Qué es el logos en filosofía y por qué es tan importante

En filosofía los conceptos no son lo que parecen. Por eso en este artículo nos centraremos en el término de logos, muy importante para el desarrollo de esta disciplina.
Qué es el logos en filosofía y por qué es tan importante

Escrito por Jennifer Rojas

Última actualización: 23 septiembre, 2023

La palabra logos proviene del griego Λόγος que se traduce como pensamiento, razón, discurso, palabra o ley. Por lo tanto, estamos ante un término que tiene múltiples significados y sentidos. En este artículo exploraremos qué es el logos en filosofía.

En especial, indagaremos el origen del término en la antigua Grecia y las diversas interpretaciones que sobre él. El logos es un concepto muy importante porque representó el nacimiento de la disciplina. Comencemos a descubrir sus misterios.

Origen del logos en filosofía

El origen del logos, en la antigüedad, estaba asociado a una nueva forma de interpretar el mundo y la realidad. Antes predominaban las explicaciones mítico-religiosas del mundo. Sin embargo, las mismas perdieron su legitimidad, para dar paso a la razón y el discurso lleno de sentido, según afirma el Wihelm Capelle en su libro Historia de la filosofía griega.

De acuerdo con este autor, la noción del logos permitió hacer una distinción entre lo espiritual, lo útil, lo justo y lo injusto, lo malo y lo bueno. Por ello se considera que el surgimiento de este nuevo concepto refleja la disposición intelectual del hombre.

La utilidad del logos, tal cual lo explicamos, se vio influenciado por el surgimiento de una nueva forma de organización social conocida como la polis griega. Fue en esta configuración de la ciudad y su gobernanza donde se definieron nuevas maneras de pensar asociadas con el logos o la racionalidad filosófica.

En este aspecto, la palabra y el discurso, sustentados en la razón y los argumentos, son un elemento fundamental. Estas eran empleadas para debatir en el ágora o plaza pública las cuestiones que concernían a la comunidad.

Por lo tanto, el logos representa la interpretación del mundo a través del pensamiento humano. Los relatos míticos dejan de tener la importancia que tenían. No obstante, comparten el hecho de encontrar el sentido en la narración y la palabra.



El logos según Heráclito

Heráclito fue uno de los primeros pensadores que introdujo el concepto de logos. Según diversas interpretaciones de sus obras, el mismo puede tener dos sentidos. El primer sentido del concepto de logos es el de discurso. Esto se refiere a la pronunciación de palabras que el mismo Heráclito realiza al momento de exponer su propia filosofía.

Por otra parte, un segundo significado del término es el de ley universal o ley del devenir. Recordemos que Heráclito es conocido como el filósofo del cambio. Para él, toda nuestra realidad está en constante transformación. Pero no se trata de una variación desordenada, sino de una estructura objetiva del mundo.

Por lo tanto, tal como sostiene un capítulo del libro Filósofos griegos antiguo, el logos es una realidad que gobierna y unifica las múltiples cosas del mundo.

De esta manera, representa un orden que estructura el cambio de la realidad. Es importante destacar que este logos puede ser alcanzado y comprendido por todos los seres humanos. Para ello, es necesario usar la inteligencia. De este modo, Heráclito reúne el significado de discurso, razón y pensamiento en el mismo término.

Interpretación del logos en Platón y Aristóteles

Tanto para Platón como para Aristóteles, el logos tiene un significado similar al propuesto por Heráclito. La Enciclopedia Herder refiere que para Platón el logos adquiere el sentido de argumento. Es decir, es el discurso o palabra argumentada según principios racionales.

Por su parte, Aristóteles sostiene que el logos o razón se fundamenta en la lógica argumentativa. Asimismo, el término se relaciona con el significado antropológico que el filósofo sostiene sobre el ser humano.

Dicho esto, el hombre es un animal político dotado con la capacidad de comunicarse de manera racional a través del lenguaje. Así, distinguimos entre lo justo y lo injusto o lo verdadero y lo falso.

Heidegger y su interpretación del logos

Llegando a la época contemporánea, la pregunta de qué es el logos en filosofía vuelve a ponerse en discusión gracias a Martin Heidegger. Este filósofo del siglo XX sostiene que la interpretación del logos que hacían los antiguos no llegaba a su significado fundamental.

Más aún, el concepto de logos no puede ser solo reducido a una facultad racional o una enunciación del discurso. Por ello, en su famosa obra Ser y tiempo (2022) realiza un análisis minucioso sobre este término en la antigua Grecia.

La conclusión a la que llega Heidegger es que el logos es el ser. Además, ser que solo puede ser indagado por el ser humano. De esta manera, estamos ante una interpretación existencialista del término logos. Por lo tanto, el significado del logos en este filósofo reúne tres aspectos:

  • Es un discurso verdadero
  • Está presente o existiendo
  • No está oculto, por lo tanto, es evidente

Cómo aplicar el logos en la vida diaria

Utilizar el logos en la vida diaria implica hacer uso del pensamiento racional y reflexivo en nuestra manera de comprender el mundo que nos rodea. Una forma de llevarlo a la práctica es a través del pensamiento crítico. Es decir, evaluar a partir de nuestra propia razón lo que acontece en nuestra realidad.

Asimismo, usamos el logos cuando tomamos decisiones. Esto lo logramos analizando los pros y contras de nuestras elecciones, tanto a corto como a largo plazo. En definitiva, todo lo que implica una reflexión sobre el pensamiento propio y aquello que nos rodea es una actitud racional. Por tanto, utiliza el logos filosófico.



Importancia del logos en filosofía

El paso del mito al logos fue un proceso que dio origen a la filosofía como tal. Este cambio implicó dejar de lado las explicaciones míticas y poéticas para llegar a las descripciones lógicas y formales del mundo que nos rodea.

La pérdida de la legitimidad de las explicaciones míticas del mundo condujo al pensamiento filosófico, el cual se alimentó de un interés por aquellos principios ocultos de nuestra realidad.

Debido a esto, desde ciertos puntos de vista, como el que sostiene Heidegger, la filosofía gestó a las ciencias. Por ello, sin el logos o el surgimiento del pensamiento lógico, el desarrollo de las ciencias se encontraría en peligro.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.