Sadomasoquismo, qué hay detrás del placer que causa dolor


Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez
¿Quién dijo que el dolor y el placer no pueden ir de la mano? A algunos les basta con un beso o una caricia para encenderse. A otros, lo que les excita son los mordiscos, rasguños, palmadas o juegos de poder. En ese cruce entre sumisión y dominación se esconde el significado del sadomasoquismo, una práctica sexual que despierta tanta curiosidad como prejuicios.
El término nace de la unión de dos pulsiones: el sadismo, asociado al placer de dominar, y el masoquismo, ligado al goce de ser dominado. Pero lejos de la violencia con la que suele confundirse, es una dinámica erótica consensuada donde explorar los límites puede ser una fuente intensa de placer.
¿Cuál es el significado del sadomasoquismo?
En el imaginario popular, se cree que el sadomasoquismo se refiere a quienes disfrutan que les peguen durante el sexo. Pero, en realidad, este término describe las prácticas eróticas donde el placer surge de un intercambio consensuado de poder, sumisión, dominación e incluso dolor y humillación.
El psiquiatra Richard von Krafft-Ebing introdujo los términos “sadismo” y “masoquismo” en su obra Psychopathia Sexualis (1886). Estas ideas estaban inspiradas en las obras del Marqués de Sade, famoso por explorar cómo el control podía convertirse en placer; y de Leopold von Sacher-Masoch, que hablaba de la sumisión como una fuente de excitación y deseo.
El sadomasoquismo hace parte del universo BDSM, que incluye el bondage y los juegos de dominación, siempre pactando y respetando los límites. Por ello, los participantes deciden lo que están dispuestos a hacer y lo que no, y usan palabras de seguridad para detenerse si no están cómodos.
Aunque la RAE define el sadomasoquismo como una “perversión sexual de quien goza causando y recibiendo humillación y dolor”, solo se considera algo patológico si produce angustia o afecta la vida diaria de las personas.
La química del deseo: cuando el dolor se convierte en placer
Detrás del sadomasoquismo se esconde un poderoso componente neuroquímico y emocional que convierte esas experiencias en actos de intimidad y placer intensos. Según un estudio publicado en The Journal of Sex Research, esto se debe a que el cerebro tiene la capacidad de reinterpretar el dolor como placer cuando se da en un contexto erótico.
Así, la liberación de endorfinas, dopamina y neurotransmisores reduce la sensación dolorosa y la transforma en excitación y placer.
De igual forma, la confianza y la conexión con la pareja pueden amplificar la experiencia del BDSM. “La experiencia del dolor en este contexto puede provocar estados alterados de conciencia que pueden ser similares a los que ocurren durante la meditación de atención plena”, señalaron los expertos de la investigación.
¿Por qué el sadomasoquismo atrae más a algunas personas que a otras?
El sadomasoquismo, para muchos, es una manera en la que pueden explorar su sexualidad y vivir experiencias donde ponen a prueba sus límites y gozan de sensaciones que se salen de lo convencional.
Un artículo en la revista académica Acta Psychologica resaltó que las personas con rasgos de personalidad oscura (narcisismo, maquiavelismo, psicopatía y sadismo) están más interesadas en el sadomasoquismo. No obstante, esto no significa que todos los que practican BDSM tengan dichos rasgos.
A su vez, el sexo, la edad y las ganas de vivir nuevas experiencias se relacionan con el gusto por el sadomasoquismo. Dicho estudio señala que las mujeres más que los hombres suelen percibir el dolor como algo placentero. Además, las personas jóvenes estarían más interesadas en cumplir un rol sumiso, mientras que las mayores prefieren los roles dominantes.
¿Cuándo el sadomasoquismo deja de ser seguro?
Aunque no estamos ante un trastorno mental, sino una expresión de la diversidad sexual y la libertad personal, en escenarios no consensuados o inseguros sí puede ser una práctica que arriesga la salud física y mental de los participantes. Estas son algunas señales de alerta:
- Culpa o ansiedad: si después del encuentro sexual hay más malestar emocional que placer.
- Interferencia en la vida diaria: si la práctica se convierte en una dependencia o deteriora la vida social y laboral.
- Falta de consentimiento: si una persona se siente presionada o manipulada para realizar actos sadomasoquistas.
- Cruce de límites: cuando el dolor o la humillación sobrepasan lo acordado y no se respeta la palabra clave para detenerse.
- Deterioro de la relación: en algunos casos, las dinámicas sadomasoquistas afectan la autoestima o la confianza y seguridad del vínculo.
El sadomasoquismo, dentro de la diversidad sexual, no es una patología, sino una preferencia que, practicada con consentimiento y respeto, puede fortalecer la confianza y la intimidad en la pareja. Pero si genera incomodidad, culpa o ansiedad, es importante dialogar con tu pareja y, si fuera necesario, buscar apoyo profesional para cuidar tu bienestar.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Dunkley, C. R., Henshaw, C. D., Henshaw, S. K., & Brotto, L. A. (2020). Physical pain as pleasure: A theoretical perspective. The Journal of Sex Research, 57(4), 421-437. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00224499.2019.1605328
- Greitemeyer, T. (2022). Dark personalities and general masochistic tendencies: Their relationships to giving and receiving sexualized pain. Acta Psychologica, 230, 103715. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S000169182200230X
- Navratilova, E., Atcherley, C. W., & Porreca, F. (2015). Brain circuits encoding reward from pain relief. Trends in Neurosciences, 38(11), 741-750. https://www.cell.com/trends/neurosciences/abstract/S0166-2236(15)00213-1
- Real Academia Española. (2024). Sadomasoquismo. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 25 de agosto de 2025, de https://dle.rae.es/sadomasoquismo
- Williams, D. J., Prior, E. E., Alvarado, T., Thomas, J. N., & Christensen, M. C. (2016). Is bondage and discipline, dominance and submission, and sadomasochism recreational leisure? A descriptive exploratory investigation. The Journal of Sexual Medicine, 13(7), 1091-1094. https://academic.oup.com/jsm/article-abstract/13/7/1091/6940276?login=false
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







