¿Qué es el pipí stop y cómo se usa?
El pipí stop es un dispositivo que se utiliza para tratar los casos de enuresis en la infancia y que cuenta con una elevada eficacia. Se puede comprar en farmacias o por Internet.
¿Sabías que un 10,6 % de los niños entre 5 y 10 años presentan enuresis nocturna? ¿Y que es mucho más frecuente en niños que en niñas? Muchas veces se trata de un trastorno que desaparece con el tiempo, aunque el pipí stop ha demostrado acelerar este proceso.
El mecanismo del pipí stop se basa en el aprendizaje mediante condicionamiento, siendo uno de los tratamientos más eficaces y utilizados para este trastorno. Básicamente consiste en un dispositivo que cuenta con una alarma sonora y un sensor. El sensor detecta cuándo el niño se está empezando a orinar, lo que hace sonar la alarma, que despierta al niño inmediatamente. Pero, ¿por qué es tan eficaz para tratar la enuresis infantil? ¿Cómo funciona exactamente? ¡Descúbrelo aquí!
¿Qué es el pipí stop y cómo se usa?
El pipí stop (también denominado “método de alarma”) es un despertador inteligente basado en el aprendizaje por condicionamiento, que sería el que conduciría al niño a controlar su micción. Se utiliza para tratar casos de enuresis infantil o incontinencia urinaria, que consiste en una emisión repetida de orina de manera involuntaria durante el día o en la cama por la noche.
Este artilugio se desarrolló a raíz de los experimentos de Mowrer & Mowrer (1938), y ha ido actualizándose a través de los últimos avances en tecnología electrónica.
El pipí stop está diseñado, idealmente, para niños mayores de 5 años que quieran dejar de orinarse en la cama. Antes de explicar con más detalle en qué consiste el pipí stop y cómo funciona, vamos a describir brevemente qué es la enuresis.
La enuresis infantil
El pipí stop se utiliza para tratar la enuresis infantil; según el DSM-IV-TR y el DSM-5, la enuresis es la emisión repetida de orina (voluntaria o involuntaria). Para poder diagnosticarse como tal, es necesario que se produzcan 2 o más episodios de emisión de orina a la semana durante más de 3 meses consecutivos; si no se cumple este criterio, al menos es necesario que el trastorno produzca malestar significativo o deterioro, para poderse diagnosticar.
Por su parte, la CIE-10 considera que la enuresis es una conducta solamente involuntaria; además, este manual especifica que si el trastorno va acompañado de encopresis (evacuación de heces, involuntaria o intencionada), solo se diagnosticará la encopresis. Siguiendo con la CIE-10, la enuresis puede aparecer de forma aislada o acompañar un trastorno emocional o del comportamiento.
Pero, ¿A qué edad podemos empezar a diagnosticar enuresis infantil? A partir de los 5 años (también en niños con un nivel de desarrollo equivalente a esta edad). Además, encontramos también la enuresis secundaria o de inicio tardío, que aparece entre los 5 y los 7 años de edad.
¿Cómo es el pipí stop?
Volviendo con el pipí stop como tratamiento de elección en la mayoría de casos de enuresis, vamos explicar en qué consiste este dispositivo. Se trata de una pequeña caja de plástico que va sujeta al pijama del niño, como si fuera un escudo de fútbol (esto también les puede motivar a usarlo); cuenta con un imperdible (homologado y de seguridad), un zumbador, un interruptor y un sensor de humedad colocado en la parte extrema de un cable, que es el encargado de activarse y de hacer sonar la alarma cuando el niño empieza a orinarse encima.
Así, el sensor de humedad es uno de los elementos claves del pipí stop; es pequeño, según la propia marca pipistop suele medir entre 13 x 31 mm, y es introducido en un salva-slip y pegado al calzoncillo o bragas del niño o la niña. Pero, ¿cómo funciona exactamente el sensor?
¿Cómo funciona el pipí stop?
La primera gota del niño o la niña cuando empieza a orinar, ya humedece el sensor del pipí stop y hace sonar el zumbador; esto hace que el niño se despierte inmediatamente por el sonido e interrumpa la micción.
Una vez despertado, el niño deberá acudir al lavabo a terminar la micción. A través de una serie de ensayos, y gracias a un proceso de aprendizaje, el propio organismo del niño se acostumbra a interrumpir la micción a través del esfínter, lo que hace que con el tiempo deje de orinarse.
¿Cómo es el tratamiento con pipí stop?
El tratamiento con pipí stop, por norma general, suele durar entre 4 y 12 semanas. Su eficacia terapéutica es muy elevada, y los casos de éxito oscilan el 70-90 % del total de casos en el período de los 3 primeros meses de tratamiento.
El criterio de éxito del tratamiento son 14 noches seguidas sin episodios enuréticos. Cabe decir aquí, que aparecen recaídas en 1 de cada 3 pacientes y que en estos casos se emplea (prevención de recaídas) un procedimiento intermitente, que implica que la alarma suena solo en algunos episodios enuréticos.
Antes de iniciar el tratamiento con pipí stop, es imprescindible descartar una enfermedad orgánica que explique la enuresis. Para ello, será necesaria una valoración médica, a fin de descartar todas aquellas causas no funcionales (u orgánicas) que explicaran la enuresis. ¿Con qué se relacionan estas causas orgánicas? Básicamente con alteraciones neurológicas, infecciosas, cistitis, diabetes mellitus, trastornos de conciencia y del sueño, sonambulismo, espina bífida u otras patologías o condiciones.
Mecanismo de funcionamiento: diferentes hipótesis
El pipí stop se basa en el mecanismo del condicionamiento clásico que ya propusieron, en sus orígenes, Mowrer & Mowrer (1938). Los autores, aunque reconocían que habitualmente el niño inhibía la micción, aunque no se despertara, seguían planteando el despertar como elemento central de la técnica o dispositivo.
Siguiendo con el condicionamiento clásico, en este caso el estímulo incondicionado (EI) sería la distensión vesical y la tensión del detrusor, la respuesta incondicionada/estímulo incondicionado sería la relajación del esfínter y el comienzo de la micción y la respuesta incondicionada, el despertar.
A su vez, la alarma sería un estímulo incondicionado (EI) que llevaría al niño a despertarse (respuesta incondicionada), y a contraer el esfínter/interrumpir la micción (respuesta incondicionada también). Así, según Mowrer & Mowrer, el pipí stop funciona a través del condicionamiento clásico.
Condicionamiento operante
Pero no todos los autores opinaban lo mismo; según Peter Lovibond (1964), el dispositivo se basa en un mecanismo de condicionamiento operante. Según este modelo, inhibir la micción (que implica contraer el esfínter vesical) sería una respuesta de evitación; Lovibond, a diferencia de Mowrer & Mowrer, opinaba que en este procedimiento es irrelevante que el niño se despierte (es decir, que el tratamiento es igual de eficaz).
Siguiendo el modelo de condicionamiento operante, se produciría lo siguiente: con la respuesta de micción del niño, llega el “castigo” (que sería la alarma); la contracción del esfínter y la no micción, en cambio, sería una respuesta de evitación del niño que funcionaría a través del reforzamiento negativo (“no hay alarma, no hay castigo, no hay micción”). Es decir, el niño acabaría “aprendiendo” que, si no se hace pipí en la cama, no suena la alarma (evitación del castigo) y por tanto no tiene que despertarse.
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