La imaginación ayuda a gestionar las emociones negativas
Las emociones son inherentes a nosotros, por eso no podemos librarnos de ellas aunque queramos. Sentir ira, celos u odio es normal, aunque son emociones negativas que deberíamos saber gestionar. El gran problema es que nadie nos ha enseñado cómo hacerlo. Pero con la ayuda de nuestra propia imaginación, podemos lograrlo.
“La imaginación crea la realidad”
-Richard Wagner-
Sabemos que las emociones negativas no son un motivo de alarde y, por eso, intentamos reprimirlas y esconderlas. Esta no es una buena técnica, ya que, como seguramente bien sabes, estas terminan liberándose de alguna u otra manera. Aunque no puedas elegir qué emoción sentir, lo que sí puedes hacer es decidir qué hacer con esas emociones negativas que tan poco te agradan.
Las emociones son trenes que vienen y van
¿Qué hace un tren, se queda parado en el mismo lugar? No, un tren se mueve, viene y después se va. Muchas veces nos han dicho que imaginemos nuestra vida como un tren en el que las personas se suben, algunas se quedan y otras se bajan. Pues ahora utiliza tu imaginación para visualizar ese mismo tren, pero cargado con tus emociones negativas.
Cuando sientes ira o rabia parece que no te puedes liberar de ellas de ninguna manera. Se han apegado a ti de tal forma que no logras soltarlas. Lo cierto es que no las estás dejando ir, sino que les estás permitiendo que se queden. Tienes que ver esas emociones como si estuviesen dentro de un tren que, en unos minutos, emprenderá otra ruta.
Puede que te resulte difícil imaginar tus emociones en un tren, quizás incluso no creas posible que esto pueda ayudarte. No eres consciente de que tu mente es lo más poderoso que tienes; en ella si tú crees que algo es posible, así será, y si consideras que no puedes ir más allá, eso sucederá.
Todo lo que tu mente cree es susceptible de hacerse realidad
Responde a esta pregunta: ¿por qué las emociones positivas no te preocupan? Si ellas no lo hacen, tampoco deberían hacerlo las negativas. El problema es que a estas últimas les damos demasiado protagonismo porque nos transmiten sensaciones muy negativas. No les des importancia, no te centres en ellas. Si así lo haces, el tren se pondrá en marcha y se irán.
Caracteriza a tus emociones negativas
Puede resultar una técnica muy apta para utilizar con los niños, pero lo cierto es que también a los adultos nos puede venir muy bien. A veces, reprimimos tanto nuestras emociones que escapamos de ellas, las ignoramos, aunque continúen ahí.
Puede ser realmente positivo ponerle cuerpo a tus emociones. Dale rienda suelta a tu imaginación y piensa que esos celos que sientes o esa rabia están en tu mano. Intenta imaginar cuánto pesa, qué color puede tener, si es grande o pequeño… En definitiva, estás dotando a tu emoción de características, la estás analizando, la estás observando.
Esto te permitirá lidiar con ella de forma más eficaz. En vez de ignorarla, la estás describiendo y esto te va a ayudar a gestionarla. Imagínate que la ves muy grande, oscura y pesada. Esto te hará reflexionar sobre si realmente esto es así o, tal vez, estás haciendo un mundo de una situación bastante irrelevante.
“Cometemos errores cuando las emociones nos invaden y nos conducen a las malas acciones”
-Dalai Lama-
Esta técnica puede ayudar también a los más pequeños del hogar, ya que ellos no saben lidiar con sus emociones negativas. A veces, nosotros tampoco, pero no porque no sepamos, sino porque no queremos enfrentarnos a ellas. Pero, recuerda, aunque las ignores estarán ahí, no se irán y si no las solucionas te consumirán.
Si te dan miedo, ridiculiza a tus emociones
Las emociones negativas nos dan miedo. Una vez que hemos aprendido el paso anterior, tal vez te encuentres con un terrible ogro que caracteriza a la rabia que sientes dentro. Tal vez, una sombra alta y oscura, dibujando la silueta de los celos. Sea como sea, si quieres liberarte de ellas, es necesario que contrarrestes ese miedo que te infunden.
Recogiendo la técnica anterior, teniendo en nuestras propias manos las emociones, no sobrevivirán si las ridiculizamos. Piensa en ese terrible ogro imaginando que habla con una voz ridícula o percibe a esa sombra vestida con un terrible conjunto de falda y sombrero. Esto te hará sonreír y, aunque no lo creas, te ayudará a dejar que esas emociones negativas fluyan, desapareciendo por el hueco que has abierto.
No podemos librarnos de las emociones negativas, pero sí podemos liberarnos de ellas. Utilizando estas técnicas imaginativas u otras puedes dejar de alimentarlas para que no sean cada vez más grandes. La rabia, si nos centramos en ella, puede hacer que terminemos haciendo cosas de las que nos arrepentiremos más tarde.
No hay nada más poderoso que la imaginación
Puede que te resulte ridículo pensar en todo esto para así lidiar con tus emociones, pero te ayudará en más de una ocasión. No pienses en lo estúpido que puede ser, para eso ya están tus emociones negativas, ellas son las ridículas. Piénsalo de esta manera y lograrás abandonar una gran carga llena de negatividad y de malos pensamientos. Tu imaginación es más poderosa de lo que piensas.
