Aprende a disculparte de una manera eficaz

Aprende a disculparte de una manera eficaz
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 28 marzo, 2017

Todos los días, en cualquier lugar y circunstancia, nos exponemos a quedar  en medio de conflictos. Para solucionarlos, es necesario que reflexionemos acerca de lo sucedido.  Entender que cada uno de nosotros somos un universo particular. Que siempre nos equivocamos, aunque no sea nuestra intención. Y aprender a disculparnos de manera eficaz.

En algunas personas existe la creencia de que disculparse es sinónimo de debilidad. En este caso el orgullo se convierte en obstáculo para hacerlo. Aunque se sepa que se cometió un error, no hay verdadera intención de repararlo sino de ocultarlo. Por más de que exista consciencia de haber fallado, resulta más importante no mostrarse, bajo ninguna circunstancia, vulnerable.

Una buena disculpa tiene tres partes: ‘los siento’… ‘fue mi culpa’… Y ‘¿cómo lo puedo hacer correctamente?’

-Randy Paush-

Otro de los obstáculos para una disculpa eficaz es el temor a la reacción del otro. No hay certeza sobre cómo responderá la otra persona y eso origina miedo.  En ese orden de ideas, la  inseguridad  es la que paraliza e impide asumir la responsabilidad de los actos. El error genera vergüenza y esta última, inacción.

Para que una disculpa sea eficaz hay que ofrecerla frente a frente

Reconocer que se cometen errores que  afectan a otras personas no es fácil, especialmente si se considera que un error es un sinónimo de fracaso. En cambio, si admites que el error o la equivocación incluye también una oportunidad para mejorar, el relato cambia.

manos con flores

En cualquiera de los casos, para ofrecer una disculpa eficaz lo mejor  es hablar con la persona afectada cara a cara. Si lo deseas, puedes escribirle un mensaje antes para decirle que reconoces la equivocación. Así se logra un primer acercamiento, sin que sustituya a la necesidad de una conversación cara a cara. La cercanía es fundamental y en este caso muestra que tu arrepentimiento es sincero.

Antes de disculparte es bueno que hayas realizado un proceso de reflexión sobre lo que ha sucedido. No siempre es fácil detectar dónde estuvo el error. ¿Fue en lo que hiciste? ¿Fue en lo que dijiste? ¿Fue en la forma, pero no en el fondo? ¿Qué daño causaste con ese error o esa equivocación? Responder a estás preguntas le dará todavía más valor a tu disculpa.

Es importante que le dediques el tiempo al encuentro con la persona con la que vas a disculparte. Tus palabras calarán poco si muestras impaciencia y además puede dar la sensación de que dicha disculpa no nace de ti, sino que es algo impuesto por algo o por alguien.

No te olvides de la humildad en el momento de disculparte

Practicar la humildad en este caso significa que entiendes que te equivocaste y que has aceptado ese error. También implica manifestar que estamos dispuestos ha hacer un esfuerzo por reparar el daño causado. De por sí, la propia disculpa cumple la función de hacer una reparación simbólica, pero en algunos casos hay que ir más allá y compensar al otro de una manera más concreta.

eficaz

Por otro lado, no olvides que tu postura o tus gestos también son elementos dela comunicación y que lo que expresan se suele tomar como un mensaje más sincero que el que construyes con frases. Lo mejor es que tu lenguaje corporal sea acorde con el mensaje que quieres transmitir. Para disculparte de una manera eficaz, mira a los ojos a la otra persona. Trata de no cruzar los brazos. De esa manera vas a generar una comunicación más fluida y a no romper la empatía adoptando una posición defensiva.

Busca siempre transmitir calidez y confianza. Puedes lograrlo gracias a la cercanía de los cuerpos. Un apretón de mano firme y a la vez amistoso; un toque en el hombro o en el brazo de tu interlocutor. O, por qué no, un abrazo fraterno. Esas son algunas alternativas. Eso sí, todo depende de la forma de ser de quien te escucha y del tipo de vínculo que haya entre los dos.

Una vez que hayas logrado ese ambiente de mutua cercanía, tendrás la oportunidad de explicarte. Es importante que especifiques en qué crees haberte equivocado y comprobar si la otra persona también lo ve así. Escucha lo que el otro dice, sin prevenciones. Plantea cómo vas a reparar tu falta. Tu generosidad y tu valor al enfrentar la situación van a ser la mejor garantía de que tu disculpa va a ser aceptada.

Imágenes cortesía de Brandon Kidwell


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.