Fomentar la autoestima infantil genera adultos seguros
Son muchas las personas que tienen problemas de autoestima, tal vez porque sus padres no tenían los conocimientos necesarios para fomentar su autoestima infantil. Desde pequeños, es nuestro deber preocuparnos por uno de los grandes rompecabezas que abordan a muchas personas, esos problemas de confianza y seguridad en uno mismo, que de haber sido intervenidos cuando éramos pequeños, ahora no existirían.
“Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”
-John Ruskin-
Los padres siempre quieren proteger a sus hijos de las dificultades que les abordan, pero saben que no podrán hacerlo, al menos con todas. Este tipo de dificultades, a “enfrentar en soledad”, aumentan a medida que el niño crece, de manera que haberles dado unas buenas herramientas antes -para afrontarlas- es uno de los mejores trabajos que podemos realizar con nuestros hijos. Una de estas herramientas es una buena autoestima infantil, junto a un buen método para cuidarla.
Fomenta la autoestima infantil siendo un modelo
Los niños siempre copiarán actitudes, formas de hablar y todo lo relacionado con el respeto que le brindes a otras personas. Por mucho que le enseñes la buena educación, cómo comportarse, cómo tratar a los demás, si tú como padre no lo haces, tu hijo no lo aprenderá. Por lo tanto, si quieres que en verdad aprenda, sé un modelo para él.
Esto también te ayudará a fomentar su autoestima infantil, pues si eres una persona muy positiva y alegre, ellos también lo serán en un futuro o al menos aspiraran a serlo. Mira tu actitud en este momento. ¿Eres una persona que siempre se queja por todo?, ¿eres más positivo o negativo con respecto a las dificultades y adversidades? Todo esto lo percibe tu hijo, no olvides que es como una esponja y lo absorbe todo.
Así que si quieres fomentar su autoestima infantil, lo primero que tienes que hacer es velar por la tuya propia. Trabajar en ella y gozar de una fuerte seguridad en ti mismo, te ayudará a dar el ejemplo que tu hijo se merece. Piensa que todo lo que eres lo transmitirás.
Ayudar a un niño a quererse más, es una poderosa herramienta que agradecerá en un futuro.
Además, todo esto te permitirá sentirte mucho mejor contigo mismo y eso se verá reflejado en tus enseñanzas. Las personas más negativas pueden intentar “herir” sin querer a sus hijos al centrarse en lo que continuamente hacen mal o gritándoles palabras que se encuentran fuera de lugar. Frases como “no sirves para nada” o “eres tonto” no te convierten en un gran modelo a seguir.
Si quieres que tu hijo goce de una gran autoestima, fuerte y sólida, muéstrale que el resultado no es lo más importante. Céntrate en su esfuerzo, bríndale ánimos y nunca le machaques con palabras que no harán más que destruir y sembrar tristeza. Ponte en su lugar, ¿cómo te gustaría que te tratasen tus padres en ese momento?
El amor incondicional es la clave
¿Debe tu hijo ganarse tu amor? Esto es un grave error, haga lo que haga, tu hijo tiene que saber que tú siempre lo querrás. De esta manera evitarás que el día de mañana piense como una persona insegura que necesita de la aprobación de los demás para sentirse a gusto con lo que hace, dice o piensa.
Por todo esto, no tengas miedo a que cometa errores, a que se equivoque, a que saque malas notas. Todo es un aprendizaje, tú tampoco has sido perfecto cuando has sido más pequeño. Enséñale lo que es la responsabilidad, sin desmerecer el esfuerzo que ha dedicado. Eso sí, tampoco exageres sus logros, ya que esto puede volverse en su contra.
La autoestima infantil para ser potenciada necesita del tiempo de los padres, pero un tiempo de calidad. De nada sirve estar al lado de tu hijo si no le prestas atención, si estás centrado en tus propios problemas y no le haces caso. Tu hijo necesita que estés ahí para él, tiene que saber que puede contar contigo.
La autoestima infantil es una responsabilidad única de los padres
Por supuesto, fomentar la autoestima infantil no podría carecer de una parte muy importante, como son los límites. Pues esto es una parte fundamental del aprendizaje de los más pequeños. Gracias a los límites conocerán hasta dónde pueden llegar, cuáles son sus fortaleza y cuáles sus debilidades. Además, podrán tener una mayor confianza y seguridad en ellos mismos.
Ser padre es una responsabilidad muy grande, por eso no solo podemos centrarnos en el aquí y el ahora. Tu hijo puede estar bien ahora, pero si no eres un modelo, si lo educas en contradicciones, si no le das el amor necesario, puede que el día de mañana al eco de la educación que ha recibido. Este es un esfuerzo que, tanto para el presente como para el futuro, merece la pena.