Cómo trabajar la aceptación
Cuando perdemos a un ser querido (ya sea por fallecimiento, ruptura sentimental, fin de una amistad…), cuando finaliza una etapa de nuestra vida o cuando perdemos algo muy valioso para nosotros (por ejemplo, adquiriendo una discapacidad física en la que se pierda parte de la autonomía o parte de la funcionalidad del cuerpo), debemos afrontar una etapa dura e incierta, con frecuencia, llena de baches y dolor. Después de este proceso, llegamos a nuestra meta, que es la aceptación de la nueva realidad. Pero, ¿cómo trabajar la aceptación?
En este artículo hablaremos sobre este concepto que nos permite asumir cambios y pérdidas significativas en nuestra vida y cómo podemos trabajarlo a través de una serie de pautas y ejercicios. Como veremos, son pautas genéricas que podemos aplicar en el día a día, pero si sentimos que necesitamos ayuda externa, lo ideal será acudir a un profesional. Recuerda: pide ayuda cuando la necesites, te la mereces.
Claves para trabajar la aceptación
La aceptación implica, válgase la redundancia, aceptar una realidad vivida para poco a poco adaptarnos a la nueva situación, a fin de sentar las bases que nos permitan construir un nuevo proyecto de vida.
La aceptación resulta indispensable para cerrar etapas, integrar e interiorizar lo vivido y seguir construyendo.
Aplicar contacto cero y tomar consciencia
Un primer paso para trabajar la aceptación, y más si se trata de procesos de ruptura, es aplicar el contacto cero con esa persona. Avanzar implica no quedarnos estancados y eso se consigue evitando el contacto con quien ya no está en nuestra vida.
En relación a ello, el psicólogo y escritor argentino Walter Riso, un referente en el campo de la dependencia emocional y de las relaciones tóxicas, opina que para lograr la aceptación de que una relación se ha acabado, debemos aplicar el contacto cero con nuestra expareja. Eso es: eliminarla de las redes, evitar ponernos en contacto con ella, no idealizarla y, sobre todo, construir un nuevo proyecto de vida que nos permita avanzar.
¿Para qué nos sirve trabajar la aceptación? La psicóloga Silvia Congost, experta en autoestima y dependencia emocional, afirma que trabajar y fomentar la aceptación nos ayuda a vivir más tranquilos. Para ello, según ella, deberemos evitar caer en el autoengaño y tomar consciencia de la nueva realidad. Con sus palabras:
“Cuando nos engañamos alimentando falsas esperanzas que no tienen ningún sentido racional, nos autodestruimos y nos vamos perdiendo poco a poco, día a día. Dejamos de ser quien éramos, de estar ilusionados, de hacer las cosas que nos gustaban, de sonreír… todo es el otro, nuestra obsesión crece y solo pensamos y actuamos en función de él”.
-Silvia Congost-
Evitar negar lo evidente
Otro ejercicio que podemos hacer para trabajar la aceptación es evitar negar lo evidente. En el caso de las rupturas, que esa persona ya no está o no quiere estar en nuestra vida; en otro tipo de pérdidas (por ejemplo, la adquisición de una discapacidad), se trata de no anclarnos en lo que, en principio, ya nunca será.
Se trata de procesos complejos y casi siempre dolorosos y llegar a la aceptación no se consigue de forma automática; como decimos, se trata de un proceso que requiere su tiempo.
Ejercitar la paciencia
¿Suena fácil no? Sabemos que no lo es; y es que resulta muy difícil armarse de paciencia en este tipo de situaciones, y más cuando sentimos que estamos en una nueva realidad que ni hemos buscado ni deseamos. En este sentido, para trabajar la aceptación, unas buenas dosis de paciencia y energía son un buen equipaje para afrontar poco a poco lo que estamos viviendo.
Pero, ¿qué es la paciencia en realidad? Según Gabriel Moreno Lavana, psicólogo clínico, la paciencia es aquella habilidad para tolerar situaciones desfavorables ante las cuales no tenemos control alguno, como por ejemplo la muerte de un familiar, o un desastre natural. La paciencia, al ser una habilidad, se puede entrenar, y nos conducirá a su vez a trabajar la aceptación.
“La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce”.
-Jean-Jacques Rousseau-
Trabajar la aceptación: el duelo
Como hemos visto, trabajar la aceptación conlleva implicarnos de manera activa en el proceso a través de ejercicios como el contacto cero, la toma de consciencia, la ejercitación de la paciencia, etc. Todos estos ejercicios y técnicas forman parte de un proceso aún más extenso: el duelo.
Así, para llegar a la aceptación, tenemos que recorrer un camino que se nos antoja misterioso e incierto: el camino del duelo. El duelo, según Elisabeth Kübler Ross, psiquiatra y escritora suizo-estadounidense experta mundial en el duelo y la muerte, consta de diferentes etapas que se van alternando y que no siguen un orden o patrón preestablecido. Dichas etapas son: la negación, la ira, la negociación, la tristeza y la aceptación.
Según Silvia Congost, y específicamente en relación a los procesos de ruptura, en la primera etapa de negación pensamos que la otra persona volverá y acabará recapacitando; después llega la rabia y la ira, donde nos preguntamos cómo es posible que nos hayan dejado.
Posteriormente llega la tristeza, momento en el que, según la experta, necesitamos recogernos, atendernos y estar con nosotros mismos. Finalmente, aparece la ansiada aceptación: asumimos que no podemos hacer nada, que la vida sigue y ya no nos duele. Es el momento en el que dejamos de mirar atrás para mirar hacia adelante.
Este proceso explicado por Congost lo podemos utilizar también a la hora de trabajar la aceptación en otro tipo de duelos: duelos por la muerte de un ser querido, por la pérdida de trabajo, por un proceso migratorio, etc. Aunque cada duelo es diferente (¡y se vive de forma única!), las etapas mencionadas suelen ser comunes.
“La muerte deja un dolor de corazón que nadie puede sanar, el amor deja una memoria que nadie puede robar”.
-Anónimo-
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- Barnes-Holmes, D., Cochrane, A., Barnes-Holmes, Y., Stewart, I., & McHugh, L. (2004). Psychological acceptance: Experimental analysis and theoretical interpretations. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 4, 517-531. Hayes, S.C., Strosahl, K.D., y Wilson, K.G. (1999). Acceptance and commitment therapy. Nueva York: The Guilford Press. O’ Connor N. Déjalos ir con amor: la aceptación del duelo. México: Trillas, 2007.