Vivir sin una familia

Vivir sin una familia vulnera si no se está preparado para ello. Pero también es una opción que no debe implicar un aislamiento doloroso del mundo
Vivir sin una familia
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 agosto, 2023

Existe un segmento de la sociedad que se ha visto enfrentado a la realidad de vivir sin una familia. Y todo parece indicar que este grupo tiende a crecer, de cara al futuro. Se trata de una nueva realidad familiar que tiene lugar en todo el mundo.

Las razones para que esto ocurra son muchas. A veces se trata de hijos únicos que luego no forman una familia propia. Así, llegan solos a sus años de vejez. A veces simplemente las familias se dispersan y cada uno vive a miles de kilómetros de distancia. En otras ocasiones es la violencia la que obliga a alguien a vivir sin una familia. También se da el caso de quienes tienen edad avanzada y son abandonados por sus parientes.

El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y alegría mutua”.

-Richard Bach-

Lo inquietante está en que hasta no hace mucho tiempo esto era una realidad excepcional. En cambio ahora, sin llegar a ser mayoritario, es un fenómeno que afecta a un mayor porcentaje de población. Ha crecido el número de personas que deciden no casarse y también es mucho más alto el número de familias que tienen un solo hijo.

Vivir sin una familia te hace más vulnerable

Es cierto que la familia se idealiza en muchas ocasiones. Este núcleo nunca es un espacio sin conflicto. Así como la pareja, también la familia está plagada de contradicciones. Es una pequeña sociedad humana y en ella se agitan sentimientos nobles y pasiones negativas al mismo tiempo.

chico triste por vivir sin una familia

Sin embargo, lo usual es que los vínculos que hay entre los miembros de una familia sean mucho más fuertes que los que se establecen con personas externas. Popularmente se dice que “la sangre es más espesa que el agua”. Incluso entre quienes no se entienden bien, los lazos de sangre imponen una marca de compromiso con el pariente.

Por eso vivir sin una familia da lugar a un estado de mayor vulnerabilidad. Con los demás miembros de la sociedad no hay ese lazo de sangre que suele predominar en las situaciones límite. No por ello se debe olvidar que a veces la familia es la principal fuente de riesgo físico o psicológico. Sin embargo, quien cuenta con una familia, más o menos sana, está mejor protegido frente a las vicisitudes de la vida.

La soledad como elección

Se dice que tarde o temprano todos tendremos que enfrentarnos a la soledad. Bien sea porque no hay a quien acudir, o bien porque los demás no tienen la disposición o la disponibilidad para nosotros. Eso es una realidad que se da con o sin familia. Todos tendríamos que prepararnos emocionalmente para ello.

chica en el campo intentando vivir sin una familia

¿Es posible vivir sin una familia y sentirse bien emocionalmente? La respuesta es sí. El ser humano viene dotado de una increíble capacidad de adaptación, que le permite sobrellevar todo tipo de circunstancias. Lo único realmente importante es que esta condición sea el fruto de una elección consciente. Bien porque se ha optado por una vida así libremente, o bien porque las circunstancias se han planteado de esa manera y la persona está en capacidad de aceptarlas, sin alterar su rumbo.

Cuando vivir sin una familia no es una condición que se haya elegido, las cosas pueden ser muy diferentes. Esta situación posiblemente da origen a un profundo sufrimiento. También propicia miedos, ansiedades y eventualmente da lugar a enfermedades físicas. Y hasta a la muerte.

Pensar en el futuro y proyectarse

Hay un punto de la vida en el que cada quien debería identificar qué tanto puede afectarlo el hecho de vivir sin una familia. A veces simplemente se deja pasar el tiempo, sin afrontar cara a cara esa realidad. Y en un punto dado, puede ser tarde.

Si se reconoce que vivir en compañía es muy importante para uno, es necesario tomar las decisiones y las acciones para lograr que así sea. Esto no cae del cielo. Es una realidad que se debe construir, primero en la mente y en el corazón, y luego en la práctica concreta. Hay muchas maneras de construir una familia actualmente. Tendrían que barajarse las opciones y elegir la mejor para uno.

mujer rodeada de esferas afrontando el vivir sin una familia

Si, en cambio, se identifica que este aspecto no es tan fundamental, es importante prepararse para asumir el costo de esa decisión. También sus ventajas, que las tiene. Saber sacarle partido a ello. Vivir sin una familia, no equivale a sumergirse en la más absoluta soledad. También hay caminos para sentir que todo y todos son nuestro hogar.


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