Cuatro ideas para trasformar la crítica en algo positivo
El exceso de crítica vuelve a nuestros egos sensibles y vulnerables. Nos hace sentir como si estuviésemos siendo atacados por una gran energía que nos condena a sufrir por lo que somos o hacemos. Pero no debemos olvidar que la crítica también puede ser combatida y que la actitud correcta nos mantendrá emocionalmente sanos.
Juzgar y ser juzgado puede ser terrible para nuestra autoestima y espíritu. Las inseguridades humanas y las restricciones autoimpuestas nacen del miedo a ser juzgados y criticados. Por ello existen muchas religiones y leyes que han sido estructuradas teniendo como base a la crítica y el miedo que ella nos genera.
Aprender a vivir libres de la crítica nos puede liberar de esas barreras invisibles, logrando la libertad de ser auténticos. Los siguientes consejos te ayudarán a vencer tu miedo y de la crítica a ti mismo y a otros.
Observa
Tenemos por costumbre lanzarnos a la crítica en cuanto vemos una situación que nos desagrada. Incluso llegamos a creer que solo criticamos cuando observamos una conducta inapropiada, pero esto ocurre muy pocas veces. La crítica es un ejercicio de autoridad, en el cual tratamos de demostrar nuestra jerarquía sobre alguien más. Observar es analizar la situación desde un punto de vista neutro. Cuando aprendemos a observar en lugar de juzgar, también logramos perder el miedo a crítica externa.
Ten compasión
Seamos honestos, ninguno de nosotros es perfecto ni puede serlo. Todos cometemos errores. Esta es nuestra vía de aprendizaje, de crecimiento y de formación. Sin los fracasos y las pérdidas, nuestro carácter no puede ser formado ni podremos aprender a contribuir en las vidas de los demás. No te preocupes por tus errores, en lugar de ello aprende a ser mejor persona y procura que los demás también lo logren.
Sentirnos culpables de vez en cuando no es agradable, pero nos ayuda a aumentar nuestra capacidad de sentir compasión en lugar de juzgar excesivamente a los demás y a nosotros mismos. Mientras que la crítica nos aleja de los demás y crea barreras difíciles de romper, la compasión nos acerca y permite que veamos nuevas oportunidades de ayudar y ser ayudados.
Olvida
Guardar rencor nos hace más aptos para juzgar injustamente como un mecanismo de nuestro ego para protegerse. Irónicamente ocurre lo contrario, ya que terminamos estando más expuestos y temerosos de la crítica que recibimos a cambio. Es decir, entramos en un círculo vicioso que no trae nada bueno. Para evitar caer en él o liberarnos de sus consecuencias primero tenemos que aprender a perdonar.
Es cierto que esto no es del todo sencillo, pero si lo logramos estaremos libres de una gran carga emocional.
Que la crítica no sea tu constante
La Madre Teresa de Calcuta decía: “quien gasta su tiempo en juzgar a los demás, no tiene tiempo de amarlos”. Esto es muy cierto con los demás y con nosotros. Si nos concentramos en ver todo lo malo, no podremos ver las cosas buenas que tenemos alrededor.
