Realismo filosófico: significado y características

¿Cuál es nuestra relación con la realidad? ¿Podemos conocerla tal cual es? ¿Qué papel nos toca en la comprensión del mundo en el que vivimos? En este artículo exploraremos estas preguntas a través del realismo filosófico.
Realismo filosófico: significado y características

Escrito por Jennifer Rojas

Última actualización: 12 septiembre, 2023

La filosofía desde sus orígenes se pregunta por la realidad y su relación con nosotros mismos. En este sentido, hay una corriente conocida con el nombre de realismo filosófico. La misma se encarga de estudiar la siguiente pregunta: ¿existe un mundo real por sí mismo, independiente de nuestras capacidades de conocer?

La respuesta es diferente de acuerdo al tipo de realismo filosófico del cual se trate. Por eso, en este artículo exploraremos las teorías que existen y sus representantes más influyentes. ¡Acompáñanos!

¿Qué es el realismo filosófico?

El realismo filosófico es una corriente de pensamiento que sostiene la existencia independiente del mundo y los objetos. Por lo tanto, el sujeto que los percibe y conoce no tiene tanta importancia, según el tipo de realismo. Sus principales representantes fueron Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Bertrand Russell y Mario Bunge, entre otros.

Una de las principales características de este realismo es que toma como objeto de estudio la realidad más próxima y conocida por el filósofo. Por otro lado, dicha realidad es considerada de manera objetiva, es decir, tal cual es, sin agregado de la subjetividad del investigador.

Asimismo, su método es la observación directa y, en última instancia, busca justificar la relación entre sujeto y objeto o entre el individuo que la percibe y el mundo.



Tipos de realismo filosófico

A lo largo de la historia, se han desarrollado distintos tipos de realismo, de acuerdo con el grado de protagonismo que tiene el individuo con respecto a la realidad. En este sentido, a continuación, los describimos.

Realismo metafísico

El realismo metafísico, también denominado como exagerado o absoluto, fue postulado por primera vez para designar las ideas universales o generales. El primer gran exponente de esta corriente fue Platón, quien, a través de su teoría de las ideas, sostuvo que las mismas son lo único real y verdadero.

Así, entendemos a las ideas como el prototipo o modelo de las cosas que existen en el mundo que vivimos. Lo destacable de esta postura es que tales ideas son objetos inteligibles y, por lo tanto, pueden ser conocidas y pensadas.

En la misma línea, Tomás de Aquino argumentó que la única realidad suprema y absoluta son las ideas divinas. Estas también son modelos mediante los cuales Dios creó todo lo que existe.

Sin embargo, existe una gran diferencia respecto a Platón, ya que estas ideas universales y divinas nos permiten conocer de verdad los cuerpos. La argumentación de Tomás de Aquino es que no habría conceptos si no expresan lo que los cuerpos son, tal como resalta un artículo de la revista Anuario Filosófico.

Realismo gnoseológico

El realismo gnoseológico estudia las formas en que el conocimiento del ser humano es explicado para dar cuenta de la realidad exterior. Considera que el conocimiento puede ser logrado sin la necesidad de una conciencia que lo piense según sus propias categorías. Algunos de sus representantes más destacados fueron Bertrand Russell, G.E. Moore y Mario Bunge.

La pregunta por la posibilidad de conocer el mundo de manera objetiva e independiente de las capacidades cognitivas humanas fue respondida por Bertrand Russell. El filósofo puso en el centro de su pensamiento al lenguaje.

De este modo, alegó que podemos enunciar un conocimiento cierto del mundo mediante oraciones verdaderas. Sin embargo, no se trata de un conocimiento certero, sino probable.

Realismo moderado

Otro tipo de realismo es el moderado. Su principal exponente fue Aristóteles, quien señaló que las esencias o universales son estructuras inteligibles. Las mismas constituyen y están presentes en cada cosa individual que percibimos en el mundo.

Por lo tanto, desde esta perspectiva, la universalidad se encuentra en el concepto o esencia, tal como refería Platón. No obstante, dicha universalidad está presente en las cosas sensibles. Es la mente humana la encargada de captar esta estructura común de la realidad.

Realismo ingenuo

Tal realismo acepta de manera inmediata y acrítica una realidad más allá del sujeto e incluso con independencia de él. Esta postura considera que el conocimiento es una reproducción de la realidad, es decir, nuestros sentidos permiten un entendimiento preciso y certero de la misma.

Realismo crítico

El realismo crítico sostiene que el conocimiento que producimos debe ser examinado para verificar si se ajusta a la realidad. Además, cada uno de nosotros agrega su cuota de subjetividad a aquello que conocemos. Por lo tanto, este entendimiento no es objetivo en su totalidad.

El realismo crítico considera que el conocimiento que logramos es aproximado y que nuestras capacidades cognitivas son insuficientes por sí solas.

Realismo científico

Este realismo presenta a la ciencia como la mejor forma de conocer la realidad. Con base en ello, un artículo publicado por la revista Ciencia Ergo Sum indica que el mundo y sus objetos son explicados y descritos mediante teorías científicas.

Uno de los postulados del realismo científico asevera que el mundo abordado por las teorías científicas es independiente de nuestro pensamiento. Aparte, la realidad puede ser conocida en sus dimensiones observables y no observables.

Por último, el concepto de verdad se le vuelve problemático, por eso establece una correspondencia entre enunciados y hechos. Hay que considerar que las descripciones que hagamos sobre la realidad bajo esta teoría son una aproximación de la misma; por lo que no puede llegar a un grado de certeza absoluta.

Realismo filosófico vs. idealismo

Uno de los principales adversarios del realismo filosófico fue el idealismo. En su versión absoluta, esta teoría sustenta la primacía de la razón frente a la realidad. Tuvo sus inicios con el filósofo francés René Descartes, quien consideraba como verdad solo aquello que procede del pensamiento propio del individuo.

Otro gran exponente del idealismo fue el filósofo alemán Immanuel Kant. Para él era imposible conocer la realidad en sí por parte del ser humano. Esto significa que las esencias o universales no pueden ser conocidas.

De hecho, el sujeto, con sus propias estructuras de conocimiento, es quien podrá capturar la realidad y sus objetos de manera limitada a sus propias capacidades.

Por lo tanto, el idealismo como teoría filosófica defiende que hay una dependencia entre la existencia de los objetos y la mente del sujeto que las piensa. Este tipo de filosofía da una gran importancia a conceptos como los de conciencia, ideas, pensamiento y sujeto en el proceso de conocimiento.



Realidad vs. individuo

En este artículo exploramos las características del realismo filosófico y los tipos de teorías más importantes del mismo. En este aspecto, el mundo puede ser considerado como una realidad independiente o podemos descubrir su verdad objetiva a través de nuestras propias capacidades racionales.

Tales esfuerzos intentan captar la verdad esencial de la existencia del mundo. Sea a través de la primacía del individuo sobre la realidad o la independencia del mismo, el trasfondo siempre es comprender nuestro entorno y aspirar a la verdad de este.


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