Pseudopercepciones: ¿qué son y por qué las experimentas?

Creer que ese paraguas del fondo del armario es una persona que nos mira. Sufrir parálisis del sueño y ver de pronto ante nosotros algo que no existe... Las pseudopercepciones son fenómenos frecuentes que muchos hemos experimentado.
Pseudopercepciones: ¿qué son y por qué las experimentas?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 10 mayo, 2021

Las pseudopercepciones son fenómenos comunes y no patológicos en su mayoría que muchos hemos experimentado alguna vez. Ejemplo de ello es la clásica imagen que de pronto surge en nuestra mente cuando nos quedamos dormidos y que al poco provoca un sobresalto en nosotros. Las pareidolias -o atribuir a un estímulo concreto como una hoja, la forma de un rostro que nos mira- son otros hechos relacionado.

Cabe señalar que más allá de lo anecdótico o incluso de lo irónico de estas situaciones, siempre suscitan cierta inquietud. No dejan de ser una alteración de la realidad y un modo puntual de tomar contacto con lo extraño, lo inusual y hasta lo paradójico. Es por ello que el escenario donde más impactan -y turban- las pseudopercepciones es en el mundo onírico. 

Las pseudopercepciones hacen ver de pronto objetos que no existen o que adquieren una apariencia distinta o alterada. Son fenómenos que responden en su mayoría a pequeños errores en la percepción del cerebro.

Cerebro con mecanismos funcionando

¿Qué son las pseudopercepciones?

Elena es cajera en un supermercado y cada día experimenta múltiples pseudopercepciones. Cada vez que suena el megáfono para que alguien vaya a la caja a atender a los clientes, cree que la han llamado a ella. El que sufra esta experiencia no significa que tenga ningún problema psicológico ni ninguna alucinación auditiva. Es solo resultado de la presión y el estrés cotidiano.

Podríamos definir por tanto las pseudopercepciones como anomalías mentales o errores en el proceso de percepción del cerebro. Son situaciones en las que la mente evoca imágenes o incluso sonidos que no existen en realidad. Es importante incidir en que son experiencias muy comunes y que por término medio, no entran dentro de lo patológico (como la alucinación que puede experimentar un paciente con esquizofrenia).

Decía el doctor Humberto Maturana, el célebre biólogo chileno, que el cerebro está interpretando la realidad de manera constante para darle un sentido a todo. A veces, es normal cometer fallos y errores en el modo de procesar cada estímulo o situación. Eso provoca que a lo largo de nuestra vida experimentemos distintos tipos de pseudopercepciones y aunque nos desconcierten, muchas de ellas completamente normales.

¿Cuántos tipos de errores en la percepción puede sufrir el cerebro?

Hablábamos al inicio de las pareidolias. Esta es quizá una de las pseudopercepciones más comunes. Atribuir a una piedra rostro humano es muy común. Fijarnos en los cráteres de la Luna y creer ver una cara impresa en ella es otro fenómeno bastante recurrente. La ciencia ha estudiado este fenómeno y nos ofrece una sencilla explicación al respecto.

Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Sidney (Australia) afirman que también los animales experimentan pseudopercepciones. Por ejemplo, los monos Rhesus sufren pareidolias como nosotros. Y este efecto no es más que una tendencia natural del cerebro por buscar “rostros” ahí donde se ponga la mirada.

La mente siempre detectará antes una cara que un objeto inanimado y en ocasiones, aparecen errores en la percepción, tanto en humanos como en primates. No obstante, es común padecer a su vez otros tipos de pseudopercepciones. Son las siguientes:

El fenómeno de las imágenes consecutivas

Imaginemos que estamos viendo un libro con fotos de pájaros. Vamos pasando las páginas una tras otra y de pronto, suena nuestro móvil. Al cogerlo, creemos ver de pronto pasar ante nosotros un pájaro. ¿Está realmente ahí? Obviamente no, es solo una falsa percepción y un error de nuestro cerebro.

El fenómeno de las imágenes consecutivas surge tras estar expuestos a una serie de estímulos concretos de manera mantenida en el tiempo.

La experiencia de las imágenes parásitas

La experiencia de las imágenes parásitas surge como resultado del agotamiento físico y mental. Imaginemos que hemos estado todo el día en un aeropuerto esperando nuestro vuelo que viene con retraso. Más tarde, al llegar la noche y acostarnos, al cerrar los ojos puede venirnos de pronto a la mente la imagen de ese aeropuerto.

Pseudopercepciones: las imágenes mnémicas

Hablar de las imágenes mnémicas es profundizar en el modo en que el cerebro construye sus recuerdos. En este caso, un fenómeno común es transformar por completo la imagen de un recuerdo -por ejemplo esa cita que tuvimos hace un año con una persona puntual- y no saber si lo que recordamos fue realmente así o lo ha deformado nuestra mente.

Mujer con los ojos cerrados con el cerebro iluminado experimentando pseudopercepciones

Las percepciones hipnagógicas

Uno de los tipos de pseudopercepciones más comunes son las hipnagógicas. Se trata de experiencias perceptivas muy vívidas que aparecen justo entre la vigilia y el sueño. Estos fenómenos pueden irrumpir el descanso y hacernos despertar de pronto al sufrir un fenómeno visual, táctil y auditivo de gran impacto.

Ahora bien, lo más complejo de esta experiencia es que suele aparecer en parasomnias como la parálisis del sueño. La persona percibe esa alucinación y es incapaz de reaccionar, vivenciándola como algo muy turbador.

Para concluir, tal y como podemos ver, todas estas realidades no dejan de ser hechos puntuales que la mayoría hemos vivido alguna vez y a los que no sabemos dar una explicación. Las pseudopercepciones no dejan de ser un ejemplo más de la complejidad del cerebro humano y de esos pequeños fallos en la percepción que se pueden experimentar de manera ocasional.


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