Ni busco ni espero: soy feliz en mi soltería

Ni busco ni espero: soy feliz en mi soltería
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 20 octubre, 2022

La soltería, lejos de ser un estado sentimental, describe en realidad a una persona que avanza por una etapa concreta de su vida en plenitud y libertad, sin necesidad de esperar nada o sin la obligación de buscar a nadie. Porque estar soltero/a no siempre significa estar disponible, en ocasiones, sencillamente, optamos por comprometernos con nosotros mismos.

A pesar de que la mayoría de estudios avalan la idea de que las personas casadas son, por lo general, más felices que las solteras, estos mismos trabajos puntualizan también diversos aspectos: las parejas más satisfechas son aquellas en que los cónyuges son buenos compañeros y excelentes cómplices. A su vez, lo común, es pasar por varias parejas afectivas hasta que al final, se logra encontrar -o no- a la persona adecuada.

Ni espero ni busco: vivo mi soltería con satisfacción porque elijo comprometerme conmigo mismo, porque no necesito pareja entender qué es la felicidad.

Algo que es más que evidente es el hecho de que las relaciones afectivas pueden traernos la más sublime de las felicidades o a abocarnos, de un dia para otro, a conocer el sabor de la decepción y la tristeza. El amor es algo que sin duda, merece la pena vivirse. Ahora bien, nunca será adecuado hacer de esa búsqueda nuestra única razón de ser.

La felicidad, el bienestar y el equilibrio debe nacer de uno mismo, es como esa lumbre imperecedera capaz de guiarnos en cada uno de nuestros senderos. Ya sea en soledad o de la mano de alguien.

mujer pensando en los malos momentos

Cuando la soltería se convierte en un “estado” personal para la sociedad

No hace mucho los medios de todo el mundo se hacían eco de una noticia que tenía como titular “las mujeres sobrantes de China”. En este país claramente tradicional y patriarcal, la política del hijo único ha cambiado, ahora, los motores del progreso demandan más mano de obra, y ello, implica que la mujer deba cumplir su papel en materia de crianza. Así pues, cuando una chica pasa de los 25 y no ha conseguido marido, ella y su familia son señalados por los medios estatales.

Estas jóvenes reciben el sobrenombre de “Sheng Nu” (mujeres sobrantes) y se las insta a que formen parte de un tipo de mercadeo con el cual, buscar un enlace forzado. No obstante, muchas de estas chicas muestran ya un marcado punto de inflexión con el cual liberarse de dicho estigma. Defienden su soltería y por encima de todo, luchan por su individualidad, algo que no encaja demasiado bien en un contexto “político-comunista”.

La soltería se convierte en muchos países en un estado social y por tanto, en una categoría. En realidad, tampoco nos hace falta viajar al país del sol naciente para ver este tipo de conductas. En contextos más cercanos, este tipo de ideas están algo más implícitas pero igual de presentes. A los solteros y a las solteras no se los considera “sobrantes” sino más bien “incompletos. De hecho, en muchos países, el hecho de llegar a los 40 estando soltero/a es poco más que un fracaso personal.

soltería

Solo a modo de ejemplo, valga esta sencilla pero explícita ilustración. Su autora es Idalia Candelas y con su trabajo gráfico nos trae la delicada realidad de las mujeres solteras en México. A pesar de no estar bien vistas, la mujer soltera convive en soledad pero sin sufrir, sin estar deprimida. Se siente segura y disfruta de su propia compañía, a pesar de que parte de la sociedad no lo entienda.

Ni espero ni busco…

Hace unos años se publicó un artículo que revolucionó el mundo académico al unir dos palabras “Happily Single” (felizmente soltero). Durante décadas, la felicidad siempre solía ir de la mano del amor, de la pareja, de una relación afectiva y de una vida en común.

A veces la soledad es el precio de la libertad y nos enseña más que cualquier compañía.

De pronto, el término “single” se puso de moda y hasta las agencias de viajes y los organizadores de eventos vieron un campo nuevo “que explotar”. Ahora bien, a pesar de que los solteros sean todo un filón en lo que a marketing se refiere, queda claro que siguen buscando el mismo propósito: tentar al single a que busque pareja, a que abandone su soltería. Caemos pues en el mismo círculo vicioso.

Una ironía social y de “negocio” que contrasta con la realidad. Veámoslo con detalle.

hombre en un lago

Hay solteros/as que ni buscan ni esperan

La soltería no es un cruce de caminos ni una sala de espera donde aguardar para reintroducirnos de nuevo en nuestro papel de cónyuge, de pareja, de compañero o compañera sentimental. Hay solteros que, sencillamente ni esperan ni buscan.

  • Cada caso es único y cada uno de nosotros dispone sin duda de su propio equipaje experiencial, pero son muchas las personas que acaban descubriendo que la soltería, les aporta una vida más enriquecedora. Pueden dedicarse a sus intereses y pasiones, e incluso tomar decisiones más significativas cuando están solos.
  • Habrá sin duda quien sí desee encontrar a esa persona capaz de encajar en sus sueños, en las aristas de sus vacíos y en el brillo de sus valores, pero no por ello se obsesiona o la busca en cada rincón. En ocasiones, se limita a “dejarse encontrar” mientras avanza en su camino, en ese sendero de crecimiento personal donde se siente bien consigo mismo.

Donde no espera nada y a la vez, lo espera todo…

Hombre paseando con perro recordando su infancia

 


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