¿Qué hacer cuando sientes que compiten contra ti?

Sentir que otros compiten contra ti puede ser algo estresante si no te lo tomas de una manera positiva. Aquí te contamos cómo hacerlo.
¿Qué hacer cuando sientes que compiten contra ti?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 18 mayo, 2021

La sociedad occidental está marcada por una fuerte competitividad que se extiende a todos los ámbitos de la vida, pudiendo crear así la desagradable sensación de que otros compiten contra ti. ¿Qué hacer entonces cuando esta sensación produce estrés?

Ya sea por una percepción hacia las actitudes de los demás o por tu propia competitividad, si esto te incomoda, aquí tienes algunas claves para hacerlo más llevadero. No te las pierdas.

La autoestima competitiva

Aunque la recomendación individualista de ser único y no preocuparte del resto de personas es ya común en nuestra cultura, existe otra corriente contradictoria que trata de motivar hacia lo sobresaliente, a ser el mejor en algo. Estas dos fuerzas obligan a elegir a menudo entre la colaboración y la competición.

No nos engañemos: una parte de la autoimagen depende exclusivamente de la comparación con los demás. Esto no es necesariamente malo, pero cuando se trata de una personalidad competitiva puede convertirse en un problema.

Cuando hay un ambiente competitivo es posible que sientas que otros tratan de superarte aunque tú no esté compitiendo con ellos. Esto puede causar sensación de presión, amenaza e incluso ansiedad o baja autoestima. Incluso puede modificar cómo interpretas las actitudes de los demás, llevándote a pensar que compiten contra ti cuando en realidad no es así.

Hombre con envidia

¿Qué hacer cuando sientes que compiten contra ti?

En el caso de personalidades competitivas, esta necesidad de superación puede estar enfocada en dos direcciones distintas: uno mismo o los demás. Es en este último caso cuando se puede sentir que otros compiten contra uno, lo que puede hacer tambalear la autoestima al ver en qué puntos otros te pueden superar.

Por tanto, la interpretación de la actitud competitiva tiene un papel fundamental en la creación de malestar cuando otras personas quieren compartir ciertos aspectos o actividades en nuestra vida. La clave está en que la autoestima acaba haciéndose dependiente de los éxitos que se tengan sobre los demás.

¿Estás leyendo este artículo porque sientes que otros compiten contra ti y crees que podría ser un interpretación? Si es así, a continuación tienes algunos consejos para ayudarte a profundizar en la idea.

Normaliza la competitividad

La competitividad no es mala siempre que no se convierta en algo que fomenta la envidia y la amenaza. En cambio, se puede usar para mejorar uno mismo si se cambia el enfoque de la superación.

La competitividad puede ser un juego, una chispa para mejorar un poco más cada vez, en vez de solo ganar o perder. De hecho, las derrotas pueden ser una fuente de motivación para seguir adelante en vez de un miedo.

Cambia el foco de tu competición

Si la actitud de competición -tuya o de los demás- está empezando a hacer que tu autoestima se tambalee, es momento de reedirigir tus ansias de victoria.

Si compites contra ti mismo no estás exento de algunos sentimientos negativos, pero tu autoestima no dependerá de factores externos y será mucho más estable.

Busca la diversión en que otros compitan contra ti

Como decíamos arriba, si enfocas la competitividad como si fuera un juego, lo encontrarás mucho más distendido que si lo tratas como si fuera una obligación. Esto es muy útil para quitarle la connotación insana que hace sufrir a los demás y a uno mismo.

Desdramatiza

Dale otra vuelta al hecho de que haya gente tratando de superarte: que alguien se fije en tus éxitos es algo bueno en realidad. Eso nos da la capacidad de motivar a los demás o iniciar el camino para algo que produzca cambio a través de la colaboración.

Además, ser capaz de mover a los demás a través de la motivación es un factor muy favorable para el liderazgo.

Esto está relacionado con otra idea: competir y cooperar no son incompatibles. Si cooperando dedicas tiempo a superar tus propios límites, el resultado global será todavía mayor.

Amigas hablando mientras toman un café

Cuidado con el perfeccionismo

Si eres una persona muy competitiva, puede parecerte que la única manera de ganar es superar a alguien y alcanzar un punto donde nadie pueda llegar más alto. La perfección no existe y buscarla puede convertirse en una obsesión. Cuando llegas a este punto, puedes sentir frustración y demás emociones negativas que consumen energía que podrías estar destinando a mejorar de forma sana.

Como ves, competir puede ser algo sano e incluso divertido. Si alguna vez sientes que otros compiten contra ti, incluso puede que seas alguien capaz de movilizar personas, así que dale otra pensada.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.