidos son la mejora del sueño y la reducción del dolor físico. También se habla de la mejora en personas que sufren de migraña y del fortalecimiento del sistema inmunitario.

El perdón es bueno para la salud general, física y mental

Otro estudio posterior ha asociado el perdón con cinco medidas de salud, en cuanto a síntomas físicos, medicamentos utilizados, calidad del sueño, fatiga y quejas somáticas. Parece que la reducción del efecto negativo y los síntomas depresivos que produce el rencor, fortalece la espiritualidad, la gestión de conflictos y el alivio del estrés, por lo que el impacto del perdón tiene un efecto significativo en la salud en general.

A nivel emocional se encuentran también muchos beneficios del perdón. Los más importantes son la mejora de la autoestima y de los estados depresivos, así como el desarrollo de la empatía, la apertura mental y la tolerancia.

Perdonar alarga la vida

Este estudio examinó múltiples tipos de perdón como predictores de mortalidad y posibles mecanismos psicosociales, espirituales y de salud de los efectos del perdón en la longevidad. Es decir, las personas que sienten que las han perdonado suelen tener una esperanza de vida mayor de forma indirecta (se cree que por la reducción del estrés crónico).

Por eso, y aunque estos resultados deben tomarse con precaución, recuerda que tu perdón también dejará descansar a aquellos que te hicieron daño. Ten siempre presente la diferencia entre cometer errores y perpetrar malos actos.

El perdón ayuda a relacionarse mejor con los demás

Otro estudio publicado en el Personality and Social Psychology Bulletin, encontró que el perdón ayuda a restaurar los pensamientos, los sentimientos y los comportamientos positivos hacia la parte infractora. Es decir, que el perdón restaura la relación a su estado positivo anterior.

Como consecuencia directa, las relaciones sociales con amigos, apreja y familia, incluso compañeros, mejoran.

Además, los beneficios del perdón pueden extenderse a las conductas positivas hacia otras personas fuera de la relación. De este modo, el perdón está asociado con más voluntariado, con más donaciones y actos de caridad, y otros comportamientos altruistas.

¿Qué debo hacer si quiero perdonar?

Perdonar es un proceso. No es un interruptor que puedas pulsar, pues tus procesos emocionales también deben seguir su recorrido. Si de verdad quieres otorgar ese perdón que tanta tranquilidad te va a dar, aquí tienes algunos consejos para conseguirlo:

  • Recuerda que perdonar no es olvidar lo ocurrido ni justificar el mal trato que has recibido. Por tanto, no lo intentes por esa vía, pues solo encontrarás sensación de injusticia y mayor estrés.
  • Es muy importante identificar qué se quiere perdonar. Asimismo, el por qué y para qué se quiere dejar ir el rencor también es relevante.
  • Después, toma el tiempo que necesites para revisar tus propias emociones y pensamientos. Este procesamiento es el que te llevará a identificar el punto anterior con exactitud y a dejar que el tiempo te cure.
  • El siguiente paso es trabajar en la aceptación. Tanto si se trata de tus propios sentimientos como la situación del agravio, aceptarlo y entenderlo de una forma lo más neutral posible es lo que permitirá perdonar.

De esta manera, el perdón tomará forma poco a poco y podrás expresarlo con propiedad. No te apresures ni te fuerces a ello, pues es un proceso natural.

Consideraciones finales

Cuando perdonamos, nos estamos liberando a nosotros mismos, de nuestra propia esclavitud. Nos desprendemos del dolor y el resentimiento que llevábamos cargando como una losa a nuestras espaldas, para dar paso a la liberación. Incluso, al perdonar, concluimos esa parte abierta que teníamos con el pasado.

Perdonar implica una aceptación de lo que sucedió, para dar paso a un profundo desprendimiento, no solo de los hechos o acusaciones realizadas por los demás, sino también por nosotros mismos. Porque no solo hay que perdonar a los otros, también es conveniente reflexionar sobre aquello que tenemos que perdonarnos a nosotros.

El perdón es bueno para el cuerpo, para la mente, para las relaciones personales y para encontrar un papel en el mundo. Esto debería servir para convencernos de que es mucho mejor dejar ir el rencor y perdonar.

Como dijo William Shakespeare:

El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe“.


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