5 claves para prevenir conflictos en las fiestas navideñas
La navidad es época de paz y amor, o al menos debería serlo, porque esta es la esencia de esa celebración. Sin embargo, ni la paz ni el amor pueden imponerse por decreto, y si bien estos tiempos son propicios para limar asperezas, también pueden serlo para que se intensifiquen.
Lo habitual es que estas celebraciones se hagan en familia o con las personas más allegadas. Es posible que estas fechas coincidan con una etapa de estabilidad y armonía con esos seres amados, pero también que existan conflictos que permanezcan latentes. De ahí la importancia de prevenir enfrentamientos en las fiestas navideñas.
La navidad suele tener dos caras. Por un lado, está la alegría de reunirnos con los seres queridos, la expectativa de los obsequios y el entusiasmo que impregna estas fechas. Por el otro, los conflictos no resueltos. Hay que sacar el mayor partido a estas celebraciones y prevenir los conflictos en las fiestas navideñas. ¿Cómo hacerlo? Veamos.
“Buda dijo que el odio nunca es vencido por el odio sino por el amor, y un malentendido no termina nunca gracias una discusión sino gracias al tacto, la diplomacia, la conciliación, y un sincero deseo de apreciar el punto de vista de los demás”.
-Dale Carnegie-
1. Compartir las decisiones
¿Dónde pasar la Nochebuena? ¿Con quién? ¿Qué tipo de cena se va a servir? ¿A quién se le darán regalos? ¿Qué y cuándo comprarlos?… Y un largo etcétera.
Para prevenir los conflictos en las fiestas navideñas, lo mejor es que todas esas decisiones se tomen de forma mancomunada. Hay que escuchar y tratar de comprender lo que piensa cada miembro de la familia para llegar a consensos. De lo contrario, quedará latente una veta de conflicto.
2. Consensuar los gastos
En la navidad hay más gastos, y este es un factor que puede ocasionar conflictos si no se unifican previamente los criterios. Lo más indicado es poner un tope al presupuesto y definir quién paga qué.
Si alguien decide aportar más dinero, es importante asegurarse de que lo hace de forma plenamente voluntaria. Lo ideal es que cada persona dé lo que pueda y quiera, sin ningún tipo de presiones. Es una buena medida para evitar conflictos en las fiestas navideñas.
3. Brindar apoyo en el cuidado de los niños y repartir el trabajo
Las personas de la familia o del trabajo que estén presentes en los festejos navideños con sus hijos necesitan de apoyo, así no lo soliciten. En ese tipo de reuniones los niños pueden quedarse con toda la atención de sus padres, que en muchas ocasiones sacrifican su vida social por estar pendientes de sus hijos.
No se trata de asumir la responsabilidad por ellos, sino de prestarles colaboración en esa tarea, de modo que también tengan un momento para sí mismos. Es importante que no se sobrecarguen, convirtiendo el festejo en una situación tensa y estresante.
Otra de las claves consiste en repartir el trabajo de una forma equitativa. No es bueno dejar que una sola persona lleve encima la mayor carga, ya que esto no es justo. De hecho, compartir las tareas es un factor que puede unir y hacer que las cosas sean más sencillas para todos.
4. Evitar temas polémicos y abstenernos de forzar reconciliaciones
Se sabe que en las familias suele haber temas que causan controversias. Por lo general, religión, política o rencillas del pasado. Lo mejor es hacer un acuerdo para evitar estos temas, ya que pueden convertir la celebración en un campo de batalla. Es navidad y esta no es la época más propicia para entrar en debates, que, por lo general, no llegan a ninguna parte.
El deseo de paz y fraternidad no debe llegar tan lejos como para presionar para que se reconcilien a las personas que tienen algún conflicto sin resolver. Es claro que lo ideal es que todas las relaciones sean lo más armónicas posible, pero forzar al diálogo y a cambiar de actitud a alguien no genera paz, sino, quizás, solo una calma chicha. Mejor respetar los procesos de cada persona.
5. No dejarte enganchar
Si cada una de las personas se ocupa en manejar sus propias actitudes y emociones, lo más probable es que todo salga muy bien. No se puede cambiar el comportamiento de los demás, pero sí el de uno mismo. La consigna es no dejarse enganchar por gestos o actitudes negativas. Ya habrá tiempo de solucionar lo que quede pendiente.
La mejor manera de prevenir los conflictos en las fiestas navideñas es adoptando una actitud de apertura, flexibilidad y serenidad. Dar lo mejor de uno mismo y disponerse a tener una Navidad en paz son factores decisivos a la hora de celebrar en familia y con amigos.
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- Fernández-Victorio Ortiz, C. (2018). Psicología de la paz.
- Hernández, A. O. (2014). Navidad tiempo de mediación. Diario La Ley, (8450), 3.
- Vega Pasquín, M. T. (2016). Familia, educación y género. Conflictos y controversias.