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Las compras compulsivas, el uso excesivo de redes sociales y otros tipos de ciberadicción que tal vez no conoces

4 minutos
Internet se ha vuelto una parte importante de nuestra vida diaria, pero cuando el tiempo que pasamos conectados se convierte en una obsesión, puede dar paso a múltiples adicciones que afectan nuestro bienestar.
Las compras compulsivas, el uso excesivo de redes sociales y otros tipos de ciberadicción que tal vez no conoces
Última actualización: 09 octubre, 2025

La tecnología nos facilita la vida, pero también puede atraparnos sin que nos demos cuenta. Revisar las redes sociales cada cinco minutos, gastar de más en compras online, obsesionarse con la pornografía o posponer el sueño por jugar con el móvil pueden parecer conductas inofensivas, pero esconden un fenómeno cada vez más común: diferentes tipos de ciberadicción.

También conocida como adicción al internet, se trata del uso excesivo y compulsivo de las herramientas digitales, hasta el punto de interferir en la vida diaria y causar problemas físicos, psicológicos y sociales. Es importante detectar a tiempo esta dependencia para hacer algo al respecto. Veamos las ciberadicciones que existen.

Oniomanía virtual: adicción a las compras compulsivas

A muchos nos encanta la facilidad con la que se pueden comprar cosas por internet. Sin embargo, cuando no podemos parar de adquirir ropa, cosméticos, accesorios, tecnología o cualquier artículo que en realidad no necesitamos, podemos ser víctimas de la oniomanía, una conducta compulsiva que afecta a cerca del 3 % de la población en la Unión Europea, señala una publicación de la revista PLOS One.

En estos casos, las personas hacen compras impulsivas por la satisfacción momentánea de adquirir algo nuevo, pero ese sentimiento desaparece pronto y hace que se repita esta conducta una y otra vez. De los tipos de ciberadicción, esta suele estar relacionada con emociones como la ansiedad, el aburrimiento, la tristeza e incluso el miedo a perderse una oferta.

Adicción a la pornografía

Acceder a contenido erótico explícito está a un par de clics. Y aunque ver pornografía de vez en cuando no simboliza un problema para la mayoría, sentir la necesidad de buscar porno a cada instante para continuar con nuestro día puede tener consecuencias graves en la sexualidad.

Los hallazgos señalan que las principales razones detrás del consumo de pornografía son la gratificación sexual, el aburrimiento y la curiosidad. Pero cuando este hábito se vuelve una adicción, suele generar sentimientos de culpa, ansiedad, frustración, problemas con la pareja, expectativas poco realistas sobre el sexo, necesidad de ver porno cada vez más explícito e incluso adicción a la masturbación.

Uso problemático de las redes sociales

¿Eres de los que entran a revisar Facebook, Instagram, TikTok, X o YouTube y se quedan navegando por horas sin darse cuenta? Las redes sociales son excelentes herramientas, pero su uso excesivo suele esconder una búsqueda de aprobación externa, el FOMO (miedo a perderse algo) y la evasión de responsabilidades o emociones incómodas.

Según un artículo en International Journal of Mental Health and Addiction, la adicción a las redes sociales está relacionada con una baja autoestima y estilos de apego inseguros. Los jóvenes son los más afectados, ya que muchas veces utilizan estas plataformas como una forma de compensar la falta de afecto en sus relaciones reales. Esto los puede llevar a generar una dependencia emocional a las redes que termina afectando su bienestar mental y su vida social.

Trastorno de juego por internet

El trastorno de juego por internet ya está reconocido en el DSM-5-TR como una condición clínica que puede afectar de manera profunda la salud mental y la vida cotidiana de jóvenes y adultos.

Esta condición se caracteriza por la incapacidad de controlar las horas de juego y la priorización del mundo virtual por encima de las responsabilidades reales. Afecta de forma inevitable el estudio, el trabajo, el sueño y las relaciones sociales. Además de experimentar irritabilidad, ansiedad o tristeza al no poder jugar, lo que refuerza la dependencia.

¿Cómo identificar y controlar la ciberadicción?

No siempre es fácil reconocer los tipos de ciberadicción, porque no se trata solo de pasar mucho tiempo en línea. El problema surge cuando el mundo digital se vuelve indispensable y empieza a desplazar cosas importantes: tus responsabilidades, tu descanso, tus relaciones personales o el simple hecho de disfrutar del aquí y el ahora.

Algunas señales de la adicción al internet son la pérdida de control sobre el tiempo al estar conectado y la ansiedad de estar revisando tus notificaciones. También son alarmantes el impulso constante de comprar cosas en línea, la irritabilidad cuando no tienes tu móvil cerca y descuidar tu vida real por estar en internet.

Si te sientes identificado y quieres cambiar, comienza con establecer horarios para navegar y realizar actividades que disfrutes sin pantallas. Si sientes ansiedad, practica técnicas de respiración, y si la dependencia es mucha, buscar ayuda profesional siempre es una gran idea. Recuerda, la clave está en reconectar con el mundo real para recuperar tu paz mental.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


 

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.