¿Por qué los grupos generan normas?
Si observamos los diferentes grupos sociales existentes, con independencia de que sean de carácter formal o informal, estos grupos generan normas. Estas normas forman parte de nuestra vida social y las aceptamos, en su gran mayoría, como algo lícito y esencial. Tras esto la preguntas que surgen son ¿cómo se generan estas normas de grupo? ¿Qué funciones cumplen dentro del grupo?
Antes de responder a estas dos preguntas, debemos acotar una definición de norma para entender en profundidad su génesis y funciones. Homans definía “norma” como una idea que ocupa la mente de los miembros del grupo y actúa como marco de referencia cuando la realidad es ambigua, o bien con un carácter de regulación de las actitudes y comportamientos. A parte de su definición es esencial saber que las normas se pueden presentar de dos modos:
- Normas descriptivas: son aquellas que corresponden a lo que los miembros del grupo hacen en una situación dada. Estas constituyen el modelo de conducta que deben seguir todos los integrantes. Estas tendrían la función de hacer de marco de referencia cuando la realidad es ambigua.
- Normas prescriptivas: estas indican lo que los miembros del grupo aprueban o desaprueban. Especifican lo que “debería hacerse” y representan la moralidad del grupo. Estás actuarían como mecanismo de regulación de las actitudes y comportamientos.
Funciones de la normas de grupo
Sabemos que los grupos generan normas, por lo que se puede deducir que estas deben cumplir una serie de funciones dentro de la dinámica grupal o al menos tener ciertas consecuencias en los grupos, de otra manera sería inútil su existencia. Ahora bien, estas funciones pueden ser de carácter individual o social; individual cuando las consecuencias de la mismas repercuten en el sujeto, y social cuando las normas satisfagan necesidades del grupo a nivel social o intergrupal. En la mayoría de los casos, una norma tiene los dos sentidos.
La función principal en el plano individual de las normas de grupo es actuar de marco de referencia. Gracias a ellas, el individuo sabe cómo interpretar y construir la realidad. Esta función encaja perfectamente dentro de los paradigmas socioconstructivistas que postulan que la realidad es construida a través del filtro de la sociedad y la cultura: los grupos y sus normas serían los agentes activos de ese proceso.
En cuanto a las funciones sociales, estas tendrían como objeto:
- La regulación y coordinación de las interacciones y actividades de los miembros del grupo, de modo que estas se lleven de una manera ordenada. Ayudarían a evitar el caos y el conflicto, y así evitar la destrucción o decaimiento del grupo.
- La consecución de las metas grupales. Cuando los grupos generan normas, están creando una uniformidad de la conducta hacia un mismo objetivo. Esto ayuda en gran medida a una mejora de la eficiencia a la hora de cumplir estas metas grupales.
- El mantenimiento de la identidad grupal. Un conjunto de normas que digan cómo debes ser y cómo debes comportarte te ayudará a diferenciarte de los demás. Lo que contribuirá a la génesis de una identidad grupal que te categorice como un miembro de ese grupo específico.
¿Cómo generan los grupos las normas?
El desarrollo de las normas es una pregunta que ha atormentado a muchos psicólogos sociales. Los análisis de Levine y Moreland recogen una gran cantidad de teorías y experimentos acerca de cómo los grupos generan normas. Y gracias a ellos podemos decir que su génesis se puede dar desde dos orígenes distintos: origen interno u origen externo.
Dentro de los distintos factores de origen interno podemos encontrar:
- Guiones de los miembros acerca de cómo comportarse en una situación. Cuantos más miembros compartan el guión más rápido se establece la norma.
- Negociación entre los miembros durante las resoluciones de conflictos.
- Por imitación de la pauta de un miembro que se contagia al resto de ellos.
- Por autocategorización, cuando se construye una norma gracias a la información disponible de la identidad grupal.
Y respecto a los orígenes externos, el más destacado y común es cuando una institución o un líder dicta una norma. Esta norma procede de fuera del grupo o a nivel individual de un miembro del grupo, lo que suele producir mayor rechazado que cuando tiene un origen interno. Pero va a depender en gran medida del acuerdo o compatibilidad de la norma con los objetivos del grupo.
Las normas grupales forman parte de nuestro día a día, desde cómo debemos realizar nuestro trabajo hasta cómo debemos ir vestidos a una fiesta. Su influencia es notable en nuestra conducta, y en gran medida de forma implícita o inconsciente. Por esta razón, es importante conocer bien las normas y su funcionamiento; lo que nos ayudará a conseguir una visión crítica de ellas y evitar actuar en contra de nuestra moralidad o identidad personal.