¿Realmente necesitamos dormir ocho horas?
Ocho horas. Parece que ese es el tiempo que debemos dormir para garantizar un descanso reparador. Ahora, ¿hasta qué punto es cierto?
Los beneficios del sueño son casi tan conocidos como la marca de las 8 horas: dormir bien hace que recarguemos nuestra energía y podamos. Transitar un día habitual de trabajo y ocupaciones cotidianas habiendo dormido mal nos cuesta el doble. Sin lugar a dudas, tener un buen descanso contribuye a nuestro bienestar y, por este motivo, debería estar dentro de nuestra canasta básica de hábitos saludables.
Sin embargo, según especialistas del campo, el famoso dictamen de las ocho horas tiene notas importantes a pie de página. Al parecer, el tiempo de descanso recomendado varía de acuerdo con la calidad del sueño, los genes, el contexto sociocultural y la edad.
“El sueño y la vigilia son dos caras de la misma moneda, que es la vida. Descansar lo suficiente es la mejor forma de permanecer activo y viceversa”.
-Juan Antonio Madrid-
¿Es necesario dormir ocho horas?
La respuesta es “depende”. Depende de quién eres, de cómo vives y de qué necesitas.
De hecho, charlando con otras personas, podemos descubrir que no todos necesitamos dormir la misma cantidad de horas para rendir física y cognitivamente de igual forma. El sueño es un tema de conversación recurrente entre amigos o miembros de una pareja. Incluso podría ser tema de discusión: “¿cómo haces para dormir tanto?, realmente no lo entiendo”, ¿solo duermes seis horas?, ¿cómo puedes llegar bien al final del día?”.
Bueno, por supuesto que desconozco si ellos están teniendo un adecuado descanso. Lo que quiero decir es que podrían dormir tres o cuatro horas más o menos que tú, sin que eso signifique que su hábito sea más o menos saludable. Porque es indistinto cuánto tiempo dediquen al sueño, siempre y cuando la relación entre la necesidad y la respuesta a esa necesidad sea conveniente.
Horas de sueño según la edad
La Fundación del Sueño (Sleep Foundation) creó y compartió este año una guía actualizada de tiempos de sueño diario recomendados por grupo de edad. Para ello, dividen a la población en nueve grupos etarios y aclaran que, en algunos casos, dormir una hora más o menos que el rango general puede considerarse aceptable -aunque no óptima-, de acuerdo a las circunstancias particulares de la persona.
Para establecer estos indicadores, se convocó a un panel de 18 especialistas de diferentes campos de la ciencia y la medicina que llegaron a las siguientes conclusiones:
- Las horas de sueño recomendadas para los recién nacidos son entre 14 y 17 horas.
- Para los niños que tengan entre cuatro y once meses de edad será suficiente dormir entre 12 y 15 horas.
- Se recomienda que los bebés mayores de un año y menores de tres duerman entre 11 y 14 horas.
- Los niños en edad preescolar (entre tres y cinco años) deberían dormir entre 10 y 13 horas diarias.
- La recomendación para los chicos de edad escolar (entre seis y trece años) es que duerman entre 9 y 11 horas.
- La guía recomienda que los adolescentes duerman entre 8 a 10 horas.
- A los adultos jóvenes (menores de 25 años) les bastarán unas 7, 8 o 9 horas de sueño.
- Se recomienda que los adultos de entre 26 y 64 años descansen entre 7 y 9 horas.
- Las personas mayores de 64 años deberían dormir entre 7 a 8 horas.
Otras cuestiones importantes del dormir
Como vemos, el mito de las horas diarias pierde fuerza al notar que, dependiendo de nuestra edad, necesitaremos dormir más o menos. Ahora bien, existen otros aspectos importantes relacionados con el sueño. Son los siguientes:
Necesidades personales
Para vislumbrar nuestra necesidad de horas de sueño, es esencial tener en cuenta la salud en general y preguntarnos si nos sentimos satisfechos, productivos y descansados durmiendo lo que dormimos ahora. También es importante considerar nuestras actividades diarias y las exigencias que implican, para determinar el nivel de idoneidad de nuestro descanso: ¿practico ejercicio físico con frecuencia?, ¿mi trabajo requiere un alto nivel de gasto energético?
A su vez, es valioso identificar la cantidad de horas que dormimos cuando no tenemos responsabilidades que cumplir al día siguiente. ¿Dormimos más, menos o lo mismo que en un día de trabajo habitual? En esos casos, no nos despierta la alarma del móvil, sino nuestro reloj biológico acompañado de la luz solar. En presencia del sol, nuestro cuerpo deja de segregar melatonina a la vez que favorece la producción del cortisol, que es una hormona capaz de despertarnos.
Ten presente a qué hora te acuestas y a qué hora te levantas los días en los cuales no te corre el reloj. Es entonces cuando puedas obtener información valiosa para escuchar con mayor atención tus necesidades.
Alondras y búhos
Para desgracia de los búhos, la vida occidental está diseñada para el grupo de alondras. El mundo abre temprano: el colegio, la oficina, y los negocios comerciales están preparados para abrir sus puertas a primera hora de la mañana, el peor horario para los búhos.
Lo que nos hace formar parte de uno u otro grupo tiene una explicación genética. Según el cronotipo de cada persona, su predisposición tenderá a alcanzar picos de energía en diferentes momentos del día.
Llamamos alondras a las personas que durante el mediodía y media tarde se sienten lo suficientemente activas para realizar actividades físicas e intelectuales adecuadamente. Por ende, tienden a levantarse y acostarse más temprano.
Los búhos, por el contrario, si tienen la opción de elegir, optan por irse a la cama más tarde, ya que rinden mejor a partir de las siete de la tarde. Muchas veces, se les puede distinguir a simple vista: los búhos suelen consumir bastante café y acarrear un déficit del sueño porque el horario normativo no va en consonancia con su horario biológico.
“Es como si estas personas tuvieran un jet lag (desfase horario) perpetuo, moviéndose hacia el este todos los días”.
-Michael Young-
Personas distintas con necesidades de sueño diferentes
No todas las personas tenemos las mismas necesidades de sueño. Un médico declaraba: “si una persona normal consumiera tanta azúcar como lo hace un ciclista en el Tour de Francia, probablemente terminaría en coma o moriría”. Con el descanso pasa lo mismo, la necesidad no es la misma para todos.
Lo recomendable es ajustar lo más posible nuestra agenda y ocupaciones diarias a nuestro reloj biológico. Dormir nueve horas puede ser escaso para algunos, y excesivo para otros.
Teniendo en cuenta que la calidad del sueño tiene efectos significativos en nuestra salud general, debería ser tratado como una prioridad. Los trastornos del sueño como el insomnio crónico o la apnea del sueño son problemáticas que afectan de manera negativa a una buena parte de la población mundial.
Es importante que tu trabajo, tu estudio o tus actividades sociales no comprometan tu descanso. Por otro lado, una buena higiene del sueño es fundamental para poder dormir bien. Ella engloba horarios regulares, una adecuada iluminación, una temperatura agradable, entre otras cuestiones.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Matthew Walker (2020). Por qué dormimos: La nueva ciencia del sueño. Cap 8: Cambios en el sueño a lo largo de la vida.
- Sleep Fundation (2022) ¿Cuánto sueño necesitamos realmente?
- Verne Araujo. (2022). El mito de dormir 8 horas: Un estudio revela la verdad.