¿Qué son los factores protectores en psicología?

Los factores de protección en psicología son recursos que todos podemos desarrollar para hacer frente a las dificultades y reforzar nuestra salud mental. Ejemplo de ello son la gestión del estrés, la Inteligencia Emocional o el establecimiento de propósitos.
¿Qué son los factores protectores en psicología?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022

El psiquiatra Pierre Janet dijo una vez que cada vida es una obra de arte construida con todos los medios disponibles. En ella hay buenos y malos momentos, hay luces y sombras. Podríamos decir que los factores protectores en psicología son esas herramientas que nos permiten crear existencias mucho más bellas, resistentes y felices.

Ese conjunto de atributos o habilidades las deberíamos desarrollar como todo buen artista. Porque no siempre nos vienen dadas ni nos las enseñan. El bienestar psicológico es un ejercicio de hábitos de autocuidado, de resiliencia y hasta estrategias de inteligencia emocional. Todo ello son amortiguadores del sufrimiento, canales de oxígeno ante el malestar, tonalidades que permiten ver la vida desde prismas más amplios.

Pensemos en la vida como si fuera una obra de arte y nosotros esos creadores que deben darle forma. Es un acto que requiere esfuerzo, dedicación y creatividad. Esos factores de autoprotección nos permiten salvaguardar nuestro equilibrio mental.

Mujer en el campo aplicando los factores protectores en psicología
La salud mental es un componente transversal en el que todos deberíamos aprender y desarrollar adecuadas herramientas.

Estos son los factores protectores en psicología

Los factores protectores en psicología son dimensiones individuales que las personas desarrollan para adaptarse mejor a las condiciones vitales (López, Pedrotti y Snyder, 2019). Si bien es cierto que, como hemos señalado, es responsabilidad nuestra integrar y aplicar estas estrategias en nuestra cotidianidad, todo podría ser más sencillo si los adquiriéramos de manera temprana.

La familia es el primer escenario social que tiene como responsabilidad asegurar el bienestar psicológico de los niños. Por su parte, la escuela se alza como ese segundo espacio que debería también debería fomentar la adquisición de competencias tan básicas como la regulación emocional, las habilidades sociales o la gestión del estrés.

Sin embargo, nuestros jóvenes son cada vez más vulnerables a trastornos como la ansiedad, la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria… Es necesario iniciar un cambio.

Por ejemplo, la Universidad de Australia Occidental publicó un estudio en el que hablaba de los beneficios de un programa de promoción de la salud mental aplicado en centros de primaria. En este se buscó desarrollar en los niños dimensiones como las anteriormente señaladas. Los resultados no pudieron ser más esperanzadores: los alumnos aprendieron a manejar los problemas cotidianos con mayor efectividad.

Transmitir las bases de los factores protectores en psicología nos permitiría dar al mundo personas más hábiles para salvaguardar su bienestar mental. Conozcamos ahora esas dimensiones, basándonos en un trabajo de investigación de la Universidad del Sur.

Los factores de protección de la salud mental se basan en el desarrollo de “polifortalezas”, tales como la regulación emocional o la clarificación de significados vitales y metas.

Fortalezas reguladoras

Entre los factores protectores en psicología están esas habilidades orientadas a regular el mundo de las emociones. Son el sustrato de nuestra salud mental, recursos decisivos para manejar el estrés, la ansiedad, las preocupaciones, etc. Son los siguientes:

  • Conciencia emocional: define la capacidad de saber identificar y nombrar las propias emociones y también las ajenas. Conciencia emocional es también captar el clima emocional de un entorno determinado o de un grupo de gente.
  • Regulación emocional. Implica comprender la relación entre emoción, cognición y comportamiento, y saber actuar de manera consecuente sin dejarnos llevar de manera automática o impulsiva.
  • Control de la ira. El bienestar psicológico también depende de la correcta regulación de esta emoción.
  • Resistencia emocional. Habilidad para manejar y enfrentar los factores asociados al estrés.

Fortalezas de creación de significado

Dentro de esos factores protectores en psicología está lo que la filosofía existencial denominó como significado vital. Viktor Frankl desarrolló su logoterapia centrándose precisamente en ese factor, en promover la búsqueda de significado vital ante el vacío existencial.

Solo cuando clarificamos qué nos motiva, cuáles son nuestros propósitos y qué es importante para nosotros, hallamos ese impulso para hacer frente a toda adversidad. Por ello, estas fortalezas de significado se materializan en una serie de dimensiones muy concretas que todos deberíamos despertar, iluminar en nuestro interior:

  • Tener propósitos.
  • Ser optimistas.
  • Determinar qué nos ilusiona.
  • Clarificar nuestros valores.
  • Saber qué esperamos de nosotros mismos, y qué queremos para nuestro futuro.
  • Saber a quién amamos, quiénes son esas personas relevantes en nuestra vida.

“Aquellos que tienen un por qué para vivir, pueden soportar casi cualquier cómo”.

-Viktor Frankl-

Compañeros en el trabajo hablando sobre los factores protectores en psicología
Las fortalezas de creación de significado tienen que ver con el sentido que le damos a la vida y los valores que queremos en ella.

Fortalezas interpersonales

Las personas no somos islas solitarias navegando en este complejo mundo. Somos entidades orientadas a relacionarnos, a convivir entre nosotros. Esto significa que uno de los factores protectores en psicología es nuestra capacidad para construir vínculos felices y satisfactorios.

Esta dimensión va mucho más allá de las habilidades sociales. Las fortalezas interpersonales nos instan a desarrollar una serie de capacidades que también son virtudes. Son las siguientes:

  • Generosidad.
  • Empatía.
  • Compasión.
  • Asertividad.
  • Comprensión.
  • Apego saludable.
  • Capacidad para perdonar.

Para concluir. Si todos fuéramos capaces de invertir voluntades en desarrollar estas habilidades, no solo mejoraría el propio bienestar psicológico. También contribuiríamos a una mejor convivencia. Intentémoslo, pequeños esfuerzos diarios pueden traer cambios esperanzadores.


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  • US Department of Health and Human Services. (n.d.). Risk and protective factors for mental, emotional, and behavioral disorders across the life cycle.

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