Me despido de ti porque te amo

Me despido de ti porque te amo
Rafa Aragón

Escrito y verificado por el psicólogo Rafa Aragón.

Última actualización: 21 septiembre, 2015

La llama de mi amor se mantiene erguida y rebosante ante cualquier atisbo de esperanza, de ilusión, fantasía y recuerdo. Todo me lleva a ti, porque mi cuerpo vibra al imaginarte y al sentirte tan dentro de mí.

Es porque te amo que despiertas todos mis sentidos y me elevo hacia a ti, aunque ya no estés, aunque ya no me comprendas, aunque ya no hablemos el mismo lenguaje ni deseemos con pasión el mismo destino juntos.

Al cerrar los ojos, me doy cuenta que deseo que estés ahí. Te mantienes de forma constante en todo lo que me resulta bello, en cualquier parte te imagino conmigo; compartiendo el camino.

Sé que tú ya no compartes ese amor, y que apenas puedes llegar ya a sentir algo por mí. Pero mi corazón desbordante se empeña, sin razón y dado a la locura, a no darse por vencido, a perseverar en la soledad y ante tu ausencia.

Cada vez estoy más convencido de la pureza de este amor, puesto que emana una energía inagotable de mí, cuya única intención es la de completarse yendo hacia ti

Silueta de hombre mirando a la luna

Experiencias inolvidables junto a ti

Sin duda has hecho de mí una persona diferente desde que entraste en mi vida. Creo que he cambiado aspectos fundamentales que me hacen estar más en mí, y apreciar todo desde otras perspectivas aún más auténticas. Desde mis emociones y mis sentimientos.

Tú has despertado lo más profundo de mí, y no ha sido por ti que lo he hecho, sino gracias a ti, por y para mí

Me quedo con la sensación de que lo que hemos vivido juntos ha sido tan real como el amor que ahora mismo puedo sentir tan intensamente hacia ti: sin deslumbramientos, sin interés, sin argumentos y sin ningún tipo de condición.

Siento cuando te miro, al cerrar los ojos, o al estar tú frente a mí; que lo hago desde el corazón, y que en ese momento mi razón no existe, soy pura emoción, puro sentimiento. Y es una de las sensaciones por las que he pasado contigo más bonita de mi vida.

Sentir que daría en ese momento mi vida por ti, que no me importa nada más que sentirme en conexión contigo. Es increíblemente bello y peligroso, me deja totalmente vulnerable, y el más mínimo parpadeo puede destrozar toda mi cordura.

 

Sentí que eras tú la mujer de mi vida

Es cierto que contigo he sentido tanto la alegría como la tristeza con una mayor intensidad, que me he sentido defraudado, impotente, rabioso, lleno de ira y sobre todo frustrado.

Una frustración continúa ante la posibilidad de creer que podía alcanzarte, al sentirte de nuevo una y otra vez cercana a mí, estando conmigo de verdad. Y de repente, dejar paso a la realidad y comprobar que era todo parte de mi ilusión.

De mi esperanza de poder verte de nuevo, y de que nos miráramos y todo volviera a como yo creía que era como tenía que ser. Estando juntos, amándonos por siempre: una inocente promesa, que incluso yo me llegué a creer…

Es verdad que en contra de mi razón, y de mi experiencia; de forma totalmente inocente, creí que pudiese existir algo así, porque sentí que tú serías realmente la mujer de mi vida, y que al ser un amor tan puro, ya nada eso lo iba a cambiar. Lo más triste es que aún lo sigo sintiendo así…

Esta vez no ha sido así para mí, quiero creer que porque no tenía que ser así, y que tras todo acontecimiento importante por el que pasamos en la vida, nos aguardan otras experiencias, quizás más reales y auténticas.

No porque en sí lo sean, sino porque yo estaré mejor preparado para verlas, experimentarlas y vivirlas, de una forma más consciente y profunda.

Rosas marchitas sobre libro con hojas abiertas

Aceptando la realidad

Mi despedida ahora es real, necesito que así sea, para que pueda aceptar que no eres la mujer de mi vida, y que no es contigo con quien voy a realizar todos los planes con los que yo soñaba.

Me resulta muy duro poder aceptar esto, me he resistido y lo sigo haciendo, ya que no es eso lo que siento, ni lo que mi voluntad quiere.

Sin embargo es lo que corresponde, es la evidencia a la que no quiero mirar de frente. Con el valor que debo reunir, para emprender este aprendizaje tan duro, que se interpone en mi presente y no me permite seguir con mi vida hasta poder afrontarlo.

Me he quedado sin opciones, también ya sin ilusiones, no sé lo que me depara. Solo siento un perpetuo desaliento, una angustia que me abraza con fuerza y se apodera de mí.

Aunque la fuerza que me ha llevado hasta tu alma sé que ahora es la que me separa de ella. Me parece incomprensible. En mi ignorancia y falta de entendimiento hacia la vida, es algo que me resulta injusto y cruel.

Y sin embargo, siento que debo dejar fluir todo el amor que albergo en mí, en agradecimiento a esa fuerza que me unió y hoy me separa de ti.

Ya que por alguna razón que sé que no podré comprender; pero si siento con mucha fuerza, como ahora me pasa; es que el amor que tú y yo juntos construimos quedará impregnado en la eternidad. Y siento que eso nada lo podrá ya cambiar.

Me despido de ti porque te amo, y porque no sé estar contigo de otra forma que no sea amándonos. No espero que lo comprendas, porque ni yo lo comprendo; pero si espero que sepas que lo hago en este momento, en el que más quiero y necesito estar junto a ti.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.