El síndrome de la vibración fantasma
El síndrome de la vibración fantasma es una de las pruebas fehacientes de cómo la tecnología ha invadido la psiquis humana. Los dispositivos tecnológicos han dejado de ser objetos externos a los que acceder cuando lo necesitamos. Poco a poco se han convertido, casi literalmente, en parte de nuestro cuerpo.
Se llama síndrome de la vibración fantasma a la sensación táctil de que el teléfono móvil está vibrando, sin que realmente eso ocurra. Tiene lugar en cualquier momento y es completamente realista. A la persona le parece imposible que esta activación del teléfono móvil haya sido solo una alucinación táctil.
“Y un día la mente da el salto de la imaginación a la alucinación, y el congregante ve a Dios, oye a Dios”.
-Oliver Sacks-
Se estima que hasta el 80% de la población ha experimentado el síndrome de la vibración fantasma, aunque no se considera una patología como tal. Ahora bien, si este síntoma está acompañado de otros patrones comportamentales preocupantes como excesiva dependencia de los medios digitales u obsesión con ellos, el tema sí podría revestir alguna seriedad.
Causas del síndrome de vibración fantasma
El cerebro reacciona frente a los estímulos sensoriales. Cuando se percibe un estímulo , los sentidos envían las señales correspondientes y el cerebro responde en consecuencia. Si suena el timbre de la casa, por ejemplo, el cerebro, en pocos segundos, decodifica la señal y comprende que alguien está llamado. Es el clásico estímulo-respuesta.
Ahora bien, ¿por qué se produce entonces el síndrome de la vibración fantasma? En otras palabras, ¿por qué el cerebro percibe que hay un estímulo que jamás se ha producido y reacciona a este? Todo parece indicar que esto se debe a una especie de anticipación frente a un hecho deseado. Una llamada o una comunicación es el estímulo que se desea. A veces tanto, que los mismos sentidos se encargan de fabricarlo artificialmente.
Hay una parte de nosotros que detestaría perder una llamada esperada. O simplemente hay personas que están “hiperconectadas” y que prácticamente viven en función del teléfono móvil. El síndrome de vibración fantasma, en este caso, corresponde a un estado de expectativa constante, frente al deseo de “mantenerse conectado”.
Vale anotar que la mayoría de las personas experimentan esa vibración fantasma solo en determinados momentos de sus vidas. Por ejemplo, cuando están más susceptibles o vulnerables emocionalmente. O cuando están particularmente estresados o con algún sentimiento de angustia latente.
Problemas asociados a este síndrome
Algunos investigadores de la Universidad de Michigan han propuesto la idea de que el síndrome de vibración fantasma no es tan inofensivo como parece. En ese centro universitario se llevó a cabo un experimento con 400 voluntarios. Todos ellos eran estudiantes. Lo que buscaba el estudio era establecer la relación que hay entre el síndrome de la vibración fantasma y la ansiedad de apego.
Los resultados del experimento confirmaron sus sospechas. Se verificó que las personas con mayores rasgos de ansiedad de apego, también eran más propensas a experimentar el síndrome de vibración fantasma. La ansiedad de apego se caracteriza por un anhelo constante de sentirse reafirmado por los demás.
De la misma manera, una investigación realizada en la Escuela de Medicina de Dow Internacional, estableció otro elemento interesante. Concluyeron que las personas con problemas de insomnio eran más propensas a tener alucinaciones táctiles de vibración. El punto en común es la ansiedad.
¿Cuándo preocuparte?
En términos generales, el síndrome de vibración fantasma no se considera un fenómeno preocupante. Lo usual es que simplemente obedezca a la creciente dependencia de la tecnología. En ciertas circunstancias, en las que las defensas psicológicas son más bajas, tienden a presentarse este tipo de percepciones ilusorias. Así mismo, la mayor parte del tiempo no hay esas alucinaciones.
Los profesionales de la salud y todas aquellas personas que desarrollan una actividad laboral de alto riesgo, o de máxima responsabilidad, tienden a percibir la vibración fantasma con mayor frecuencia. En esos casos se considera una conducta adaptativa. Son personas que deben permanecer alerta para atender a sus obligaciones, por lo cual no es raro que tengan este tipo de alucinaciones.
Se ha descubierto también que para la mayoría de las personas este tipo de experiencias no tienen mayor importancia. Lo toman como un error de juicio sin gran trascendencia. No es algo que les afecte el estado de ánimo o les genere malestar.
¿Cuándo entonces debe ser motivo de preocupación el síndrome de la vibración fantasma? Cuando se acompaña de estados de ansiedad frecuentes o la “falsa alarma” se conjuga con decepción, ira o malestar, hay razones para preocuparse. En esos casos resulta importante reflexionar y explorar qué es lo que verdaderamente hay detrás de esas percepciones ilusorias.