¿Qué puedo hacer para que mi hijo haga los deberes?

¿Qué puedo hacer para que mi hijo haga los deberes?
Laura Reguera

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Reguera.

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Todas las tardes la misma tragedia al salir del colegio: toca hacer los deberes. Lejos de la imagen idílica que se proyecta en anuncios de la tele, suele ser un momento de conflicto. Lo más común es que los niños no quieran hacerlos, pero no nos queda otra que emplear toda nuestra paciencia para que se sienten, se concentren y los hagan.

Ellos patalean, protestan y se cogen sus rabietas tratando de librarse de un momento que les gusta muy poco. Y es común que las papás y las mamás acaben perdiendo los nervios y enfadándose. Así, la pregunta es clara: ¿hay algo que podamos hacer para conseguir que esta situación sea más llevadera? No hay una receta mágica, pero poniendo en marcha los siguientes trucos puede ser más fácil… ¡Continúa leyendo!

“El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba”

-Petrus Jacobus Joubert-

¿Dónde hacen los deberes?

El primer paso para conseguir que los niños adquieran la rutina de realizar sus tareas escolares pasa por establecer el lugar de la casa donde hacerlos. Aunque parezca que no es importante, la realidad es que los pequeños van a adquirir mejor el hábito si siempre lo llevan a cabo en el mismo sitio.

Ahora bien, ¿cuál es la mejor habitación de la casa donde pueden ponerse a ello? Esto dependerá de cada niño. Aún así, en general es mejor que lo hagan en un espacio tranquilo, como su dormitorio o el salón de estar. La elección va a variar en función de un hecho concreto: lo que se distraiga el pequeño en cada sitio.

En esta línea, hay que tener en cuenta otro factor: algunos de los chicos prefieren trabajar ellos solos, mientras que a otros les gusta y necesitan más que sus padres estén cerca por si tienen dudas. Por ello, es importante acordar este aspecto entre los progenitores y los chavales, así como tenerlo en cuenta en la elección del salón o del dormitorio como centro de estudios.

“Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto sino un hábito”

-Aristóteles-

Niño haciendo los deberes

¿Cómo es el sitio donde hacen los deberes tus hijos?

Pero no solo hay que tener en cuenta en qué lugar hacen sus tareas los pequeños. También hay que considerar cómo es este sitio. Para que les ayude a adquirir la rutina de hacer los deberes, es importante que dispongan de una mesa donde sentarse tranquilamente a estudiar.

También es bueno que esa mesa disponga de todos los materiales que necesiten los niños para llevar a cabo su cometido. Si se trata de una zona común, es muy útil que haya una caja portátil donde puedan guardar esos lápices, bolígrafos, reglas y papeles que deben de usar en sus tareas diarias.

Si disponen de un escritorio en su dormitorio y ahí trabajan bien, podrán meter todos esos utensilios en los cajones. Además, puede ser un incentivo para ellos el tener cierta libertad a la hora de decorar su espacio de estudio. Como ya hemos hablado de las distracciones, es importante vigilar que no sobrecarguen de estímulos estas zonas para evitar que desvíen su atención de los deberes.

Lápiz afilado sobre libreta

¿Cuándo hacen los niños los deberes?

Hoy en día, es normal que los pequeños tengan actividades extraescolares varios días por semana. Como consecuencia, algunos días puede retrasarse la hora a la que se sienten a hacer los deberes, y hay que tener en cuenta que, cuanto más tarde sea, más cansados estarán y más les costará, sobre todo empezar.

Por ello, es importante que se pongan lo más pronto posible. Esto tampoco quiere decir que deban hacerlo nada más salir de clase. Hay niños que preferirán esto, pero también habrá otros que necesiten merendar y descansar antes de ponerse a ello. Lo que sí es relevante es que intenten mantener un horario constante y que conozcan de antemano.

Al sentarse, es conveniente elaborar un pequeño programa en el que se refleje lo que hay que hacer y el tiempo aproximado que va a conllevar. De esta forma, comprobaremos que el niño entiende lo que tiene que hacer, así como que dispone de todo lo necesario para llevarlo a cabo. También es bueno dejar establecidos de antemano los descansos entre tarea y tarea.

Por último, no hay que olvidar una técnica que nos va a ayudar a que los pequeños cojan el hábito antes: el refuerzo. Este puede ir desde establecer un tiempo para jugar juntos tras realizar los deberes hasta elaborar una economía de fichas en la que las recompensas sean más grandes y se den más tarde. Lo que está claro es que el trabajo duro tiene su recompensa, y eso es algo que les tenemos que transmitir a nuestros hijos.

“Nada es especialmente difícil si lo dividimos en tareas pequeñas”

-Henry Ford-

Imágenes cortesía de Aaron Burden, Andrew Neel y Angelina Litvin.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.