Amnesia relacional: cuando tu pareja olvida cosas importantes
La amnesia relacional va más allá de olvidar el aniversario de pareja o el cumpleaños del otro. Es algo más delicado y que en ocasiones es motivo de discusiones. A veces, la otra persona olvida momentos que para nosotros eran especiales y que marcaban instantes importantes en la relación. ¿Cómo puede ser? ¿Por qué razón se desvanecen de la memoria vivencias compartidas?
La primera respuesta que podríamos dar es bastante sencilla: cada persona procesa las cosas de un modo, con lo cual, aquello que para uno puede ser más trascendente, para el otro no lo es tanto. Aunque eso no significa que se quiera menos a la pareja. Todos guardamos en nuestro cerebro instantes mágicos, pero cada persona tiene los suyos.
Sin embargo, y aquí llega quizá el problema, parece que siempre hay un miembro de la pareja que atesora en la memoria cada momento, mientras que el otro se limita más a vivir el aquí y ahora. Esto es motivo de discusiones e incluso de decepciones capaces de ocasionar roces y más de un problema. Lo analizamos.
El hecho de que un miembro de la pareja no guarde en su memoria esos instantes que para nosotros fueron muy especiales suscita a menudo dudas y resquemores.
¿Qué es la amnesia relacional?
La amnesia relacional no es una entidad clínica, sino un fenómeno normal en el que una persona olvida algún detalle relativo a su relación de pareja. No hay, por tanto, ningún déficit cognitivo, solo se hace hincapié en una experiencia bastante recurrente que es motivo de discrepancias y discusiones puntuales.
Son esas situaciones en las que nosotros o nuestra pareja olvida, por ejemplo, una promesa. También puede ser que uno de los dos haya olvidado la discusión de la semana pasada, del mes pasado o incluso de ayer. Es posible que uno no haya recordado el aniversario o esa vez en que una tormenta nos cogió de pleno camino a un concierto.
Ahora bien, lo llamativo de esas situaciones es que siempre se combina el que lo olvida casi todo y el que recuerda absolutamente cada detalle. Este último le reprocha al primero que descuide cosas que son significativas. Mientras el olvidadizo le puede increpar al otro su obsesión por recordar cada matiz para después echarle en cara su mala memoria.
Esa danza del reproche y de la crítica configura más de una tensión y de un problema. Es común experimentar decepción al percibir quizá que el ser amado no pone la atención y el recuerdo en aspectos que consideramos importantes. Sin embargo, todo esto tiene a menudo más de una explicación que vale la pena comprender.
Motivos de la amnesia relacional
Lo cierto es que la amnesia relacional u olvidar aspectos relativos a la relación tiene consecuencias más allá de lo que solemos pensar. Sobre todo, si se llevan estas situaciones al extremo. Cuando tenemos al olvidadizo nato, por ejemplo, lo que se evidencia quizá es alguien que pone escasa atención en su vínculo afectivo.
Por otro lado, el que lo recuerda todo puede ser el puntilloso, el que siempre necesita tener la razón y actúa como si su verdad fuera la única. Este rasgo, podría advertir cierto neuroticismo, ese factor que, según un estudio de la Universidad de California, favorece la insatisfacción en una relación.
No obstante, veamos más razones que pueden explicar esa amnesia relacional.
Una vida en común, relatos diferentes pero sentimientos semejantes
Ser pareja no significa ver, sentir, procesar y recordar las mismas cosas de manera milimétrica. Y no por ello nos amamos menos. Cada miembro de esa relación tiene su propio relato, su propia manera de entender y ver las cosas. Esto puede hacer que cada uno ponga más atención en unos hechos que en otros.
En este sentido, olvidar un aniversario o no tener claro si el mes pasado fuimos o no a aquel restaurante, en realidad no es tan trascendente como pensamos. Importan los sentimientos, importan los actos y las intenciones.
Cuando el olvido refleja en realidad falta de interés
Hay muchos tipos de amnesia relacional. Está la anteriormente referida, esa en la que los olvidos son puntuales y poco trascendentes, pero en el que se desprende el afecto sincero. Ahora bien, en el lado opuesto, se encuentra quien olvida porque no atiende, porque se despega del día a día y ya no siente interés.
Esta es otra explicación que sin duda es importante considerar.
La amnesia relacional y el pasivo-agresivo
Existe una dinámica que suele relacionarse también con la amnesia relacional. La personalidad pasivo-agresiva suele hacer uso del olvido para manipular y hacer daño a la pareja. Estudios, como los realizados en la Universidad de Michigan, nos recuerdan que tras este perfil está el narcisismo y el trastorno límite de la personalidad.
Son personas que hacen uso de la negación, que dicen no recordar para invalidar, para evitar responsabilidades y manipular en el plano emocional.
La rutina y las relaciones no presentes
A veces, la amnesia relacional es el resultado del peso de la rutina, de esa realidad en la que aún ocupando un mismo espacio-tiempo, nos encontramos lejos el uno del otro. Tal vez por la monotonía, por el estrés laboral, por la incertidumbre o por haber descuidado la relación.
En esos contextos es muy fácil olvidar porque la mente no está anclada al aquí y ahora, está perdida y difusa. Se echa de menos la pasión, falta dotar de nuevos significados y trascendencia a esa relación. Si nos encontramos en esa misma circunstancia, actuemos, salvemos ese vínculo de pareja antes de que se desvanezca.
Para concluir, tal y como vemos, existen muchas razones por las que descuidamos u olvidamos determinados recuerdos. Hacer una atribución acertada del fenómeno es el primer paso para comprender esa realidad y poder actuar.
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