La felicidad en femenino
NOTA: Este artículo no quiere decir que las mujeres necesitan más cosas que los hombres, simplemente que existen ciertas cuestiones que ellas buscan y ellos no (o viceversa).
Es preciso prestar atención a lo que precisamos para ser felices y plenos, algo que no tiene nada que ver con las posesiones y lo material, sino con nuestros hábitos y costumbres.
Los 7 cambios que harán tu vida más feliz
1 – Aprender a pedir perdón: “disculpa”, “lo siento”, “perdón”, son las palabras más difíciles de decir, por más de que si las sintamos. No es necesario tampoco arrepentirse de todo, estar diciendo perdón a cada rato sin que sea verdad, bajar la cabeza, etc. Lo que si es bueno es asumir los errores, aunque sin olvidar que cada uno pueda tener sus propias decisiones y preferencias.
2 – Decir que si a todo y a todos: pero no decir “si” a una misma. Es una equivocación prometer cuando no podemos cumplir o no tenemos ganas. Cuando una amiga quiere salir a bailar y tu prefieres quedarte en casa, pero igual la acompañas… una vez está bien pero si se convierte en costumbre, estarás dejando de lado tus gustos o comodidad para complacer a los demás. Marca tus límites, respeta tus palabras, aprende que un “no” es a veces sinónimo de quererte más no de egoísmo. Asume el riesgo, ve a los sitios que quieres, busca el trabajo ideal, atrévete a lograr tus sueños y sobre todo, elimina la negativa de tu mente.
3 – Pensar que la comida es un enemigo: puede sonar algo artificial, sin embargo, miles de mujeres en todo el mundo tienen problemas con su alimentación. Los estándares de belleza y la competencia, así como también lo que se ve en las pasarelas y las publicidades, no es real, en lo absoluto. El cuerpo necesita nutrientes para estar sano, tener energía, trabajar, estudiar, etc. No te obsesiones con tener el cabello perfecto, el maquillaje que dure todo el día, la comida que no engorda, etc. Disfruta del placer que reviste un buen plato de tu postre preferido, de una cena con amigas o un almuerzo en familia. Un chocolate no te hará peor persona.
4 – Criticar tu aspecto: como complemento al punto anterior, muchas mujeres deberían aprender más de los hombres (y no es machismo en absoluto) a quererse como son. No pienses en que podrías ser más linda, o que estás gorda, que tus piernas son horribles, no tengas miedo de mirarte al espejo, de disfrutar de tu cuerpo, de quererte y mimarte. Quejarte de tu cuerpo no hará que logres nada bueno, sino todo lo contrario, lo único que conseguirás será bajar tu autoestima.
5 – Aferrarte a sentimientos de culpa o arrepentimiento: si hiciste o dijiste algo en ese momento era importante o valía la pena, por más que los resultados no hayan sido los esperados. No te dañes con presiones, con pesos del pasado, porque eso no tiene remedio o arreglo. No se puede volver el tiempo atrás. Mejor vive el presente, arrepentirse sólo sirve para atormentar.
6 – Tener miedo a las opiniones de los demás: ¿Qué importa lo que diga el resto de la gente que te rodea? Siempre tendrán algo que criticar. No tengas miedo de decir lo que te pasa, de vestirte como te sientas cómoda o de hacer las actividades que te brindan felicidad. No elijas lo que tus padres querían para ti, lo que tu pareja espera para tu futuro, lo que tus amigos te digan.
7 – Preocuparte por la soledad: este es un miedo muy frecuente también debido a la cultura y las costumbres. Ninguna mujer desea ser, por más de que no lo acepte, “la tía solterona”. Pero tampoco es bueno que te pases la vida buscando el amor verdadero y eligiendo al primer hombre que aparece. No te obsesiones con quedarte sola a cierta edad, aprende a divertirte contigo misma, a conocerte primero para después si, encontrar a tu media naranja. No estés con alguien sólo porque la sociedad indica que pasados los 30 si no estás casada, eres un fracaso.