Esto no es to..... no es todo amigos

Esto no es to..... no es todo amigos
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 31 agosto, 2017

Llevándole la contraria a ese famoso cerdito de nuestra infancia de los Looney Tunes, quizás los únicos dibujos que han sido capaces de hacerle sombra a la poderosa maquinaria de Disney y a su enorme capacidad de crear sueños, eso no es todo amigos. En realidad hay mucho más, o al menos nos quedábamos con ganas de más cuando esta frase anunciaba el final del capítulo.

Agraciadamente o desgraciadamente ya nos hemos hecho mayores y seguro que en alguna ocasión nos hemos quedado a ver una película o un programa de entretenimiento hasta tarde. Incluso, perezosos en el sofá hemos tardado en apagar la tele y nos hemos pasado a sumergirnos sin querer en ese mundo, un tanto subrrealista, de los publirreportajes. Esos en los que aparece generalmente un mujer estilizada o un hombre musculoso para intentar vendernos la última máquina de hacer ejercicio, una licuadora muy potente o un colchón que hará las delicias de nuestra espalda.

Cerdito de los looney tunes

Esto no es todo amigos

Este tipo de publireportajes suelen ser largos, repetitivos en muchos casos y en general con una escenificación un tanto artificiosa que al espectador europeo no suele entusiasmarle. Sin embargo, a esas horas la pereza puede llegar a ser mucha y, por otro lado no vamos a negarlo, de vez en cuando aparecen aparatos que son realmente curiosos. Bien, pues en este enganche pasivo, aderezado con bostezos, es fácil que descubramos otro denominador común en este tipo de anuncios. Hablamos, por supuesto, del esto no es todo amigos.

Una vez que nos han presentado el producto y nos han dicho el precio, en este tipo de publireportajes el locutor suele empezar con los supuestos “regalos” que acompañaran a la adquisición en caso de que compres. Si es un colchón, además te regalarán la almohada y un conjunto maravilloso de sábanas a la altura de la calidad del mullido, por supuesto. También te regalarán unas zapatillas de andar por casa, y si llamas en menos de una hora le regalaran otras a tu pareja. Vale, si no tienes, igual las puedes usar como orejeras o como un regalo socorrido.

Niño con una luz sobre sus manos

Regalos que lo parecen, pero que no son

Lo cierto es que esta suma “indiscriminada” de regalos no es inocente. Quizás tú sí te has planteado comprar el colchón, pero ya tienes zapatillas de estar en casa, sábanas para muchos años y una almohada de la que no tienes queja. Sin embargo, aunque para ti quizás la única necesidad sea el colchón, el caso es que no puedes impedir que el resto de accesorios (que no necesitas) aumenten la percepción del valor de aquello que están anunciando.

Así, si el propio colchón ya te parecía atractivo al principio, la propia suma de accesorios puede incrementar mucho este atractivo subjetivo.

Por otro lado, el tipo de accesorios que van en “el paquete de esto no es todo” suelen ser varios, cuantos más mejor (para que digas, “mira todo lo que al final me han regalado”), y de un coste muy bajo. Su función no es otra que mejorar la presentación del producto: una vez terminada y hecha la venta, para el vendedor y/o publicista, ya han conseguido su objetivo.

Por otro lado, ni que decir tiene que estos no son verdaderos “regalos”. En realidad su precio ya se ha añadido al precio del producto principal, aunque esto en el anuncio no nos lo digan o no nos lo desglosen. Incluso, al ser de baja calidad pueden incrementar bastante el beneficio para la empresa.

Mano dando una llave a otra

Otras tácticas recurrentes de este tipo de anuncios

El “esto no es todo” no es la única estrategia que se pone en práctica en este tipo de anuncios. Otra es la de hacerle preguntas al espectador. Pongamos un ejemplo, “¿quiere mejorar la calidad de su sueño?” Esta es la típica pregunta a la que todos contestamos que sí. Después puede venir otra del tipo, “¿no descansa bien?”. Antes de la primera pregunta quizás hubiéramos dicho que descansábamos bien, sin embargo acabamos de decir que podemos mejorar nuestro descanso…. entonces, igual no descansamos tan bien.

Bueno, pues ya nos han generado una necesidad o un problema que hace unos segundos desconocíamos (cegados por la posibilidad de estrenar colchón, nosotros no pensaremos que la han generado, sino que nos han ayudado a identificarla). Pues bien, una vez que nos han generado el problema viene la exposición de la solución. El deseado colchón no aparece solo. Encima de él aparece una persona destapada y con la sensación de estar descansando “en el séptimo cielo”. ¡Qué maravilla!

No obstante, como consumidores responsables podemos decir: “Mejor llamo mañana: mi juicio ahora puede estar muy nublado por el cansancio”. Es entonces cuando aparece el precio el cuotas por mes, que es mucho más atractivo que el total (19 euros al mes no es tanto, 400 euros puede ser mucho). Después los regalos que hemos dicho antes y finalmente aparece en escena el regalo de la inmediatez o el apremio, el que solo te dan si lo compras ahora.

Al anunciante no le interesa que lo pienses con clama o que compares lo que te ofrece con otras alternativas. Lo que quiere es que el impacto que ha creado en ti el anuncio no se disperse y por la mañana veas al cuestión de otra manera. Descansado, tu colchón no te parecerá tan malo o resolver esa necesidad que te han creado no será tan importante como resolver otras más acuciantes.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.