Videojuegos e inteligencia: ¿cuál es su relación?

Videojuegos e inteligencia: ¿cuál es su relación?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por María Hoyos

Última actualización: 01 febrero, 2022

No hay duda de que los videojuegos han supuesto un cambio inmenso en nuestra forma de emplear el tiempo libre. Son protagonistas de reuniones de amigos, de momentos a solas, y constituyen una inversión anual de casi 100.000 millones de dólares. Todos hemos jugado alguna vez y, generalmente, los relacionamos con momentos de desconexión en los que no queremos pensar demasiado. Pero, ¿y si nuestro videojuego favorito estuviera beneficiando a nuestro cerebro? ¿Se relacionan videojuegos e inteligencia?

A continuación veremos el cambio que hemos experimentado en nuestra forma de ver el mundo gracias a los videojuegos y observaremos cómo no todos los videojuegos tienen el mismo efecto cognitivo.

Qué es la gamificación

Este término de nueva acuñación viene del inglés game (juego), y hace referencia al empleo de juegos de diversa índole (digitales o analógicos, nuevos o viejos) para que, aplicados a determinado ejercicio, influyan en el desarrollo de una actividad. Generalmente se emplea en didáctica para hacer referencia al juego en el aula, siempre con el fin de mejorar el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los alumnos.

Podemos gamificar casi cualquier actividad. Para ello nos ayudan más los juegos sencillos, dinámicos y analógicos. Sin embargo, cada vez es más fácil acceder a contenido en red en las aulas, por lo que los videojuegos se abren paso. Pueden constituir la actividad o un complemento que los alumnos realizan en casa. Por este motivo, muchos padres han expresado sus quejas; todavía no se aceptan los juegos de esta clase como fuente de conocimiento.

Niños en clase jugando al ordenador

Videojuegos e inteligencia: ¿por qué?

Hay diversas razones por las que considerar que los videojuegos y el desarrollo cognitivo se conectan. De hecho, ya desde 2005, el estudio de Shaffer, Squire, Halverson y Gee establecía una relación entre aprendizaje y videojuegos. No es la primera vez que juegos e inteligencia se relacionan: es casi conocimiento general que el ajedrez (que es realmente una disciplina deportiva) afecta muy positivamente al razonamiento lógico.

Es lo que podrían estar haciendo juegos como League of Legends o Battlefield 3: ambos contribuyen muy positivamente a diferentes áreas del cerebro y en definitiva, a favorecer el desarrollo cognitivo. Del mismo modo que el ajedrez, para poder sobresalir en el primero de ellos se debe desarrollar una buena estrategia. Para el segundo es imprescindible una perfecta coordinación entre ojos y manos, ya que la rapidez te aporta multitud de ventajas.

Esta podría ser una división válida a la hora de hablar de ventajas cognitivas. Los videojuegos exigen de nosotros diversas habilidades, físicas o mentales, que podemos tener, por ejemplo, en función del tipo de inteligencia que domina en nosotros. Un jugador con una buena inteligencia espacial sobresaldrá en juegos de estrategia, mientras que si lo nuestro es la inteligencia lingüístico-verbal nadie nos superará al Apalabrados.

No todos los videojuegos

La siguiente pregunta será, probablemente: “¿Significa esto que cualquier videojuego puede hacerme más inteligente?”. La respuesta es no, debemos buscar, generalmente, aquellos que incrementen nuestra capacidad de procesar información y nuestras habilidades a la hora de resolver problemas.

Adolescente jugando a los videojuegos

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la edad mínima recomendada para jugar a un determinado videojuego. No respetar esta restricción de edad puede afectar a los posibles beneficios. Dejar a niños jugar a juegos violentos puede afectar a su percepción social, haciendo que se desinteresen por las personas que los rodean. Aunque bien es cierto, que esto no ocurre en todos los casos, ya que se necesitan la presencia de otras variables como una personalidad agresiva, un trastorno de la personalidad o una educación conflictiva para que llegue a desarrollarse, entre otras.

Esto no quiere decir que los juegos violentos no sean adecuados para estimular nuestra inteligencia, ya que diversos estudios avalan la hipótesis. Solo es necesario entender que esto sucede en población adulta. Es importante encontrarnos en la adultez congnitiva para saber discernir perfectamente entre realidad y ficción.

En definitiva, los videojuegos son, en esencia, positivos, y hasta necesarios. Esto no quiere decir que no exista ningún equivalente analógico (cualquier deporte de pelota mejora la coordinación de la misma manera que un videojuego como Battlefield), sin embargo, no podemos ser ajenos a los beneficios que nos ofrecen estas nuevas fuentes de conocimiento.


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