¿Te sientes invisible en el trabajo? Cómo identificar formas sutiles de exclusión laboral


Revisado y aprobado por la psiquiatra Ana Isabel Sanz Garcia
Sentirse invisible en el trabajo es bastante común, incluso en entornos donde se promueve la colaboración y el esfuerzo en equipo. A veces, esta realidad se debe a que el trabajador es introvertido. Pero, en otras ocasiones, tiene que ver con la empresa y el liderazgo, poniendo de manifiesto algunas formas de exclusión laboral a través de comportamientos sutiles como encargarle solo tareas simples y no invitarle a formarse.
La doctora Ana Isabel Sanz, directora del Instituto Psiquiátrico Ipsias y del departamento de Psiquiatría del Centro de Rehabilitación Dionisia Plaza de Madrid, explica que si “sentimos que ‘no se nos ve’, que ‘da igual si estamos o no’, cada vez nos implicamos menos, aumentamos el ostracismo del que somos víctimas, disminuimos el rendimiento y llegamos a enfermarnos”. A partir de ello, indaguemos en las formas de invisibilidad laboral y cómo afrontarlas.
No te invitan a momentos cotidianos
Una de las formas más sutiles de exclusión laboral es que tus compañeros no te inviten a compartir. Cuando esta situación es repetitiva se transforma en una señal de invisibilidad. Sanz, psiquiatra y psicoterapeuta especialista en trastornos afectivos y ansiedad, menciona entre la exclusión del día a día no participar en los chats de grupo, en las reuniones para hablar o ir a tomar café, en la organización de cumpleaños, etc.
Te asignan tareas menos populares
Si el entorno laboral es rígido, las formas de trabajar son cerradas y es posible caer en la “exclusión, consciente o no, de aquellas personas que no se ajustan a tales perfiles o estereotipos”. En consecuencia, algunos empleados acaban discriminados o haciendo tareas poco populares por la edad, por ser más críticos, por su apariencia física o por su funcionamiento psicosocial (discapacidades y neurodivergencia). Apunta la doctora que las mujeres son más propensas a ello.
Te quedas fuera de los cursos de formación
No tomar en cuenta a algunos trabajadores para cursos de formación profesional, es otra de las formas sutiles de exclusión laboral, incluso cuando estas capacitaciones están relacionadas con su área de desempeño. Esto los hace sentir invisibles, y no les da oportunidades de formarse y crecer dentro de la institución.
No valoran tus logros
Por más que te esfuerces, prevalece la falta de valoración de tus logros. Como señala la directora del Ipsias, esto afecta las revisiones pertinentes para un ascenso o mejorar tus condiciones de trabajo.
Tu voz no es escuchada
Según el cargo que se ejerce, “se infravalora a aquellos con un nivel más básico en el organigrama y se elimina la posibilidad de escuchar a los que se consideran ‘inferiores’ o ‘diferentes’“. La consecuencia es que se pierde la oportunidad de que estas personas aporten ideas al equipo.
¿Cuál es el impacto psicológico de sentirse invisible en el trabajo?
La doctora resalta que la invisibilización sistemática se reconoce como una forma de acoso y maltrato. Practicarla durante mucho tiempo supone “una disminución del rendimiento y de la motivación, y acaba minando la confianza en las propias capacidades“. Además, el trabajador arrastra las consecuencias al plano de la salud física, mental y emocional, ya que es posible que experimente lo siguiente:
- Insomnio.
- Rumiación.
- Síntomas de ansiedad generalizada.
- Síntomas depresivos y episodios depresivos completos.
- Evitación de situaciones que tengan que ver con su trabajo.
La experta argumenta que estos efectos son tan dañinos que llevan a la petición de bajas constantes y quizás a una incapacidad permanente.
¿De qué manera recuperar tu bienestar emocional y fortalecer tu presencia en el equipo?
Si te sientes invisible en el trabajo, pero esto se debe a tu timidez y es algo que quieres mejorar, no dudes en buscar ayuda psicológica para afrontarlo. Ahora, cuando la exclusión proviene de la invisibilización sistemática, es necesario tomar medidas para demostrarlo y recuperar tu presencia. Sanz recomienda no resignarte ni culparte, porque no hay nada malo en ti.
Asimismo, sugiere llevar un registro de hechos concretos que demuestren que no se trata de una invención o paranoia; esto puedes mostrarlo a los organismos que te ayuden a tomar decisiones (sindicato, inspección de trabajo o un especialista en salud mental laboral en la empresa).
Es fundamental que sepas existen mecanismos y recursos para protegerte de situaciones injustas, con posibles repercusiones sanitarias y legales. Todo trabajador responsable, proactivo y competente merece sentirse valorado. Reconoce tus méritos y prioriza tu bienestar. Esta actitud te empoderará y te ayudará a no sentirte invisible en el ámbito profesional y que esto afecte tu vida personal.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.