La metáfora del profesor de matemáticas

La metáfora del profesor de matemáticas es un ejercicio tomado desde la MBCT para ilustrar cómo nuestra tendencia a sacar conclusiones sin contar con la información adecuada puede tener consecuencias desastrosas.
La metáfora del profesor de matemáticas
Loreto Martín Moya

Escrito y verificado por la psicóloga Loreto Martín Moya.

Última actualización: 02 mayo, 2022

En ocasiones los pensamientos que generamos juegan más en nuestra contra que a favor. La manera que tenemos de plantear nuestras ideas es el problema y no tanto el contenido o la referencia. Muchos son los errores cognitivos y esquemas disfuncionales que se albergan en nuestras psiques y que dificultan nuestro día a día. La metáfora del profesor de matemáticas es ilustrativa de ello.

Uno de esos esquemas cognitivos disfuncionales con los que contamos es el de la inferencia arbitraria, esto es el proceso de llegar a una conclusión sin evidencia que la apoye o con evidencia contraria a la conclusión. La inferencia arbitraria, aunque es una estrategia útil que se basa en la experiencia, puede llevarnos a elaborar conclusiones desacertadas. Profundicemos.

La utilidad de sacar conclusiones

Es cierto que sacar conclusiones a partir de una característica o hecho concreto puede ahorrarnos tiempo y esfuerzo. Si a Alejandra le dicen que Guillermo se encarga de las tareas del hogar, podríamos imaginar que le encanta cocinar. La siguiente vez que queden, Alejandra puede proponer una velada donde cada uno traiga su propio plato.

No obstante, Guillermo puede no tener ni idea de cocina. Aunque este error puede ser etiquetado como lógico, lo cierto es que lo “normal” y la experiencia que creemos tener en escenarios diferentes pueden provocar que nuestra manera de pensar no sea la más adecuada.

Mujer pensando

MBCT o terapia cognitiva basada en la atención plena

La MBCT se plantea como una integración entre dos modelos: la terapia cognitiva y el programa de estrés basado en la atención plena de Kabatz-Zinn MBSR. El objetivo inicial de esta fusión de corrientes era prevenir las múltiples recaídas acaecidas después del término de la terapia para la depresión. De hecho, numerosos estudios investigaron los síntomas residuales y las recaídas de los pacientes con depresión después de haber terminado una terapia.

Los números parecen alarmantes: alrededor de un 70% de personas presentan síntomas cognitivos depresivos tras la terapia. Además, un 75% de personas que respondían positivamente al tratamiento, presentaban cinco o más síntomas residuales. Estos síntomas residuales eran, en su mayoría, problemas de concentración, falta de atención, dificultad para encontrar las palabras, enlentecimiento mental y dificultad para la toma de decisiones.

Por ello, el MBCT, desarrollado por Segal, Williams y Teasdale en 2002, se plantea como necesario para la clínica actual. Este programa está diseñado a partir de sesiones en grupo, en las que se trabaja la meditación, los sentimientos y las emociones para evitar la recaída.

El MBCT entrena en la redirección de la atención hacia formas de pensamiento o cogniciones que rompan con la tela de araña depresiva que puede volver a activar un episodio depresivo.

Uso de metáforas en el MBCT

En el MBCT, es usual la utilización de metáforas para conseguir el cambio cognitivo y sobre todo para enseñar a las personas a localizar una forma de pensamiento irracional y actuar sobre él en consecuencia.

Uno de los ejercicios que plantea la MBCT se relaciona con la metáfora del profesor de matemáticas. En él, se pide a la persona que cierre los ojos para empezar a tomar consciencia de los diferentes pensamientos, sensaciones y emociones que le produzca el relato. Esas son las únicas directrices que se le dan.

Toma de consciencia: metáfora del profesor de matemáticas

El relato que se ha de narrar versa de esta manera:

“Clara va camino de la escuela.
Está preocupada por la lección de matemáticas.
No está segura de si hoy podrá controlar de nuevo a la clase de sexto.
Porque esta, a fin de cuentas, no es una de las obligaciones de una conserje”.

Después de plantear el relato y dejar pausas para que la persona piense, es útil poner en común que es lo que le ha ocurrido durante el ejercicio. Lo normal es que el individuo plantee sus errores al sacar conclusiones precipitadas.

Es probable que en un primer momento pensara que Clara, protagonista del relato, era una alumna, después una profesora, para finalmente descubrir que era una conserje.

El peligro de sacar conclusiones precipitadas

Lo que ilustra este ejercicio es que las personas solemos sacar y revisar conclusiones a medida que vamos obteniendo información. En el caso del relato, esta información se ha desmentido con más datos, pero esto no se producirá siempre. Nadie, persona o realidad, tiene por qué resolver o enmendar las conclusiones erróneas a las que nosotros podemos llegar y, por ello, es responsabilidad nuestra corregir la manera de pensar, más que necesitar que se nos corrija externamente.

Aunque pensar que Clara es una profesora en vez de una conserje es algo que no alberga demasiado peligro, este relato puede aplicarse a numerosas situaciones de nuestra vida. Por ejemplo, si Clara es en realidad Belén, amiga de toda la vida, que vemos a lo lejos caminando, y esta no nos saluda, podemos llegar a diferentes conclusiones.

Estas pueden ser: Belén es una maleducada, Belén es demasiado despistada, Belén está enfadada, Belén ya no me quiere. Estas deducciones sí pueden tener un impacto en nuestro estado de ánimo, pues Belén no se identifica con las etiquetas que le hemos puesto. Belén es simplemente miope.

Del mismo modo, Beatriz avisa el mismo día que no va a poder participar en el regalo de Claudia, cuando ya se ha comprometido y se ha comprado. El resto del grupo de amigas puede pensar que Beatriz es una desvergonzada, que es una pasota, que es egoísta y que en realidad no le cae bien Claudia.

Sin embargo, siendo estas conclusiones a las que las amigas llegan sin más información que esa, también pueden ser erróneas. Beatriz puede tener problemas de dinero, haber discutido fuertemente con su novia y haber reaccionado demasiado impulsivamente o tener problemas con Claudia sin que las demás los conozcan.

Hombre pensando en el vacío existencial

Impacto en el resto: ¿es responsabilidad nuestra?

Esta manera de pensar no es solo peligrosa en tanto que puede afectar fuertemente a nuestro estado de ánimo. Como muchas veces nuestros pensamientos amoldan nuestra conducta, las inferencias que hagamos también pueden provocar que nos comportemos de una determinada manera.

Esta conducta está motivada por esas conclusiones, que pudiendo ser equivocadas, darían lugar a un trato más desajustado. Si se deja de hablar con Belén porque “ha pasado de mí” o el grupo de chicas discute y se enfada con Beatriz por ser una “egoísta”, cuando no es cierto, estaremos haciendo algo que en realidad no queremos basándonos en razones que no se sustentan más allá de los hilos caprichosos que ha tejido nuestra mente.

Por ello, interiorizar la metáfora del profesor de matemáticas y recordarla cada vez que lleguemos a una conclusión parece útil. No solo mejorará la lógica de nuestro pensamiento racional, sino que también hará que adoptemos menos posturas equivocadas.


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  • Cebolla, A. y Miró, M. (2008). Efectos de la Terapia Cognitiva basada en la Atención Plena: una aproximación cualitativa. Apuntes de Psicología, 26(2), 257-268.

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