Ansiedad ecológica: qué es y por qué se da

El cambio climático, la polución y la excesiva contaminación están provocando que aparezcan nuevos problemas psicológicos. Uno que empieza a generar preocupación es la ansiedad ecológica. ¿Quieres saber cómo se produce y qué áreas nos afecta?
Ansiedad ecológica: qué es y por qué se da
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 10 diciembre, 2022

A no ser que hayas pasado los últimos cinco años de tu vida escondido en una cueva, seguro que sabes quién es Greta Thunberg. Si sabes de la niña, entenderás que nos preguntemos si esta joven podría sufrir ansiedad ecológica. ¿Sería posible?

Lo cierto es que no tenemos las respuestas. Y es que científicamente  todavía no existe una afección psicológica llamada ansiedad ecológica. Sin embargo, en 2019, un grupo de expertos de la Climate Psychology Alliance ya acuñó este término para hacer referencia a un fenómeno que, lejos de ser una patología, sí se puede considerar como una preocupación real y racional.

Mujer con ansiedad ecológica

¿Qué es la ansiedad ecológica?

Si simplificamos el término, podemos afirmar que la ansiedad ecológica es la preocupación por el medio ambiente natural, la destrucción de los hábitats, el cambio climático, la polución y todos los problemas y desastres ecológicos provocados o reforzados por la acción del ser humano y su actividad productiva sobre el planeta.

Las personas que sufren estas preocupaciones sienten ansiedad al pensar en su propia mortalidad, y también en la de sus seres queridos. Además, el futuro del mundo les produce una honda percepción de desasosiego.

No obstante, no se puede confundir nunca con un trastorno de ansiedad clínica. Como hemos comentado, no se considera una patología ni presenta un cuadro clínico concreto.

Sin embargo, sí que, según la Asociación Estadounidense de Psicología, que definió el término en 2017, este miedo crónico a la fatalidad ambiental podría empeorar problemas de salud mental ya existentes o desencadenar otros no existentes previamente.

La ya citada asociación norteamericana afirma que, en 2019, debido a la repercusión mediática que tuvieron los numerosos desastres naturales provocados por el clima, hubo un aumento generalizado de la ansiedad ecológica.

El clima y la salud mental

El clima tiene un impacto directo en la mente de todo ser humano. A algunos les afecta a través de los efectos actuales, a otros, por lo que está por llegar, como el saber que una isla puede quedar completamente sumergida en unos años por efecto del cambio climático.

No obstante, ambos pueden provocar diversas sensaciones, como la ira, la conmoción o el terror, y todas ellas de forma más o menos intensa, pudiendo desembocar en trastornos de estrés postraumático.

Además, las consecuencias del cambio climático influyen sobre la actividad económica y social. Infraestructuras, agricultura ganadería… Todas se verán afectadas por fenómenos naturales crecientes en intensidad, como pueden ser las tormentas o el calor, pudiendo provocar sentimiento de fatalismo, impotencia y afecciones mentales de diversa índole.

La revista científica Global Enviromental Change relacionó a través de un estudio la depresión y la ansiedad con el medio ambiente. De hecho, en mujeres y personas con bajos ingresos, la posibilidad de afección se elevaba, impactando en ellos en forma de ansiedad ecológica, aunque todavía no existen datos claros a este respecto.

¿Qué sabemos de los afectados?

De momento, en contra de otros tipos de ansiedad que se basan en lo que podríamos denominar como miedo infundado o desproporcionado en su intensidad -si lo comparamos con la magnitud o probabilidad objetiva de la amenaza,- cuando hablamos desde el punto de vista ecológico, hablamos de un problema real.

Así, esta sensación de inseguridad se convierte en una respuesta natural por la inquietud que despierta. Y, según los datos que respaldan la existencia del problema, estos factores se notan especialmente en las mujeres, mucho más preocupadas por la contaminación, el calentamiento global o el cambio climático. Muchas consideran que podría afectar incluso a su fertilidad.

También se observa especial incidencia en los jóvenes, que muestran mayor vinculación al medio ambiente y una elevada preocupación por su futuro, igual que en padres de corta y mediana edad, que sufren por el impacto que tendrá en el desarrollo de sus hijos.

“Estudia la naturaleza, ama la naturaleza, acércate a la naturaleza. Nunca te fallará”

-Frank Lloyd Wright-

Mujer con ansiedad

¿Hay solución para la ansiedad ecológica?

Por fortuna, todavía estamos a tiempo de paliar este tipo de ansiedad que, de seguir así, podría convertirse en un grave problema para miles de seres humanos. Para ello, básicamente, la mejor solución es cambiar los comportamientos sociales y económicos, evitar la compulsividad en el consumo y el comercio y comenzar a implantar formas de energía más ecológicas.

Más allá de eso, también es necesario desarrollar la resiliencia, que irá acompañada de políticas equilibradas y respetuosas con el medio ambiente para que tengan efecto positivo en la psique del ser humano.

El cambio de hábitos por otros más saludables, como un menor uso del vehículo o el pasar más tiempo entre la naturaleza también te permitirá mejorar de tu ansiedad ecológica. ¡Está en tu mano!


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