Los niños aprenden cuando tienen la seguridad de poder volver

Los niños aprenden cuando tienen la seguridad de poder volver
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 08 septiembre, 2019

La magnífica poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou dice con gran acierto que “la niñez es la etapa en que todos los hombres son creadores”. No cabe duda de que los adultos debemos poner en práctica todas las herramientas necesarias para que los pequeños puedan explorar el mundo y su mundo con seguridad, pues ahí es cuando los niños aprenden de verdad.

La infancia es el momento en que nuestros pequeños son capaces de absorber todo tipo de conocimientos, educación y valores. Como se dice popularmente, son “esponjas”. Es por tanto el momento adecuado para crear un mundo seguro para ellos en el que se puedan desarrollar con libertad.

“Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro”

-Graham Greene-

La importancia de la intervención temprana

Nada como ir a la ciencia para demostrar la importancia de una teoría y su puesta en práctica de forma útil. Por ello nos gustaría hacernos eco de un estudio publicado en la revista Science hace pocos años y que mostró la necesidad de la intervención temprana.

Padre con su hija en brazos

El estudio citado midió los efectos de las visitas de un trabajador social a diferentes familias en los barrios más degradados de Jamaica durante los años 80. Desde entonces, los científicos siguieron el progreso de los niños que hasta más de 20 años después, obteniendo medidas de su desarrollo.

El resultado, como puedes imaginar, fue esperanzador, pues tras dos décadas, todos aquellos pequeños que se beneficiaron del programa puesto en marcha por el trabajador social demostraron un cociente intelectual más alto, subieron sus notas escolares y tenían trabajos mejor remunerados, llegando a sueldos hasta un 25% superiores.

Es evidente que las intervenciones tempranas en los niños son vitales para crear el entorno de seguridad adecuado para que los pequeños puedan recibir la formación necesaria que tenga un impacto beneficioso en el corto, medio y largo plazo.

“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”

-Karl A. Menninger-

Los niños aprenden más en entornos seguros

Si con un sencillo programa destinado a familias de barrios degradados en Jamaica se consiguieron tales efectos beneficiosos, ¿qué no se lograría en entornos de protección más seguros y adecuados para los pequeños?

Cabe resaltar que el trabajo social con aquellos niños consistía en proporcionar a los padres juguetes y libros para que aprendiesen a estimular a sus hijos, enseñarles a leer y mostrarles las formas de borrar las diferencias y encontrar su propio camino y sus posibilidades futuras.

Padres leyendo con sus hijos

A esa formación de los padres se les puede sumar el cariño y el amor. Todo esto promueve en el pequeño un mundo de seguridad en el que el aprendizaje se convierte en una constante aventura en la que el chico descubre sus propias posibilidades y explora sus límites.

Es evidente que la atención temprana tiene una relevancia enorme en el desarrollo de cada individuo. Sus propias capacidades cognitivas e intelectuales y la erradicación de desequilibrios están en juego, pues van mucho más allá de la simple herencia genética.

Ambientes seguros en los que los niños aprenden mejor

No cabe duda de que hay que crear ambientes seguros en los que los niños aprenden más y mejor para garantizar un desarrollo óptimo. En este caso, todos estamos involucrados en la labor, pues como sociedad, ellos son el futuro:

  • La familia: la familia es el entorno más cercano para el pequeño y por tanto el más importante. En la familia debe comenzar la formación del niño en un ambiente de seguridad y felicidad donde cada chico se sepa protegido y pueda aprender, imaginar, reforzar su autoestima y formarse como persona.
  • La escuela: los niños aprenden en la escuela desde bien pequeños. Empiezan en guarderías y centros infantiles y pasan toda su vida recibiendo formación hasta la edad adulta. Es necesario que se cree un ambiente de seguridad óptimo para potenciar las fortalezas y conocimientos del pequeño en la escuela.
Profesora ayudando a su alumna en clase con las tareas
  • Educación complementaria: muchos niños reciben educación complementaria a través de actividades extraescolares, academias, campamentos, etc. En este caso también se debe procurar la creación del ambiente óptimo para la formación temprana del pequeño.

Es evidente que los niños aprenden más y mejor en ambientes seguros. Por eso, si quieres darle una infancia feliz a tu pequeño y un futuro lleno de esperanza no dudes en crear un clima de tranquilidad en el que cada chico pueda explotar todo su potencial desde su más tierna edad.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.