Feng Shui: la influencia del hogar en nuestro bienestar
Constantemente buscamos el bienestar en todos los aspectos de nuestras vidas. Con ese propósito también, construimos y decoramos nuestros hogares, aunque a veces no obtengamos el resultado esperado. El Feng Shui puede tener algunas respuestas que nos ayuden.
A veces ocurre que hay lugares donde no apetece estar y espacios donde no disfrutamos. Podemos habitar hogares en los que no acabamos de estar cómodos y que coinciden con la aparición de problemas en nuestras vidas… ¿Por qué ocurre esto?
“Una vivienda que no está en armonía será un obstáculo para nuestro éxito, nuestra vida personal e incluso nuestra salud”
¿Qué es el Feng Shui?
El Feng Shui es una disciplina milenaria originaria de China. Su objetivo es favorecer la energía positiva de nuestros entornos. Para algunos es un arte y para otros una ciencia, lo que sí es cierto es que con su aplicación mejora nuestra calidad de vida.
El Feng Shui estudia cómo nos afecta lo que nos rodea, la influencia tan poderosa que tienen los espacios en nuestro bienestar y nuestra salud. Se contemplan desde los elementos externos (barrio, edificios, ríos, montañas…) hasta los elementos que están dentro de la casa (muebles, colores, ubicaciones de estancias…).
La energía vital o “Chi”
Según la cultura china, todo lo que forma parte del mundo físico está dotado de una “energía vital” llamada “Chi”. Esta energía vital también es denominada “Ki” o “Prana”, dependiendo el idioma y la cultura. En este sentido, el Feng Shui se ocupa de aprovechar al máximo el flujo energético o la corriente “Chi“.
Como condición esencial, la energía necesita espacios ordenados y despejados para fluir libremente. El “Chi” se mueve de una forma parecida al aire que circula en nuestro alrededor. Su flujo y direccionalidad depende de los objetos y las formas que encuentre en su camino.
Si la energía que entra en el hogar fluye armónicamente nutrirá de forma positiva los espacios y sus habitantes. Si, por el contrario, la energía es desequilibrada, también generará desequilibrio en las personas que habitan el espacio. Esta falta de armonía genera nerviosismo, intranquilidad…perjudicando la salud y restando vitalidad.
Es reconfortante saber, que a través de las normas básicas del Feng Shui, uno puede ordenar y estructurar los espacios, de modo que la energía fluya con armonía y aporte equilibrio en nuestras vidas.
“La salud, el estado de ánimo y las relaciones mejoran en un entorno en equilibrio”
Algunas condiciones generales para un hogar Feng Shui:
Estos son algunos de los consejos generales que potencian el Feng Shui de nuestros espacios y que, de manera sencilla, podemos poner fácilmente en práctica:
- Dejar que la luz solar entre en la casa. La luz natural es un generador de energía. Intentar que en no haya espacios oscuros o cerrados.
- Tener las paredes impecables en su pintura y empapelado, evitando todo tipo de manchas.
- Los adornos de la casa deben ser positivos, que nos agraden o que despierten sensaciones de placer.
- Los pasillos deben estar libres de obstáculos con buena iluminación. Deben ser fáciles de transitar.
- No hay que guardar objetos que ya no usemos o que ya no nos sirvan. Al igual ocurre con los regalos recibidos que realmente no nos han agradado, es mejor desprenderse de ellos.
- Tener plantas sanas para conectarse con la energía de la tierra.
- Purificar periódicamente la casa quemando incienso. También se recomienda colocar esencias como romero o lavanda entre otras.
Lo que se debe evitar tener en nuestros hogares
Según la cultura china y el Feng Shui, todos los objetos tienen energía propia. Todos los muebles, adornos, electrodomésticos, paredes, fotos, plantas… tienen “Chi”. Por ese motivo, habrá que valorar qué objetos nos pueden transmitir una buena energía y cuáles no. Para ello, es aconsejable evitar:
- Alfombras de pieles de animales salvajes, animales disecados, etc.
- Flores marchitas o secas.
- Ropa o calzado que ya no se utilice o que pertenezca a personas que han fallecido.
- Colecciones de armas o municiones (generan energía agresiva).
- Cuadros, posters o cualquier imagen de dolor, llanto o drama.
- Muebles antiguos o de dudosa procedencia. Los muebles acumulan y contienen la energía de las personas, situaciones y lugares donde han estado anteriormente.
- Colecciones de antigüedades. Los objetos, al igual que los muebles, también contienen un historial energético de los lugares donde han estado y de los dueños que los han poseído.
- Objetos (vajillas, espejos,…) y muebles rotos, viejos o estropeados. Nuestras pertenencias representan lo que creemos que merecemos. Un articulo roto o envejecido puede representar, reproducir o atraer una falta de autoestima, de amor o prosperidad.
- Espejos antiguos. Los espejos guardan la “memoria” de todas las historias que han vivido.
- Objetos y aparatos electrónicos que no funcionan o que funcionan mal. Son elementos sin energía.
¿Qué es recomendable tener en casa?
A continuación, vamos a enumerar una serie de elementos que van a mejorar la energía que desprende nuestro hogar:
- Plantas naturales con diversidad de flores y colores. Las plantas eliminan las toxinas del aire y equilibran el “Chi” del hogar.
- Animales domésticos cuidados y atendidos. La cultura china, con sus raíces animistas, tiene una relación muy cercana con los animales por ser símbolo de cualidades como la fuerza, la sabiduría, la longevidad, la fidelidad, etc. De acuerdo al Feng Shui los animales son sanadores y equilibran nuestro hogar. Hay que atenderlos con cariño, cuidandosu salud. Un animal enfermo puede estar avisando de un desequilibrio en la casa y restará energía a sus habitantes.
- Posters, cuadros, imágenes agradables… que nos inspiren emociones positivas. Velas de colores cálidos y vivos.
- Esferas de cristal facetado. Conocidas como “esferas arco iris” o “bolas Feng Shui”, activan y regulan las energías del lugar donde se colocan.
- Lamparas de sal del Himalaya. Cada una de las lamparas es obra única creada por la naturaleza. Purifican el aire neutralizando ondas nocivas emitidas por los teléfonos móviles, electrodomésticos, etc.
- Fragancias de todo tipo. Hacen que el “Chi” se mueva por todo el ambiente. Hay que utilizarlas con moderación para que no opriman o aturdan.
- Música suave, instrumental, sonidos de la naturaleza, etc.
Cuidar de nuestro entorno es cuidar de nosotros mismos
No cabe duda de que nuestro hogar es nuestro templo. Es el lugar donde después de un día de trabajo recargamos energías, nuestra “sede energética“. Es el espacio donde recibimos a las personas que estimamos, donde vivenciamos los momentos más íntimos y reconfortantes con familia y amigos.
Por eso es importante que este espacio esté bien equilibrado y con energía positiva. En este sentido, el acceso a los conocimientos del Feng Shui hace que esté al alcance de todos el habitar un hogar en armonía. Un espacio que favorezca nuestro bienestar y calidad en todas las esferas de nuestra vida.
“Nuestro hogar es nuestro santuario, es nuestro reflejo y es el reflejo de lo que creemos que merecemos”
-Louise L. Hay-