Personas que necesitan tener la última palabra: ¿a qué se debe?

Una de las razones por las que las personas necesitan tener la última palabra es porque ansían ganarnos con sus argumentos. De ese modo, se imponen sobre nosotros y tienen mayor sensación de control para reforzar su autoestima.
Personas que necesitan tener la última palabra: ¿a qué se debe?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 30 mayo, 2021

Las personas que necesitan tener la última palabra pueden ser agotadoras. Son los adictos a poner el punto sobre las íes, los obsesionados en concluir cada conversación y en llevarse la razón en cada diálogo y circunstancia. Algo así puede resultar problemático en una relación afectiva y muy desgastante en cualquier vínculo familiar e incluso de amistad.

Parece que este tipo de personalidades conocen al pie de la letra la obra de El arte de tener la razón de Schopenhauer, esa obra en la que el filósofo reunía una serie de estratagemas —algo malévolas— para enseñarnos a salir airosos en cualquier conversación. Aun que lo cierto es que estas conductas evidencian siempre una clara falta de empatía interpersonal.

Al fin y al cabo, tener la última frase o ser quien apostille cualquier comunicación no es un mérito, es en muchos casos una obsesión por tener la razón y alimentar el ego. Esta realidad esconde detrás un tipo de carácter muy particular que vale la pena conocer.

Pocas cosas hay más desgastantes que hablar con alguien que solo busca tener la razón a toda costa y que se obsesiona con tener siempre la última palabra.

Empleado adulador hablando con su jefa

¿Por qué hay personas que necesitan tener la última palabra?

Hay algo evidente al respecto de las personas que necesitan tener la última palabra. Por término medio les acompañan otras características, como por ejemplo, la necesidad de tener bajo control toda situación. Estamos hablando por tanto de que estamos ante un tipo de perfil muy concreto con el que la convivencia no siempre es fácil.

No estamos ante un síndrome, una manía o una característica esporádica. Se trata de un tipo de personalidad que ve la comunicación como una forma de competición y que concibe las relaciones como escenarios de poder. Ansían tener razón y necesitan reforzar su autoestima en cada circunstancia. Sin embargo, es muy posible que ni siquiera sean conscientes de ello.

Quien tiene la última palabra no es el eco… Soy yo (el narcisismo encubierto)

Las personas que necesitan tener la última palabra de manera constante y obsesiva evidencian en muchos casos un perfil narcisista.

Trabajos de investigación como los realizados por la doctora Samantha Dashine de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) evidencian que el querer imponer siempre el propio punto de vista esconde una personalidad narcisista detrás.

  • Esa conducta comunicativa en la que ser siempre quien finaliza o apostilla toda conversación responde a su vez a una necesidad. Tener razón y ser quien evidencia mejores ideas y argumentaciones les sirve para reforzar su autoestima.

Podríamos decir que para estas figuras, la última palabra no la tiene el eco, la tienen ellos…

Imponer el propio punto de vista como ejercicio de poder

Hay personalidades para las que un diálogo no es un intercambio de ideas. Aún más, tampoco es una interacción con la que conectar emocionalmente con quien tienen delante.

La comunicación es para este tipo de perfil un modo de ejercer el poder. Tener el control, ser quien aporta argumentos más rotundos o ideas más originales es un modo de tener sensación de dominio.

Falta de empatía: prefieren ganar en argumentos a comprender sentimientos

Trabajos de investigación como los realizados en la Harvard Medical School (Estados Unidos) nos recuerdan que la empatía es la clave del comportamiento prosocial. Conductas como la comunicación humana necesitan de ese factor para que haya conexión, comprensión, armonía y satisfacción.

Ahora bien, las personas que necesitan tener la última palabra no escuchan. Tampoco evidencian una empatía auténtica por el otro. La única necesidad de estos hombres y mujeres es ganar en argumentos pasando por alto las emociones. Todo ello impacta en la calidad de la relación y en el malestar percibido.

Las personas que necesitan tener la última palabra buscan validar sus creencias

Este dato es interesante. Por término medio, quien busca imponer su punto de vista en cualquier conversación y quien necesita que su palabra sea la última, busca validar sus creencias. En caso de que sea el otro quien imponga su argumento sentirá que sus creencias están siendo atacadas.

Así, cuando alguien evidencia una clara baja autoestima sus creencias son sus “posesiones” y no tolerará ser desafiado…

Mujer hablando

¿Qué podemos hacer ante alguien que busca tener siempre el último argumento?

Lo señalábamos al inicio. Normalmente, las personas que necesitan tener la última palabra evidencian también muchas otras características problemáticas. No es fácil convivir con quien demuestra una clara falta de empatía, ni con quien la comunicación se convierte en una batalla constante para ver quién se lleva la razón…

¿Qué debemos hacer en estas circunstancias? Lo más importante es no ponernos a su nivel. Si desean tener la última palabra que la tengan, pero lo más importante es que evidencien respeto. No podemos perder la calma, ni derivar en una batalla dialéctica que seguramente ganaría la otra persona por tener más práctica. Es mejor ser cautos y prudentes.

Las personas que hablan solo para discutir drenan los ánimos. Las personalidades que buscan imponer sus argumentos evidencian un perfil agresivo y narcisista…

Ante estas realidades, lo mejor es poner distancia y salvaguardar la propia integridad y autoestima. Saber comunicar no solo es un arte a través del cual intercambiar ideas. La buena comunicación armoniza la vida, la hace fácil y nos enriquece como seres humanos. Si esta falla, falla todo…


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  • Dashineau, S. C., Edershile, E. A., Simms, L. J., & Wright, A. G. C. (2019). Pathological narcissism and psychosocial functioning. Personality Disorders: Theory, Research, and Treatment, 10(5), 473–478.  10.1037/per0000347.supp (Supplemental)
  • Gordon, A. M., & Chen, S. (2016). Do you get where I’m coming from?: Perceived understanding buffers against the negative impact of conflict on relationship satisfaction. Journal Of Personality and Social Psychology, 110(2), 239-260. doi:10.1037/pspi0000039
  • Riess H. (2017). The Science of Empathy. Journal of patient experience4(2), 74–77. https://doi.org/10.1177/2374373517699267

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